Piratas que batallan en mares bravíos,
Barcos que zozobran cuando son heridos.
Cañones que disparan, fuertes explosiones,
Cuchillos y espadas que chocan sus brillos...
Todo es real,
En los sueños de los niños…
Princesas que sollozan tras herméticas ventanas.
Prisioneras de ogros, señores del castillo.
Valientes caballeros que acuden a salvarlas,
Al trote de caballos, luciendo su brío.
Todo es posible,
En las mentes de los niños…
Hadas con alas y floreados vestidos,
Juegan a volar sobre un bosque encantado,
Con ranas que hablan a la orilla del río.
Hechizado príncipe, en sapo convertido…
Sortilegios y brujas, magos amigos…
Encantamientos de ayer, hoy presentes,
Que acaban al fin, al romperse el maleficio.
Finales felices que pueblan sus mentes.
Todo es verdad,
En el mundo de los niños…
¿Crees aún en los cuentos de hadas?
Si. Hago un esfuerzo y trato de recordar. Por qué cuando crecemos ya no nos acordamos de como pensábamos cuando éramos niños. si fuéramos capaces de hacerlo, la gente que lo consigue, es la mejor gente del mundo.
ResponderEliminarEspero que todo te vaya de maravilla querida MOntse. Se te quiere.
Besos.
Precioso comentario, amigo José.
ResponderEliminarLa verdad es que si los adultos creyeramos más en los cuentos de hadas, la vida sería más sencilla, tendría más color y las sonrisas volarían cual mariposas a nuestro alrededor.
Quiero creer!!!!
Un abrazo grandooote
Claro que creo!!!! Mira, hace poco viví uno de ellos, y ahora se me ha ocurrido, lo voy a colgar en el blog, porque me emocionó tremendamente.
ResponderEliminarUn besazo Montse
Estaría bien entrar en ese mundo de vez en cuando... pero no creerlo real siempre, porque veríamos demasiada bestia alrededor y finales sin sentido :S
ResponderEliminarUn besazo!
Latris,
ResponderEliminaradelante, espero a leerlo ya mismo.
Te busco el Power Point y te lo envío.
Un abrazo
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Cris,
Pero ¿Y las hadas, los deseos cumplidos y el saber que esa irrealidad es real?
A mí me encantaría entrar en el interior de un cuento.
Un abrazo
La magia nunca debe perderse, lo único que cambia es la forma.
ResponderEliminarTierno y evocador texto.
Besos
Sí Mercedes, cuando perdemos la magia, perdemos la esencia de todo lo que nos rodea...
ResponderEliminarGracias
Un abrazo
Que la magia y la ilusión nunca se pierda de nuestro interior.
ResponderEliminarY sí, aún creo en la magia de los cuentos de hadas porque en mi interior llevo la niña adentro.
Un beso.
Qué dure por siempre María esa ilusión de creer en lo increible.
ResponderEliminarun abrazo
Qué gusto, recordar la infancia. Me hand dado ganas de leer algún cuento de los que tengo por ahi de mis niños.
ResponderEliminarun abrazo de Teresa
Jaja, Teresa,
ResponderEliminaryo esta tarde estuve colocando un armario de juguetes, cuentos...
Y de ahí salió la entrada.
Me encanta tanto leerlos como escribirlos.
Besos
a veces se nos olvída que un día fuimos niños..
ResponderEliminarSiempre con tus famosos puntos suspensivos, me matan. Feliz 2011 para tí también. Un abrazo Montse!
Montse, me encantan las hadas y los cuentos de hadas, y me gusta mucho lo que has escrito, qué cierto que todo es posible en las mentes de los niños, y en la de algunos adultos también.
ResponderEliminar"Todas las personas mayores fueron al principio niños. Aunque pocas de ellas lo recuerdan."... El Principito.
Yo también quiero creer!!! Besitos!!!
Viyo,
ResponderEliminarvolvemos a la infancia cuando tenemos nuestros propios niños, y espero que volvamos de nuevo al llegar los nietos...
Te envié algo por Email:
http://mosaicoderetazos.blogspot.com/2010/05/puntos-suspensivos.html
Por si vuelves por aquí.
;)
Besos
Isora,
ResponderEliminar¡Gracias!
Una de mis aficciones de siempre ha sido sacarle flecos a los cuentos, bien en forma de dibujos, o bien en extensiones de partes del relato.
Me encanta.
