Yacía dentro de un cajón de madera. Una simple marioneta inerte casi siempre, pero con tanta vida cuando alguien la movía…
Tenía forma de bello arlequín. Ni triste ni alegre. Inexpresivo mientras dormía allá en su viejo cajón, pero adaptando su humor a la espera de una mano que tirara de sus cuerdas…
Y hoy la luz le cegaba los ahora abiertos ojos traspasando el negro antifaz, e iluminaba los colores que lo vestían. Era aquel uno de esos momentos en los que se sentía feliz.
Ya escuchaba la música, comenzaba el baile. Abandonaba su letargo. De nuevo, alguien le haría volver a vivir…
A veces todos somos esa marioneta que yace inerte a la espera de que una mano nos devuelva a la vida…
Montse, sí, algunas veces somos ese arlequin que necesita que alguien le mueva los hilos para cobrar vida.
ResponderEliminarAbrazos.
Quizás más a menudo de lo que pensamos amigo Antonio.
ResponderEliminarUn abrazo
Me ha costado mucho no ser marioneta.
ResponderEliminarY no quiero serlo nunca.
Besos.
Hay tantas veces, Montse que nos encontramos caídos o bajos de moral y viene alguien, un amigo o amiga, un familiar y nos da la vida de nuevo. Es una situación muy normal. Es muy buena la reflexión.
ResponderEliminarun abrazo
Teresa
Toro, pienso que incluso sin pretenderlo alguna vez lo somos. Es inevitable, amigo
ResponderEliminarUn abrazo
..........
Teresa,
Sí, amiga, es otra forma de mirarlo. Se puede ser marioneta tanto en sentido negativo como en positivo.
Buen aporte.
Un abrazo
Es tan cierto... Necesitamos de una mano amiga, de una palabra de aliento, de una caricia para sentirnos vivos.
ResponderEliminarGracias a Dios, Gamyr, no siempre nos sentimos marionetas.
ResponderEliminarUn abrazo
Tu nunca podrás ser como ella, tienes luz propia.
ResponderEliminarYa ves que he podido comentarte sin problemas y a GaMyr también (me ha alegrado conocerla).
Un beso.
Mercedes.
Siempre se agradece esa mano que nos mueva, aunque hay gente que más que la mano hay que darle un empujón...
ResponderEliminarAbrazos
Lo malo es cuando te llevan de aquí para allá a voluntad solo de la mano que mueve los hilos sin poder tomar tu las riendas de tu vida. Que también pasa. Besos. Me gusto.
ResponderEliminarUmmm el tiempo pasa y tú y yo tenemos historia ¿te acuerdas de esto? http://36norte6oeste.blogspot.com/2010/01/cascabeles.html
ResponderEliminarPánico me dan a mí los arlequines, los que se mueven como marionetas y los que se mueven solos, así que paso a mirar otro blog jajaj
Pues me pasa como a Alfonso... los muñecos con cara de porcelana me dan pavor, desde siempre (aunque el cine también puso su dosis). Te comento, pues, sin mirar más la fotografía.
ResponderEliminarAunque no queramos admitirlo, en algún momento de nuestra vida hemos sido una marioneta en manos de alguien, bien por amor mal entendido o por necesidad de ser dirigido. Lo ideal sería, recuperar la autonomía de movimiento en cuanto se pasan los malos momentos de dependencia. Prefiero romperme intentando vivir sin depender de nadie, que vivir escondida en un cajón esperando las manos que me saquen a 'bailar a su son'.
Nos has hecho reflexionar un lunes, niña... con lo malos que son para esas cosas ;)
un abrazo
Cierto, cierto.
ResponderEliminarUna buena observación para reflexionar.
Un abrazo, Amiga.
Yo creo que somos marionetas siempre y no siempre nos mueven para cosas correctas.
ResponderEliminar¿Cómo evitarlo? Tantas veces me he sentido así, tantas veces he confiado en que “ese alguien” mueva los hilos correctos, y tantas veces se han enredado. Ahora estoy tratando de tomar vida propia, de lograr el movimiento exacto…¡Y hasta estoy por pensar que me gusta el crochet!
ResponderEliminarBesos Mon
Mercedes,
ResponderEliminarGracias por tus palabras, pero yo, como el resto de los humanos, tenemos en ocasiones necesidad de ser movidos por esa mano, que nos ayuda a que cobremos vida.
Gracias por probar.
Un abrazo
.........
Ligia,
lo importante es que el movimiento lo ofrezcammos con buena voluntad.
Abrazos
Pilar,
ResponderEliminaresa es la parte mala de ser una marioneta. Si el que te mueve no tiene buena voluntad, apaga y vámonos.
Pero es un riesgo que debemos correr.
Un abrazo
---------
Alfonso, jaja, sí, ahora que me lo recuerdas claro que lo sabía. Lo siento. Pude poner otra figura, pero salió arlequín, que a mí me gusta hasta la palabra que lo nombra.
Te permito irte corriendo.
