Hijo es un ser que Dios nos prestó para hacer un curso intensivo de como amar a alguien más que a nosotros mismos, de cómo cambiar nuestros peores defectos para darles los mejores ejemplos y de cómo aprender a tener coraje. ¡Sí, eso es! Ser madre o padre es el mayor acto de coraje que alguien pueda tener, porque es exponerse a todo tipo de dolor, principalmente a la incertidumbre de estar actuando correctamente y al miedo a perder algo tan amado
¿Perder?
¿Cómo?
No es nuestro.
Fue simplemente un préstamo... EL MÁS PRECIADO Y MARAVILLOSO PRÉSTAMO ya que son nuestros solo mientras no pueden valerse por sí mismos, después le pertenecen a la vida, al destino y a sus propias familias.
Dios bendiga siempre a nuestros hijos pues a nosotros ya nos bendijo con ellos.
Este escrito ha aparecido en mi vida justo cuando el segundo de mis hijos comienza a "volar" fuera del nido.
ResponderEliminarMe encantó.
Un abrazo
Montse palabras con una gran verdad, nosotros los cuidamos y ayudamos a su formación para que un día sean ciudadanos del mundo que vuelan en libertad.
ResponderEliminarUn beso,
Es una gran verdad, Sauda, pero ¡Ay como cuesta!. Y las dudas sobre si lo habremos hecho bien siempre nos acompañan.
ResponderEliminarUn abrazo
inteligentes letras
ResponderEliminarsaludos
Un genio Saramago, desde luego Montse. Por cierto, hablando de Saramago, si no lo has leído te recomiendo que leas su libro: CAÍN. Fue casi el último que escribió. Una maravilla, no pararás de reir.
ResponderEliminarBesos.
Que manera tan certera de exponer que los hijos no son nuestra propiedad, cosa que much@s les cuesta entender. Poner todas las armas a su alcance para que vuelen solitos....¡me gusta que así sea!.
ResponderEliminarMe sumo a la recomendación de Moderato. Te lo leerás en un pis pás, si no lo has hecho ya.
Un abrazo
Omar,
ResponderEliminarHoy el merecedor de aplausos es Saramago.
Bienvenido a mi pequeño rincón. Te devolverá la visita.
Un abrazo
Hermosas palabras y muy verdaderas. Es doloroso dejarlos partir pero hay que pensar en su propia felicidad más que en la nuestra. Abrazos
ResponderEliminarJosé,
ResponderEliminarAcabo de descargarme tu último libro para este verano. Tengo mucha tarea, pero procuraré sacar un rato para leerlo.
Gracias
Oteaba,
ResponderEliminares cierto. Fueron nuestros, pero llega un momento en el que ya no lo son, y ¡Cómo cuesta admitirlo!
Leeré el libro. Prometido. Ya sois dos los que me lo habéis recomendado, y precisamente dos amigos de peso.
Un abrazo
Ligia,
ResponderEliminarsí, por mucho que duela es así. Lo importante es seguir apoyándoles.
Un besote
Es un escrito precioso, y en estos momentos, seguro que lo has "sentido" de una forma muy especial. Un fuerte abrazo desde el blog de la Tertulia Cofrade Cruz Arbórea.
ResponderEliminarhttp://tertuliacofradecruzarborea.blogspot.com/
No soy madre... no puedo opinar
ResponderEliminarun abrazo :)
Cierto, Pepe. Mi corazón se encontraba especialmente susceptible. Me llegó muy profundo.
ResponderEliminarGracias.
Un abrazo
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Mariluz,
Pues yo te lo cuento. Es difícil llegar a entender que los hijos dejan de ser parte nuestra para pasar a ser ellos mismos... Se les quiere tanto!!
Un abrazo
Es difíicl poner límites amiga. Yo creo que la misma naturaleza señala las metas. Sólo le pido a la vida suerte para ellos.
ResponderEliminarPrecioso,
Un besote
Teresa
Ese es mi miedo, Teresa, hasta ahora han estado bajo nuestras alas ypara bien o para mal los hemos protegido, pero ¿qué será de ellos ahora que comienzan a volar?
