Apagado el tumulto y calladas las voces, la noche caía.
El pueblo vacío es ya vago recuerdo del trajín del día.
Las calles repletas de viandantes y de vida, ahora descansan silenciosas, dormitan vacías.
Tras los cristales titilan las luces, y en las calles, las farolas, con el frío tiritan
La sopa en las mesas, ahora se enfría.
En la chimenea que escupe humo al cielo, los leños arden.
Cada día, vida; cada noche, misma rutina…
Buena definición de un pueblo con tus bellos versos. Abrazos
ResponderEliminarJaja, Ligia, entraste sin haber terminado de publicar. No sé como lo hiciste, amiga.
ResponderEliminarUn abrazo
Perfecta definición del ajetreo diario y la monótona noche.
ResponderEliminarPrecisosa imagen para tan bello texto.
ResponderEliminarMe encanta la sensación de soledad de la calle vacía.
Un abrazo
hoé... por un momento me sonó la voz de María Ostiz cantando "Un pueblo es, un pueblo es, un pueblos es abrir una ventana en la mañana y respirar..."
ResponderEliminarLa fotografía es preciosa y acompaña perfectamente a tus versos, tan intimistas querida Montse :)
dos abrazos y dos besos
Tracy,
ResponderEliminarMe alegra el que te guste.
Un abrazo
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Oteaba,
A mí también. Es lo que me atrajo de la imagen cuando la encontré.
Un besote
Mariluz,
ResponderEliminarmil gracias por tus palabras y por el enlace. Hacía siglos que no escuchaba esa canción, una de las primeras que aprendí con la guitarra. Uff, qué recuerdos!!
Besos
Un pueblo, en si, es un universo propio.
ResponderEliminarSaludos y un abrazo.
bueno en algunos pueblecillos de España lo que describes pasa de día y de noche.........cada vez están mas vacíos.......
ResponderEliminarangie
Antonio,
ResponderEliminarYo también lo creo.
Un abrazo
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Angie,
es una pena. Perderemos algo muy bello si perdemos la vida de los pueblos.
Besos
Bienvenido de nuevo, Adolfo.
ResponderEliminarGracias por tus amables palabras.
Un abrazo
mi querida amiga, no podemos ser presas de la rutina.
ResponderEliminarUn placer leerte y saludarte
Mágicas palabras que me producen escalofríos agradables por la nostalgia que me hacen sentir imágenes que me resultan familiares y entrañables.
ResponderEliminarUn fraternal saludo de un sureño del Estado español, andaluz de cuna y residencia, así como andalucista de sentimiento.
Santiago,
ResponderEliminarPero a veces es inevitable. Lo digo por experiencia.
Un abrazo
Wundemar
ResponderEliminarAnte todo bienvenido.
Desde una castellana afincada y adoptada por este sur tan nuestro, te envío otro saludo.
Gracias por tu visita, que devolveré en breve.
Un abrazo
Ya solo la imagen, me produce sentimientos de bienestar. Que unida a un texto como siempre bello,completa esa sensación. Besos
ResponderEliminarGracias Pilar, bienvenida de nuevo. Me alegro de tu vuelta. Qué pases una Feliz Semana Santa.
ResponderEliminarUn abrazo
Ojalá siempre fuera de noche... para poder estar solos y pasar porla vida más invisibles...
ResponderEliminarUn saludo.
Piel,
ResponderEliminarBienvenida.
Siento un ligero toque de amargura en tus palabras.
A mí la noche también me gusta pero...
Un abrazo
Hola Montse...mágicas palabras, mágica imagen...estos momentos nocturnos me gusta saborearlos, se perciben todos los sonidos y la vida de los más diminutos que durante el día quedan apagados por el ensordecedor ruido que todos producimos sin importarnos los decibelios que a diario soportamos...
ResponderEliminarComo siempre magnífica!!!
Un besazoooooo
Anakonda,
ResponderEliminarY el murmullo de las hojas mecidas por el viento, o el de las gotas de lluvia al golpear los tejados...
Sí es cierto. Todo se deja sentir mejor en el silencio de la noche.
