lunes, 12 de mayo de 2014
Un barquito chiquitito
Camino a menudo sola al lado del mar, y es entonces, al ver algún barco entrando o saliendo del puerto, cuando las notas de esta canción infantil, suenan en mi mente:
Había una vez un barquito chiquitito…
Un barquito, que nunca llegó a mi puerto.
Es curioso como incluso los sueños, tienen fecha de caducidad.
Hay varios de esos deseos de mi infancia o juventud, que entonces eran muy importantes y hoy apenas son un recuerdo. Decir “soñar” no define el sentimiento. Más bien serían anhelos, cosas que pensabas llegarían tarde o temprano y te harían feliz. Con el paso del tiempo triunfa la realidad y compruebas que la vida te ha ido quitando poco a poco la ilusión.
Tantas veces de niña soñé con vivir al lado del mar…
En mis sueños aparecía un barco, navegaba,
disfrutaba de la brisa, del vaivén de las olas, de la libertad…
Hoy la vida se ha encargado
de que deje de soñar…
Otro día os contaré alguno más de esos deseos que el genio de la lámpara no escuchó.
¿ Y tú, tienes alguno?
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Holaaaaa guapa, muy de acuerdo contigo, con el tiempo y las experiencias que uno vive, alguños sueños se desvanecen...otros medio se consiguen y otros vuelven a soñarse aunque sea con modificaciones...
ResponderEliminarUn besazooooo!!
Muchos de los sueños que no se realizaron siguen ahí, en mi caso, pero con mucha menos intensidad. Es cierto, la realidad siempre se impone y la resignación taimada atenúa su pálpito. Debe de pasarnos a todos.
ResponderEliminarUn abrazo, Amig@
Yo también tuve sueños que ya nunca se podrán realizar, y otros con los que mantengo la espectativa de que algún día sucedan... Abrazos
ResponderEliminarAl cumplirse alguno de los deseos te llenas de una felicidad tan grande que no te importa que otros hayan caducado.
ResponderEliminarLos sueños de niñez se convirtieron en realidad y ahora otros sueños ocupan su lugar, ojalá se cumplan.
ResponderEliminarUn cariñoso abrazo,
Los sueños de niñez se convirtieron en realidad y ahora otros sueños ocupan su lugar, ojalá se cumplan.
ResponderEliminarUn cariñoso abrazo,
No ¡No, no dejes de soñar !
ResponderEliminarque si es preciso
una y otra vez
Yo te susurraré
Como es el mar.
Besos
André
hello montse all you dreams and wishes come true kisses
ResponderEliminarYo cuando pequeño soñaba con ayudar a la gente para hacer de este mundo un lugar mejor para vivir. Pero con los años, la vida me enseñó que sólo se puede ayudar a quienes quieren ser ayudados. Y muchas veces, ni siquiera a ellos.
ResponderEliminar¡Saludos!
Yo tengo un deseo que me gustaría se hiciera un sueño para ti: no dejes nunca, nunca de soñar. Para mantener esos sueños, desde mi punto de vista tengo una cosa clara: nunca deben ser los mismos, sino variar continuamente o cada cierto periodo de tiempo. eso es para mí lo más esencial...
ResponderEliminarUn fuerte abrazo mi querida Montse!
Supongo que nuestros sueños tienen que ver con nuestras expectativas e ideales... pero éstas/estos tienen que competir con los del resto y bueno... la Ley de causa-efecto hace el resto...
ResponderEliminarNo obstante supongo que no debemos perder la esperanza de conseguirlo mañana, o pasado u otro día futuro... Creo que fue Aristóteles el que dijo que "la esperanza es el sueño de los despiertos"...
Creo que era Confucio el que dijo que "la vejez comienza cuando los recuerdos pesan más que la esperanza"... supongo que aplazar ese comienzo está en nuestras manos... aunque no lo sé, pues yo tan pronto subo como caigo...
Espero que tus sueños se cumplan en un futuro reciente y que esa desgana aparente desaparezca...
Besos.
Naturalmente que tengo, yo creo que todos los tenemos...!
ResponderEliminar:)
Y cuando se van...dejan el dolor del vacio, amiga Montse.
Tambien hay otros sueños que tenemos porque necesitamos tenerlos. Si no los tuvieramos...ay de nosotros...
Un beso enorme de este viejo amigo que ha vuelto.
Anakonda,
ResponderEliminarestoy en esa etapa en la que los sueños de siempre se han ido borrando, los de hoy a menudo no llegan a hacerse realidad y los de mañana los veo tan lejanos...
