Frunció el ceño, pero ni una palabra de reproche salió de su boca.
Aquello dolía, pero no quería que nadie lo notara…
Se guardó su rabia para sí misma.
Escondió sus sentimientos en el rincón más profundo de su corazón.
Guardó sus lágrimas para cuando nadie la vieran llorar.
Le dolía hasta el alma, pero sonreía intentando esconder su dolor.
Sacando fuerza de flaqueza ignoró su pena…
Aunque parezca de piedra, es de carne y hueso.
Admiro a las mujeres que saben convivir con su dolor...
ResponderEliminarAl escribir el comentario me ha salido un minipoema que me gusta, total que me lo he guardado para publicarlo un día de estos.
ResponderEliminarGracias por la inspiración.
Besos.
Me alegro, Torito, de haberte servido de musa. Una mañana con una amiga a la que admiro tiene la culpa.
ResponderEliminarAbrazos
Siempre se sacan fuerzas de donde no creáimos tener. En el dolor, la fragilidad, la madurez, etc. no suelo hacer distinciones por sexos...cada cuál los experimentará a su manera.
ResponderEliminarAunque no comparta la opinión de esa mujer abnegada, me gusta tu escrito.
Un abrazo
MIl gracias. Hay mucha historia bajo estas simples palabras, amiga Oteaba. Ella ya lloró lo que tenía que llorar. Ahora le toca sobrevir...
ResponderEliminarBesos
Entereza se le llama a esto. Y no me parece una mala actitud para sobrevivir.
ResponderEliminarUn biquiño, Montse.
Un texto conmovedor.
ResponderEliminarUn besico, guapica. Y lo de Almería fueron un par de horas, no dio para más. La Alcazaba...y al coche.
Espero que ese dolor de ahora se vuelvan sonrisas en el mañana.
ResponderEliminarNadie como la mujer para sufrir en silencio.
Un beso,
Salamandrágora,
ResponderEliminarEs cierto, a veces no sabemos lo que nos deparará la vida y la entereza que seremos capaces de mostrar.
Un abrazo
-------
Rosa,
La próxima vez a ver si el tiempo te da para un café.
;) Me encantaría conocerte.
Gracias por tus palabras.
Besos a tí también
El dolor cuando es grande es difícil que desaparezca del todo Sauda, pero su actitud me admira.
ResponderEliminarQuizás es que ya no le queden lágrimas...
Un abrazo, amigo
La que le cayó a la mujer desde que mordió la manzana. En todos los lugares de la Tierra y en todas las épocas. Es que no se ha librado ni una. Bárbaro.
ResponderEliminarDificil es esconder el dolor cuando está presente y comerse las lágrimas, muy dificil, pero mira, hay personas que sí pueden.
ResponderEliminarUn beso.
Cómo me suena todo eso que dices...
ResponderEliminarUn abrazo enorme (o dos).
Yo también las admiro.
ResponderEliminarHola Montse.
ResponderEliminarTe he visto en el face y te he saludado. Creo que mi mensaje irá a tu móvil.
En cuanto a tu post, magnífico. Sí, sabéis ser duras las mujeres, aunque no lo seáis tanto, es cierto tal como nos lo haces ver...
En cambio a veces los hombres son débiles y ruines, con la violencia de género.
Disculpa si no te visito como me gustaría. Estoy metido en una fase de desidia y como de cansancio mental... quizá sea el tiempo...
Un saludo.
Me siento absolutamente reflejada.
ResponderEliminarGracias amig@mi@
Alfonso,
ResponderEliminarHay un Email por ahí que si lo encuentro lo voy a subir. Me lo has recordado.
La verdad es que el sufrir en silencio es mucho más duro que un dolor compartido.
Un saludo
-----------
María,
la verdad es que cuando encuentras a una de esas personas, como ha sido mi caso, te dan una verdadera lección de vida.
Un abrazo
Kayla,
ResponderEliminarNos suena, me temo, a más de una...
Otro abrazo para tí.
........
Tracy,
Aparte de admiración, siento lástima. Siempre que puedo arrimo el hombro por si le sirve mi apoyo.
Un abrazo
José,
ResponderEliminarya te contesté por un privado en el Face. A veces me siento un fantasma que aparece sin ser real.
Jaja
Sobre el tema de la mujer te diría que ambos sexos deberían ser HUMANOS. Pero es cierto que el hombre se deshumaniza mucho más fácilmente que la mujer y se aprovecha de su ventaja como sexo fuerte.
Por desgracia este es el caso que inspiró mi post.
Abrazos
Gamyr,
ResponderEliminarmás de una nos sentimos así de vez en cuando. Lo malo llega cuando este sentimiento se torna permanente.
Abrazos, Gamyr
Como dice Oteaba, a mí tampoco me gusta esa abnegación, pero también te digo que de tus palabras se desprende esa profundidad de la que hablas.
ResponderEliminarUn beso.
Mercedes.
Mercedes, está basada en la realidad de una persona, una amiga que como ella dice ya ha llorado bastante.