Gracias
Un abrazo
Un día vi un pueblo muerto en Huesca. Vacío. Los pueblos también se mueren :( y dan un miedo... en fin... me gustan los pueblos, pero me gusta donde vivo. Es ciudad, Jerez, no es pueblo, pero la gente es como de pueblo y tampoco es un Sevilla o un Madrid.
ResponderEliminarDe todas formas, si la gente de la ciudad huye a los pueblos en vacaciones, por algo será.
Y hablando de vacaciones, si las tienes, a pasarlo bien :)
Alfonso,
ResponderEliminarme recordaste...
Cuando era niña siempre iba de vacaciones a un pueblecito con menos de 500 habitantes en invierno, pero que en verano superaba los 2000. Imagina el contraste.
Era una experiencia muy bonita.
No, no salgo de casa en Semana Santa, salgo la semana siguiente.
Un abrazo y que disfrutes la Semana Santa en Jerez
Montse,
ResponderEliminarme hiciste recordar un pueblo al que iba de pequeña en el que en invierno no había nada. En verano venían los veraneantes y se veía algo de ambiente, pero en invierno nada.
Es dura esa vida ¿Verdad?
Un abrazo
Teresa,
ResponderEliminarimagino que eres tú. YO también solía veranear en un lugar como ese. La verdad es que el invierno era deprimente. Casa, casa y más casa. El verano ya era otra cosa.
Un abrazo
Me encanta...relaja...te imaginas la mesa con la cena, el fuego, la sopa...el fín del día y el descanso ganado...mmmmmmmmmm...me gusta.
ResponderEliminarComo verás sigo vaga con el blog, pero de vez en cuando me desengraso...jajajaj...besitos. :)
CArla, me alegro de que te guste, y sobre todo de tu vuelta. jaja
ResponderEliminarVagaaaa!!
Besos
Hola.. buenas noches
ResponderEliminarDa gusto leerte e imaginar la llegada a casa con la chimenea encendida y el calor del hogar.. que belleza
Un abrazo de bella semana
Pues me refugio en tu rincón porque por esas calles vacías me ha parecido sentir el aire de la nostalgia.
ResponderEliminarUn abrazo
PD Tus demons (que no renos) ya están en el Museo.
Gracias :)
http://albumdiablo.blogspot.com/2011/04/museo-del-diablo-vitrina-36.html
Balo,
ResponderEliminarmil gracias por tus palabras. Como siempre, tú de noche, yo de día...
Jaja.
Un abrazo
Juanra,
ResponderEliminarde vez en cuando una dosis de nostalgia es buena. Me alegro de que al final sean Demons, y no Renos.
Recuerdo como discutíamos en casa...
Un besote
Salgo a la noche, paseo sus calles vacías plagadas de recuerdos, de vivencias, siento mis pasos en el empedrado, miro a la luna que me mira y disfruto de los silencios, disfruto de la brisa, y miro a una ventana, ya sin luz, donde habita una persona amada.
ResponderEliminarPrecioso blog
Saudades,
ResponderEliminarGracias.
Precioso comentario... Tan nostálgico como el post.
Gracias por tu visita que te devuelvo en cuanto pueda.
Un abrazo
Me complazco de la ciudad muerta cuando todos andan radiantes en otros lares, lejos de las calles, que cultivo una y otra vez, sin cruces de congéneres que alteren mi reflexión.
ResponderEliminarTodo tiene sus pros y sus contras, amigo Tronken. Es ley de vida.
ResponderEliminarA mí me gusta la soledad, pero no la impuesta, sino la elegida...
Me gusta la noche pero no la de los últimos años tan fría y deshumanizada. Añoro el silencio con un fondo de conversación pausada, un taconeo sin prisa de aquellos que se comen la noche para llenar el día, así era mi ciudad no hace tanto.
ResponderEliminarPreciso y precioso la descripción.
Bks de A.Dulac
A. Dulac,
ResponderEliminarA mí como digo, me gusta la soledad pero elegida, me gusta el silencio, que no hiera, sino que acompañe pensamientos, y me gusta el ambiente a pueblo en invierno, por lo entrañable.
Un abrazo grandote