ResponderEliminarUn abrazo, amiga
Precioso Montsita!! Ay las mamis con los niños!!! el lacito que nos une a ellos es quizás mas fuerte que al de las niñas no crees??
ResponderEliminarBss
No podía tener otro autor este maravilloso texto.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con Saramago, como casi siempre, tan certero. Es cierto, los que sois padres, sois unos valientes.
ResponderEliminarUn abrazo Amig@.
Así es la vida, todos hemos volado, nosotros fuimos hijos y volamos, y ahora ellos son hijos y vuelan, no van a ser menos, son tan libres como lo fuimos nosotros.
ResponderEliminarUn beso.
Angie, no sé, es difícil de explicar, pero yo siempre entendí que era al revés, que los hijos tienen fijación por sus mamis y en mi caso...
ResponderEliminarEn fin, seré la excepción que confirma la regla.
Jaja
Un besote
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Tracy,
He decidido leer más de este escritor. Me gusta lo que he leído hasta ahora.
Abrazos
Salamandrágora, ¿Valientes? yo diría cobardes a más no poder. Pensamos que en la protección está el éxito, y no nos atrevemos a dejarlos volar...
ResponderEliminarUn abrazo
María,
ResponderEliminary los ciclos se repiten, pero ya no nos acordamos del anterior cuando estamos metidos de lleno en el siguiente.
Un abrazo, amiga
Un hijo... que bello, que grande!
ResponderEliminarSaludos y un abrazo.
Lo más grande, diría yo, amigo Antonio
ResponderEliminarUn abrazo
Te devolveré la visita, Boris. Y feliz fin de semana para tí también.
ResponderEliminarSaludos
No la conocía.
ResponderEliminarLa comparto totalmente.
Besos.
Yo tampoco lo conocía hasta que me llegó en un Email. Me pareció genial y por eso lo compartí.
ResponderEliminarUn abrazo Toro.
Increíble lo que dice el maestro Saramago. Te cuento una pequeña historia real que me ocurrió.Fui a ver a un amigo que estaba de guardia jurado en el Palacio de Congresos de Granada (estaba casado con una granadina, todo hay que decirlo).Mientras lo saludaba entra un señor alto y delgado y mi amigo le pide identificación. Sin perder la compostura le dice : Soy el autor. Se refería a que era el autor de la obra de teatro que se iba a estrenar. Una estrella hubiese dicho: Ah,¿pero no sabes quién soy?. Me dio una lección de humildad sin querer, ya que el encuentro fue completamente fortuito. Eso es lo que hizo grande a este hombre y desde entonces he leido cuatro de sus más importantes novelas. Un ejemplo a seguir.
ResponderEliminarA mí Saramago es que tú sabes... me lía leyéndole. Pero lleva un poco de razón en lo que dice ahí de los hijos.
ResponderEliminarA mí me ha gustado ese sentimiento de pertenencia. Mi madre decía 'mi niño' hasta que se murió. Y eso a mí me agradaba.
Eso es una cosa importante, sí, los hijos deben volar. Pero no demasiado lejos. Porque los padres y las madres hay momentos en que nos necesitan.
He visto morir a padres y madres solos en el hospital. Eso no es justo.
Precioso comentario Pedro. Toda una lección de humildad. Qué suerte tuviste de estar allí en aquel momento.
ResponderEliminarUn abrazo
alfonso,
ResponderEliminarNo he leído nada de él, pero aprovecharé el verano para hacerlo, aunque con la lista que tengo, no sé de donde voy a sacar el tiempo. Hasta entonces no puedo opinar, pero lo haré.
Yo también pienso que la "independencia" hasta cierto punto. Somos necesarios tanto los padres para los hijos, como los hijos para los padres.
Un saludo
Precioso Montse, siempre nos regalas cosas hermosas. Un hijo es el reflejo de nosotros mismos, y hemos dejarlo volar para que terminen de forjar su propio camino pero que duro es verdad, para una madre.