No sé, creo que la niña que llevo dentro pide más...
jaja
Besos
y gracias de nuevo;)
Montse ¿por qué no?..."Resulta gratificante estar con gente que son capaces de ser como los niños. Personas que no han olvidado que es posible ser dichoso y ser responsable al mismo tiempo. No temen lo que piensen los demás y, a veces, pueden sumergirse por completo en lo fantástico, creando mundos propios, como cuando los juguetes cobraban vida. Para ellos todo es posible con sólo imaginarlo porque no han perdido la capacidad de vivir el "ahora". "
ResponderEliminarLo anterior es un párrafo copiado de mi blog de Second Life cuando explico quien es Oteaba. Ojalá encuentre en mi camino mucha gente que, como decía Pablo Neruda, no hayan perdido el niño que llevan dentro.
Un BesOte :)
Buenas noches..
ResponderEliminarUfff.. creo que este cuento lo escribirte para mi... jjejeje.. como me gusta.. soy y sigo siendo una niña y ... SI ..creo en los cuentos de hadas...jjeje...
Besotessssss de lindos sueños..
Montse, quizás bastaría con prolongar el espíritu navideño a todo el año, así todo iría mejor y nos querríamos más. Un besote.
ResponderEliminarOteaba,
ResponderEliminarprecioso comentario. Tan lleno de razón como bonito.
Estoy convencida de que usamos muy poca parte de los entresijos de nuestra mente, y en algún lugar, ahí escondido a buen recaudo, tenemos un apartado para desdoblar nuestra personalidad y volver a ser niños...
Y lo peor es que lo creo.
un abrazo grandote
Balo,
ResponderEliminarno, no está escrito para tí, sino para mí.
No es sólo cuestión de creer, sino de crear tus propios cuentos.
Yo lo hago a menudo, y vivo en ellos como si fueran reales... ( La mayor parte de las veces, al volver a tierra, me doy un coscorrón, pero, mientras duró, mereció la pena.
Besos y, jaja, buenos días.
;)
Pedro,
ResponderEliminarmil veces lo he pensado, pero eso es imposible. Nos cansaríamos como hacemos con todo.
La magia de la navidad nos llena tanto precisamente por eso, porque dura poco.
Pero los conceptos humanos, que en Navidad afloran, eso sí, deberíamos prolongarlos "hasta el infinito y más allá"
Besos
Yo creo en los cuentos de hadas.
ResponderEliminar(Y el día en que los cuentos de hadas crean en mí, verás la que montamos :D)
Un saludo
(Me gusta el texto ;)
Tú eres un puro personaje. jaja
ResponderEliminargracias
Besos
Mucho he disfrutado
ResponderEliminarcon aquellos cuentos
de hadas y hasta alguna vez
he llorado con los ogros
y los monstruos.
Tienes razón Montse
todo es verdad en el mundo
de los niños.
Besos
Pues tengo una relación amor odio. Hubo hadas que me gustaron. Una me enamoró, que fue la hada de Pinocho. Luego, la de la Cenicienta también me cayó muy bien. Pero cuando se rebelaron en la bella durmiente, ya me dieron miedo. Desde entonces no sé distinguir las hadas de las brujas :-s
ResponderEliminarPor cierto ¿las hadas no se casan? ¿son todas solteras? siempre me pregunté eso de niño jj
Un fin de semana más me tienes paseando entre tus cosas. Siempre geniales. Buen weekend.
ResponderEliminarSaludos y un abrazo.
Jaja,
ResponderEliminarAlfonso, le echas imaginación al asunto.
Pues la verdad es que no lo sé. A la próxima que vea por aquí le pregunto, aunque puedo intuir ( tengo un cuento sobre el mundo de las hadas a medio escribir) que sí.
;)
Saludos.
Antonio,
ResponderEliminarTe devuelvo ese abrazo. Feliz weekend for you as well.
;)
Pues no, no creo en las hadas. Y lo siento, porque con ello sé que mi vida es menos bella...
ResponderEliminarUn beso. ;-)
...Y menos en un momento tan gris como este.
ResponderEliminar¡Animo, amigo!
Un abrazo
Me encantan los cuentos, en general. Y al igual que Josef pienso que todos seríamos mucho mejores si no perdiésemos -o recuperásemos- la capacidad de creer que teníamos en la infancia. Algo así como "La historia interminable" de Michael Ende
ResponderEliminarabrazos de domingo lluvioso
Compartimos sentimientos, amiga Mariluz.
ResponderEliminarOjalá lospongamos en práctica algún día.
Besos
(lluvioso y FRIO)
Estimada amiga:
ResponderEliminarUn colega –ya sabes, de esos que pueblan mi unidad cibernética- escribió acerca de un hada y un dragón un relato corto, que gustó a su destinataria.
A veces en mentes de cincuentones –bueno casi, casi- descubres todo un mundo de fantasía y buen final.
Como debe ser.
Salu2 de buenas tardes
Tronken,
ResponderEliminarNi 40 ni 50, niños grandes. Y qué el brillo de la mirada de ese niño que todos deberíamos llevar dentro no se pierda.
Te aseguro que el mundo iría MUCHO mejor.
Un abrazo