Los dos tienen razones válidas, y las presentan al entendimiento del ser humano, de una forma tan clara y factible que, éste es puesto una y otra vez, en la difícil disyuntiva de inclinarse hacia uno u otro lado.
Entonces, los dos bandos se vuelcan en feroz batalla por ser oídos y vencer así al adversario, pero… ¿quién ganará la partida? ¿Quién debería ganarla?
En cuestiones de amor suelen hacerse oír mas fuerte los argumentos del “motor que mueve nuestro cuerpo” (de ahí el nombre “asuntos del corazón”) que los siempre justificados puntos de vista de la razón; y también es cierto que es el corazón el que más llora cuando se da cuenta de que la razón tenía “razón”.
Aquí os dejo una canción de la Oreja de Van Gogh que como ellos saben, simplemente cantando, nos argumentan sus propios puntos de vista.
(Poned especial atención a la letra. No tiene desperdicio).