A ti, SOMBRA, que decidiste un día habitar en mi mundo y dominar sobre mis propias sombras.
A ti, que sigues mis huellas y revoloteas a mi lado, oscureciendo mi camino a tu paso, pues no dejas de ser SOMBRA…
A ti, que sigues mis huellas y revoloteas a mi lado, oscureciendo mi camino a tu paso, pues no dejas de ser SOMBRA…
A ti, ahora, me gustaría decirte ¡ADIOS!
Llegaste y me elegiste, o te elegí, eso no importa, y te abrí la puerta de mi vida, confiada, ilusa, encandilada por tu bella presencia; pero sin darme cuenta de que, bajo tu capa y tu sombrero, no había cuerpo, sólo sombra; bajo tu elegancia, mezquindad y bajo tu sonrisa, falsedad.
Llegaste y me elegiste, o te elegí, eso no importa, y te abrí la puerta de mi vida, confiada, ilusa, encandilada por tu bella presencia; pero sin darme cuenta de que, bajo tu capa y tu sombrero, no había cuerpo, sólo sombra; bajo tu elegancia, mezquindad y bajo tu sonrisa, falsedad.
Me gustaría tanto poder decirte ¡ADIOS!
Puedo reconocerte incluso entre las demás sombras, más oscura, atrayente, fría; pero ya no te temo. El miedo y el resquemor, dieron paso a la indiferencia, que es lo que siento. Quizás hoy te pierdas, decidas habitar otro mundo o simplemente, mi falta de interés te empuje a partir en busca de otra confianza…
Puede que hoy, por fin, pueda decirte ¡ADIOS!
Puede que hoy, por fin, pueda decirte ¡ADIOS!
Imagen tomada prestada de Mirando por el Objetivo.
Esta imagen, y una sombra real, que aún tras el paso del tiempo revolotea por mi vida, aunque perdiendo día a día algo de su fuerza, me inspiraron el post.
Quizás pronto pueda decirle ¡ADIOS!
¡Ojalá!,
Gracias Carlos. Cada día, al contemplar tus imágenes, comprendo que la poesía, sin palabras, también existe.
Eres un verdadero artista.
Hombre, si la sombra la tiene en los ojos, la puedes usar como maquillaje.
ResponderEliminarSombra aquí, sombra allá, maquíllate, maquíllate.
Un espejo de cristal, y mírate, mírate.
Un beso
Mi sombra habita en las sombras, Rampy, y cuesta distinguirla aún con maquillaje.
ResponderEliminarPero, ahora que lo dices, sí, llegó a mí cubierta de colores, que no eran los suyos.
Un besote
http://www.youtube.com/watch?v=DfPeprQ7oGc
ResponderEliminarTú decides la sombra, pero nunca esperes un ADIOS!
Bixen,
ResponderEliminarMe encantó. Me suscribí al canal.
Gracias.
;)
Qué bueno que el arte de Carlos se conjugue con tu arte y puedas regalarnos estos exquisitos textos. Un abrazo
ResponderEliminarGracias Drac, de parte de los dos.
ResponderEliminarSé que él también lo agradece.
Un abrazo
La sombra algo que cuesta alcanzarla.. la sombra me gusta jugarla...
ResponderEliminarla sombra de las manos ...en la pared creando juegos imaginarios. Mi Sombra no podria estar sin ella aunque muchas veces me gustaria sentirme invisible sin sombra a mi lado...
dos besos van
Mucha,
ResponderEliminarRecibidos.
Lo malo de esta sombra es que se coló entre las mías propias sin ser mía realmente...
Un abrazo en la distancia, amiga.
No lo sé pero tal vez todo lo que quede de nuestro paso por el mundo se reduzca a una oscura y fría sombra fantasmal? Espero que no sea así...
ResponderEliminarBesos.
José,
ResponderEliminaresperemos que al menos sea amigable.
No todas las sombras son como ésta mía...
Un abrazo
hola Montse. Hay tantos tipos de sombras, pero mejor que no molesten, creo que lo mejor es no hacerles caso.
ResponderEliminarUn abrazo
¡BELLÍSIMO TEXTO! ¡ME HA ENCANTADO!
ResponderEliminarMuy literario
¡Pero que difícil es decirle adiós a una sombra como esta! ¿verdad? porque.... hay sombras y sombras.
Un abrazo
Mercedes
Yuria,
ResponderEliminarsí, amiga, las unas se sabe y se vive con ellas. Las otras, mejor ignorarlas.
Un abrazo.
..........
Mercedes,
Tu opinión, la tengo en cuenta. PUedes decirme lo bueno y lo malo. Lo agradezco igual. Y sobre las sombras, o "ésta en particualr", ojalá pronto llegue el día de mi adios.
Un abrazo
Es lo malo de las sobras: que por mucho que huyamos de ellas, siempre nos alcanzan.
ResponderEliminarBesos.
(donde dice sobras lease sombras.)
ResponderEliminarBesos...!
Cornelius,
ResponderEliminarJaja, lo entendí.
A veces no merece la pena ni huir...