ResponderEliminar:) Besitos
Amigos, este texto no es de Saramago. Saramago era un ateo militante y su prosa montones de veces más profunda e interesante que este apócrifo autoayudesco. Para los que lo llaman maestro por acá, quizá primero deberían leerlo un poquito antes de admirarlo con la única información de que es un premio nobel.
ResponderEliminarTres libritos les recomiendo, a ver si se hacen una idea: El evangelio según jesucristo, Caín y Memorial del convento.
Un abrazo.
¡Ah, qué verdad! ¡Qué gran verdad!
ResponderEliminarUn abrazo grande. ;)
Darilea,
ResponderEliminar¿Dificil? eso es poco. ¿Cuando deja de "doler" un hijo?¿Cuándo dejamos de "sentir" a un hijo?
¿Cuando dosificamos nuestro amor hacia ellos?
Yo creo que nunca.
Hasta entonces, no podrán desaparecer del todo de nuestro lado.
Un abrazo
Victor,
ResponderEliminarYa he comentado por allá arriba que no he leído nunca nada suyo. Si este texto le pertenece o no, yo no soy quien para probarlo. Sólo me llegó por Email firmado por él. Sea de quien sea, y escriba Saramago como escriba, a mí el texto me ha llegado muy dentro,quizás porque llegó en el momento preciso, y por eso quise compartirlo.
Gracias por tus informaciones.
Un saludo
Carlos,
ResponderEliminara tí también te viene que ni pintado en estos momentos.
...
Gracias por volver.
Un besote
Y, ¿qué tal tu hijo en selectividad, por cierto?
ResponderEliminarAprobó, amiga Ana, y para lo que esperábamos se puede decir que estamos muy contentos. En el inglés, que es su fuerte se salió porque se estaba mareando del calor y de lengua no habían dado durante el curso lo que les preguntaron. La culpa no es de ellos sino del profesor que les preparó. Mi hijo lo aprobó, pero hay un montón de suspensos en lengua.
ResponderEliminarBueno, que nosotros hemos tenido suerte.
Un besote y gracias por interesarte.
Amiga, en ese caso, deberías borrar del título que el texto pertence a Saramago, por respeto al escritor, a sus lectores y también a los tuyos.
ResponderEliminarSi el texto te gusta sin importar quién es su autor, corrígelo, porque de Saramago no es. Ni los padres ni los hijos merecen que se siga expandiendo una mentira.
Un abrazo.
A petición de Victor, un comentarista que asegura que el texto no es de Saramago, quito el nombre del autor del título.Si alguien sabe a quién pertenecen estas preciosas palabras y quiere compartir la información, por favor, no dejes de hacerlo.
ResponderEliminarUn abrazo Victor, y gracias una vez más.
Yo solo te diré que tener un hijo ha sido una de las experiencias más hermosas que he tenido. Todas las etapas, desde cuando estaba en mis entrañas a cuando "ha volado" las he vivido con bienestar. Creo que cada una tiene su "aquél"
ResponderEliminarUn abrazo.
Mercedes.
Escribes hermoso y eres bella
ResponderEliminar¿Qué te voy a decir yo, Mercedes, que tengo tres en distintas etapas?
ResponderEliminarEso es lo bueno, disfrutar de cada momento.
Precioso comentario.
Un abrazo
Gracias Roberto. Un piropo siempre viene bien.
ResponderEliminarSaludos
Hola Montse...la verdad es que sea de quien sea el texto...es precioso y desde luego hace reflexionar acerca de si realmente los hijos "nos pertenecen"...que dificil admitir que tienen sus propias alas para volar
ResponderEliminarUn beso
Unas palabras muy ciertas,
ResponderEliminarpor un hijo se da la vida.
Un abrazo muy grande Montse.
Anakonda, la verdad es que es algo más que difícil. Y lo peor de todo es que ese momento llega y hay que afrontarlo.
ResponderEliminarUn abrazo, amiga
Marisa, sean de quien sean, son palabras profundas que llegan muy, muy adentro del alma del que tiene hijos.