ResponderEliminarUna triste historia.
Abrazos
Montse, que duro debe ser tener que vivir de esa manera. Dale apoyo, lo necesitará.
ResponderEliminarUn abrazo
Teresa
Lo intento Teresa, pero no nos vemos tan a menudo como nos gustaría.
ResponderEliminarAbrazos
Maravillosa carne, maravilloso hueso...
ResponderEliminarSaludos!
A veces, Amigo Antonio, sólo a veces.
ResponderEliminarUn abrazo
Mujer roble que aunque duela
ResponderEliminarguarda su pena entre sonrisas
y lágrimas.
Un beso
Es difícil convivir con el dolor, pero más disimularlo; ahí está el mérito.
ResponderEliminarYo me transparento y se me vuelan los pajaritos, ya me conoces, así que también las admiro como tú Mon.
Besos
Me ha encantado tu entrada, un gran homenaje a muchas mujeres que, con resignación, llevan su cruz a cuestas, aunque siempre con una sonrisa. Un fuerte abrazo desde el blog de la Tertulia Cofrade Cruz Arbórea.
ResponderEliminarhttp://tertuliacofradecruzarborea.blogspot.com/
Marisa, precisamente eso es lo que es de admirar. Su entereza enfrentándose a su propio dolor.
ResponderEliminarAbrazos
..........
Vivian, qué alegría verte de nuevo por aquí. Al menos te siento un poco más cercana.
Si algún día hablamos "por otro canal" te contaré su historia. Es de admirar.
Un besote y que sepas que no te olvido.
Gracias Pepe,
ResponderEliminarpor desgracia esta vez es la realidad la que inspiró mis palabras. Una realidad tan dura como digna de admirar.Te debo una visita.
Un abrazo
Por supuesto que sí, como todas nosotras.
ResponderEliminarAmelche,
ResponderEliminar¿Tú crees que todas???
...
Un abrazo
Difícil situación , la de quien la padece y la de la que padece por no poder hacer más.
ResponderEliminarNo la admires, quiérela y calla tus palabras y haz silencio sus conversaciones .
Un abrazo para ti y tod@s los que estén en estas situaciones,A.Dulac
El otro dia me decía, Antonia, que sentía contarme siempre lo mismo, pero que para ella tener un desahogo era muy importante. Escucharla, es lo mejor que puedo hacer por ella.
ResponderEliminarUn abrazo
Convivir con el dolor es maravilloso Ser mujer lo es tambien
ResponderEliminarTus letras se adptan a mi mente mientras te leo con placer
Besos querida
50sombras de grey
ResponderEliminarTe va a gustar leelo.Yo seguiré a medida que lo leo conversándolo en recomenzar
Aqui estoy ya que te veo siempre en el blog de Mucha
ResponderEliminary queria saber lo hermoso que escribes
Mucha, te diré que el dolor que invade a mi amiga es de los más grandes que se puedan sufrir, y ella hace eso, sufrirlo en silencio...
ResponderEliminarGracias por tus palabras y por la recomendación. Tengo una lista de libros demasiado larga para este verano, pero no lo olvidaré.
Un abrazo
-.-----
Muñeca,
eres bienvenida a mi pequeño rincón. Ojalá lo disfrutes.
Un abrazo a tí también.
Siempre se dijo, que la mujer dentro de su aparente frajilidad, és mucho más fuerte que el hobre y exterioriza menos sus sentimientos.
ResponderEliminarMis saludos para tí.
Pablo Grados
Es cierto Pablo, pero como dice el título del post, somos de carne y hueso y todo, hasta el dolor, tiene su límite.
ResponderEliminarUn abrazo
siento gran admiracón por tantas y tantas mujeres que son capaces de sonreir a pesar de estar doloridas hasta el infinito, no sé si podría ahogar tanto sufrimiento, me parece que explotaría llevándome por delante a quien estuviera cerca...es verdad que muchas veces no sabemos como reaccionaremos ante determinados hechos...pero controlar esos sentimientos...es super dificil...
ResponderEliminarBesos MOntse
Yo pienso que Dios nos creó con lágrimas para llorar, ahora que cada una elige el momento de usarlas. Ella prefiere hacerlo en la soledad de su alcoba y al abrigo de su manta.
ResponderEliminarGracias por tu comentario.
Un abrazo
Y yo me pregunto... ¿es bueno para ella soportar en silencio ese dolor? No sé: yo soy más de sacarlo fuera...
ResponderEliminarUn beso. ;)
CArlos,
ResponderEliminarbueno no sé, seguro que no, pero no quiere contagiar su llanto, lo cual considero loable.
Quizás algún día compartamos también esta historia, una de tantas, pero esta vez, cercana.
Besos
... definición exacta de la palabra dignidad. Nuestro yo de define exactamente por aquello que no decimos. Lo hablado, incluso en ocasiones puede resultar irrelevante.
ResponderEliminar:)
Qué razón tienes amiga Ana, Y son tantas las veces que nos envuelve eso que tú llamas dignidad...
ResponderEliminarAbrazos