Un abrazo
A mi me encantan las sombras, dan mucho juego; pero eso ya lo sabes porque era el tema de mi penúltimo post.
ResponderEliminarComo decías allí, parece que estemos conectadas. Incluso compartimos abuelos escritores :-))
Me encantó la figura y el texto de la dirección que me dejaste...También éste, aunque no comparta tu manera de sentir la sombra.
La foto es maravillosa...¡como me gustaría hacer algo así! :)
Besos niña
Oteaba,
ResponderEliminara mí también me gustan, pero es que esta se coló de mala manera en mi vida y no veo forma de librarme.
Pero confío en que algún día, ese adios definitivo se produzca.
Un abrazo, amiga.
Hola amiga ..
ResponderEliminarQue belleza de sombras.. me gusta jugar con ellas al atardecer, es cuando ellas suelen aparecer a saludar... jjejej..
Preciosa entrada .. besotes de bellos sueños
Gracias Balo,
ResponderEliminarCamino de la cama me asomé a la ventana y allí estabas tú esperando entre las sombras.
;)
Un abrazote.
Una sombra que ha inspirado
ResponderEliminarestos versos y que no te
quiere olvidar.
Besos
Gracias Marisa,
ResponderEliminarPrecisamente esta SOMBRA, quiero que se vaya cuanto antes. Si fuera hoy, mejor que mañana...
Besos
Amiguina; la sombra nos dice que existe algo detrás. Siempre depende de algo o de alguien. Está condenada a morir, cuando no quede nada.
ResponderEliminarUn besín.
Montse, No pudiste describir mejor esas sombras tan puñeteras que a veces nos acompañan, genial. Y respecto a tu sombra, cuanto antes la ignores... mejor... antes se irá.
ResponderEliminarBesitos!!!
Celia,
ResponderEliminarMe encantó tu comentario. Da pie a seguir escribiendo. Me lo apunto.
Gracias.
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Isora,
mil gracias. Quiero ignorarla pero hoy por hoy no puedo...
Tengo un Email para tí.
Besos
Mis mejores deseos Montse. Espero que esa sombra se vaya diluyendo, y que, como la de mi foto, acabe desapareciendo.
ResponderEliminarIgnoro la valía de mis imágenes, pero sí sé que tú les das vida, y siempre es un placer que las "tomes prestadas". ¡Qué eufemismo! ¡si son tuyas!
Un besazo y muchas gracias. ;-)
Carlos,
ResponderEliminarSi tu imágenes sacan de mí aunque sólo sean palabras, es que valen para algo ¿no?
No usemos el término "valía" que se presta a equívocos. Jaja
Lo siento, pero, ya hay otra que me tira... del teclado
Un abrazo y, paciencia en la reunión.
No me cabe la menor duda, Montse, le dirás ADIÓS y brindaremos -pantalla a pantalla- por esa despedida.
ResponderEliminarPronto podrás cantar -a carcajadas- esa canción de Mecano que te apuntaba Rampy
Te dejo mi abrazo y -jugando con mi nombre- toda la luz que necesites para eliminar las sombras de tu vida
Gracias, Mariluz.
ResponderEliminarQueda apuntado.
Y sí, brindaremos aunque sea online , jaja
Besos
...y algunos poetas, dicen por allí que somo nuestra sombra..
ResponderEliminarPueda que no tengas que pelearte tanto con élla ni echarla, abrazla, quierela, al fin y al cabo es tú sombra, dale una caricia pueda que es lo que necesita en ese momento la dueña de la sombra..
Perdón, pueda que me desviado por otro lado, pero tu sabes que uno escirbe, el oyente o el quien lee lo intreprete.
Abrazos fuertes
Dime sin no estoy en la onda :)
Raquel,
ResponderEliminaresta sombra me duele, me hizo llorar, se metió en mi vida como si nada y luego resultó ser dañina... No, no la quiero por aquí. Aprendí a controlarla, pero quiero que se largue de una vez...
Besos, amiga
"Quizás hoy te pierdas, decidas habitar otro mundo o simplemente, mi falta de interés te empuje a partir en busca de otra confianza...". Un bonito texto.
ResponderEliminarRecibe un gran abrazo.
Gracias, Javier,
ResponderEliminarSalió así porque lo siento.
Un abrazo
Hay sombras y sombras...
ResponderEliminar... la mía hoy es un equilibrio. La sombra que un día decidió acompañarme y que es la única que se queda en mis horas de soledad; en las de la alegría, y también en las del desconsuelo.
... incluso en el sueño, en ese espacio en el que ella no puede entrar, se queda a mi lado. Velando el regreso. Esperando a que la vigilia le de el permiso de volverme a acompañar.
Mi sombra es fiel, y yo se lo agradezco.
Ana,
ResponderEliminarPrecioso,
Veo que me entindes perfectamente. Hay sombras, y sombras...
Eres afortunada.
Un abrazo, Ana.
Las sombras nos pertenecen, nos son dadas a conocer cuando la luz: “asoma”, inquietantes, se mueven al son que marcamos, imposible deshacerse del todo, llevarlas a cuestas es un “don” del que no participo, para en ocasiones desasosegarme con su implacable persecución.
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