Un abrazo, amiga
Salamandrágora,
ResponderEliminarla vida misma se encarga de demostrarnos lo que puede y lo que no puede SER
Un abrazo
Ligia,
ResponderEliminarMucha suerte con estos últimos. Sigue confiando, amiga
Un abrazo
Tracy,
ResponderEliminarla verdad es que a veces SI, pero a vecer NO.
Un abrazo.
Saudades,
ResponderEliminarpero ahora nuestros sueños son un poco más "realistas" amigo Saudades. Lo suficiente para creer lo justo y necesario.
Un abrazo
Gracias André.
ResponderEliminarIntentaré seguir tu consejo. En parte mi sueño se cumplió. Vivo al lado del mar...
Besos
Albert,
ResponderEliminarthank you so, so much. I wish you the same.
Good luck
Juan Carlos,
ResponderEliminaruno más de tantos desengaños que nos da la vida. Nos queda el consuelo de pensar que son lecciones.
Un abrazo
Querida Montse.
ResponderEliminarTienes la suerte de tener el mar cerca. disfrutalo desde tierra, que también es hermoso. Tus otros deseos puede que lleguen algun día a ser reales. Si yo te contara cual es el mío...
Un abrazo,
Teresa
Buena táctica, José.
ResponderEliminarA ver si me pongo a hacer innovaciones. jeje.
Gracias por tus palabras, amigo. Sé que son sinceras.
Un abrazo
Impersonem,
ResponderEliminarComo siempre tu comentario es toda una lección de vida. Es quizás el efecto del desengaño el que afloja el mecanismo del sueño. A mayor desengaño, menor el deseo de seguir soñando. ¿No crees?
Un abrazo
Corne,
ResponderEliminarme alegro de tu vuelta. Bienvenido a casa
Creo que el soñar es algo inherente al ser humano, y tropezar y volver a hacerlo, es también lo común. Por eso soñamos, nos desengañamos y volvemos a soñar, pero ¿hasta cuando?
Un abrazo, "viejo" amigo
Felicidades por pisar la arena a diario e inventar historias que creas con tu alma
ResponderEliminarLa vida y el tiempo se encargan de acabar con nuestros sueños.
ResponderEliminarAl final sólo nos queda el recuerdo de ellos.
Besos.
Sí, lo creo... pero si dejamos que los desengaños nos roben los sueños nos dejarán sin el combustible para seguir avanzando... "saber que se puede, querer que se pueda, quitarse los miedos, sacarlos afuera, pintarse la cara color esperanza, tentar al futuro con el corazón" que dice el estribillo de la canción de Diego Torres, tal vez deberíamos convertirla en el estribillo de nuestras acciones.
ResponderEliminarBesos y ánimos.
Yo también recuerdo esa canción con sabor a niñez, pero nunca hay que dejar de soñar, porque soñar es muy bonito, y siempre te saca una sonrisa. Un beso grande y buen finde Montse.
ResponderEliminarTeresa, pues ya me dejaste con la curiosidad. Pero respeto tu silencio. Cuando quieras, soy toda oídos
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Mucha.
ResponderEliminarLa arena no la piso, pero la veo cada día, eso sí, desde tierra.
Un abrazo
Toro,
ResponderEliminary ese recuerdo a veces, pocas, reconforta, pero la mayoría de las ocasiones, nos produce rabia por lo que pudo ser, pero no fue
Un abrazo
Impersonem,
ResponderEliminarME ENCANTA ESA CANCIÓN. Es una de mis preferidas. Tiene una letra maravillosa que tú te has encargado de recordar. Estoy de acuerdo contigo en que los sueños mueven el motor, pero si se acaban... ¿Qué se puede hacer? Es difícil seguir soñando cuando ya has fracasado en el pasado.
Un abrazo, amigo
Pepe, esa es la teoría. La práctica es lo más difícil. La mente a menudo va por libre, es libre y vuela libre.
ResponderEliminarFeliz finde a ti también, amigo
Yo nunca he sido especialmente soñador, de hecho creo que peco de demasiado frío a la hora de valorar expectativas. Eso quizá me ha ahorrado algún disgusto, pero aún así a veces sí he visto como planes y proyectos caían rotos en pedazos como de cristal. Y duele. En cuanto a deseos concretos soy muy modesto. No necesito un gran coche, una gran casa ni excesivo dinero. ¿Cambiar la cámara de fotos? ¿Comprar un objetivo "pata negra"? Poco más...
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