ResponderEliminarA mí me han hecho reflexionar a conciencia.
Un abrazo.
Que yo sepa, Saramago no tuvo hijos. Además, no parece su forma de escribir, mucho más enrevesada, con más subordinadas y párrafos larguísimos. Y tampoco creo que hubiera mencionado a Dios en un escrito así. No sé de quién es el texto, pero de Saramago la verdad es que no tiene pinta de ser.
ResponderEliminarSon la exacta medida de nuestro yo. Seremos siempre aquello que se deduzca de la actitud que hayamos tenido con ellos a lo largo de nuestra vida. Nada nos define mejor que nuestro yo en referencia a ellos; nuestros hijos.
ResponderEliminarBesos.
Estoy de acuerdo amiga, pero ¿Por qué entonces cuando hay varios y a todos se les da lo mismo cada uno "sale" a su manera???
ResponderEliminarTodo un misterio.
Un abrazo
Hola Montse, tienes post bonitos, para mí éste ha superado a los demás.Bella descripción y qué razón tienes.
ResponderEliminarNo hay amor más fuerte y verdarero .
Lo difícil está en asimilar que ese maravilloso préstamo se tiene que ir, después de formar parte de tu vida durante tantísimo tiempo.
Besos.
Estoy de acuerdo con el comentario de amelche definitivamente no parece de Saramago esta reflexión, quien si tuvo una hija, lean "El evangelio según Jesucristo" excelente, cito una frese de Saramago "Dios es el silencio del universo, y el ser humano, el grito que da sentido a ese silencio"
ResponderEliminarBuenísima la frase, Pakote. Gracias por tu aportación.
ResponderEliminarUn abrazo
Ni de coña esta frase es de Saramago. Respeten su memoria. Quédense con la frase si les gusta y les satisface, pero revisen la fuente. Señores, Saramago era ateo, declarado. Cualquiera que le haya leído y seguido lo sabe. Y desde luego no escribía así.
ResponderEliminarY considero que si te correponde a ti, puesto que le citas, averiguar si es suya o no (que es que no). Ante la duda, puesto que lo que importa es el contenido, no se pone su nombre. Es mi opinión. Un saludo
ResponderEliminarAnónimo sin nombre, ¿Quizás para que no se te reconzca? Ya quité del título el nombre del supuesto autor. Sí, el texto me gusta y por eso lo coloqué aquí, pero no es mi tarea juzgar si es o no es de o si pertenece o no a. Si tanto te molesta, no lo leas. No creo que Saramago, allá donde esté, se esté revolviendo en su tumba porque se le atribuya algo que no es suyo, ni es mi intención maldecir a nadie adjudicandole a su pluma tan bellas palabras.
ResponderEliminarNo suelo responder a comentarios sin firma, no me inspiran ni confianza ni simpatía, pero ya que te tomaste la molestia de pasar por aquí de nuevo, haré una excepción
Me extraña que esta frase sea de Saramago que fue ateo y combativo anti religioso. Habría que decir en qué libro o artículo aparece. Independientemente del autor, la frase está muy bien.
ResponderEliminarDe hecho, la diócesis de Granada en su web oficial aclara:
"Hemos tratado de encontrar la autoría del texto, pues nos gusta comprobar lo que colgamos en el blog, pero no lo hemos conseguido. De todas formas nos parece genial".
Y la Fundación José Saramago emitió el siguiente comunicado sobre esta frase:
"A propósito de um texto atribuído a José Saramago, intitulado "Definição de Filhos", que circula pela Internet, a Fundação José Saramago esclarece que o mesmo não corresponde a nenhum texto literário nem a nenhuma declaração jornalística proferida pelo Escritor".
Gracias José Carlos por tu amable comentario que aclara puntos dudosos. Quedémonos con lo bueno, el texto, que en sí encierra tanto sentimiento como los que pueda sentir cualquier padre por sus hijos. He intentado acceder a tu perfil para agradecerte tu amable aportación, pero no es público. Ojalá leas estas palabras aquí.
ResponderEliminarUn abrazo, amigo y gracias de nuevo.