Recocías 2

Después de mi convincente explicación de la palabra “RECOCÍAS” del otro día, en la que os regalé una buena historia de ejemplo, como prometí,  hoy voy un poco más lejos, y os cuento otros dos casos de mujeres de este tipo.

Por cierto, ¿Existirá la palabreja también para hombres?

No, creo que lo que no existen, son los hombres “recocíos”

Un hombre fue al aeropuerto a acompañar a su esposa, que viajaba a París.

A la salida de inmigración, frente a todo el mundo, él le desea buen viaje y en tono burlón le grita:

- ¡¡Amor, no te olvides de traerme una hermosa francesita ¡¡ Ja ja ja!!

Ella bajó la cabeza y se embarcó muy molesta.

La mujer pasó quince días en Francia.

A su vuelta, el marido, fue a recogerla de nuevo.

Al verla llegar, lo primero que le grita a toda voz es:

- Y, amor ¿¿me trajiste mi francesita??

- Hice todo lo posible, - contesta ella - ahora sólo tenemos que rezar para que nazca niña.

Y la número 3

El marido, en su lecho de muerte, llama a su mujer. Con voz ronca y ya débil, le dice:

- Muy bien, llegó mi hora, pero antes quiero hacerte una confesión.

- No, no, tranquilo, no debes hacer ningún esfuerzo.

- Pero, mujer, es preciso - insiste el marido - Es preciso morir en paz. Te quiero confesar algo.

- Está bien, está bien. ¡Habla!

- He tenido relaciones con tu hermana, tu mamá y tu mejor amiga.

- Lo sé, lo sé. Por eso te envenené, cariño.

Espero que áhora todos tengais claro lo que significa ser una persona... "Recocía"

“Recocía” Número 2