Un saludo.
Mariluz
ResponderEliminarPero, y si el cajón es inevitable y la única forma de escapar de allí es esa mano que mueve los hilos??? Vuelvo al tema de la voluntad. Estamos en manos de los sentimientos que tenga la persona que nos libere del cajón.
Gracias por tus palabras.
Besos
---------
Celia,
ResponderEliminargracias, amiga. Una buena reflexión apetece cualquier día.
Besos
-------
Tracy, tengo un problema con tu blog y no me deja entrar a comentar.
Por otro lado, marionetas, todos a veces lo somos, y dependemos enteramente de esa mano que tire de nuestros hilos.
Un abrazo
Vivian,
ResponderEliminarQué exclusiva!!
No me puedo creer lo del crochet, pero sí lo de que el ser movidos alguna vez en la vida es inevitable. Lo malo es el riesgo que se corre. Pero seamos optimistas.
Un abrazo, AMIGA.
Yo creo que esa mano...está dentro de nosotros mismos. Solo tenemos que saber buscarla.
ResponderEliminarBesos...!
Trato de ser cada vez menos marioneta. Aunque necesite de vez en cuando una mano cercana que me ayude a seguir.
ResponderEliminarUn abrazo Montse
mj
Me mueve la tempestad, esas gentes que corren en pos de quimeras inexistentes y me voy a mi nube a soñar y dormido o despierto sueño y rio e imagino un mundo mejor.
ResponderEliminarApago los ojos.
Besos
si....muchas veces no se si yo soy la que llevo la vida o es la vida la que me lleva a mi.....
ResponderEliminarangie
Cornelivs,
ResponderEliminarNooo, esa mano para bien o para mal ha de estar fuera. Ajena a nosotros.
Un abrazo
.......
MJ,
Es inevittable amiga. Todos la necesitamos alguna vez.
Besos
Saudades, ya sea en tu nube o en tu cajón, esa mano aparecerá cuando la necesites y como todos la agradeceremos.
ResponderEliminarUn abrazo
----------
Angie.
Ambas, a veces tú mueves tus propios hilos, pero hay otras en las que te dejas llevar ( como todos)
Abrazos
Buenas tardes querida Amig@, creo que existe una especie de traba en las cuerdas que ha paralizado ese agradable despertar del dia a dia, con aquellas esperanzas de familiaridad y de dias felices y compartidos.
ResponderEliminarTan solo los enfermos de cierta indole no disfrutaron.
Al parecer hay un intercambio de manos y siguen sin saber bien lo que mueven, juegan a ser poderosos, convencidos de que el resultado de sus torpes y erroneos movimientos les dara la eternidad.
Siempre hemos sido marionetas, incluso aquell@s que inconscientemente creen no pertenecer a esa raza de arlequines.
En cuanto me meten en la caja, procuro moverme los hilos.
Besos
Jesus
Vivimos en una época, amigo Jesús, en la que nuestras cuerdas no sabemos quién las mueve. Es como si la mano fuese invisible. Es bueno eso de mover las tuyas cuando llegas a tu cajón. Es un buen modo de mantenerse "en forma"
ResponderEliminarUn abrazo
modestamente creo que siempre es de agradecer que alguien abra ese cajón y tire de nosotros hacia afuera...luego el que bailemos más o menos ya es cosa nuestra, pero tener esa mano amiga a la que agarrarse es una gran suerte...
ResponderEliminarBesos bailongos...
Opino como tú, Anakonda. Es bueno que exista esa mano que nos mueva cuando hemos caído en el fondo del cajón.
ResponderEliminarun abrazo
Yo me he sentido marioneta muchas veces en la vida..
ResponderEliminarHay manos que nos mueven y tiran de los hilos, intentando meterte dentro de un cajón y sacandote para moverte a su antojo..
bonita entrada amiga, me gusta
un abrazo fuerte
Sí amiga, a veces esas manos mueven las cuerdas para ayudarnos a salir del cajón de la desidia. Otras nos empujan para hacer con nosotros lo que ellas quieren...
ResponderEliminargracias
Un abrazo
MONTSE, Perdona por no haberte visitado en tanto tiempo, pero he estado muy liada trabajando y las navidades en medio del camino. tienes muchas entradas que no he podido leer., pero me pondré al dia en poco tiempo. Espero no ser como esta marioneta arlequin, a la espera de que me muevan para hacer reir y contentar a la gente.
ResponderEliminarUn abrazo
Es un placer pasar por tu sitio y encontrarme con esta reflexión tan afín a los humanos. me gustó. Va un cordial saludo amiga, Rodisi
ResponderEliminarMercedes,
ResponderEliminaresto no es ninguna obligación, amiga. Si no perdería parte de su gracia. Me alegro verte de nuevo por aquí, pero no te sientas mal cuando no puedas acercarte.
Un abrazo
........
Rodisi,
mil gracias. Yo creo que efectivamente, el ser humano muchas veces es como esa marioneta.
Un abrazo
Más allá de el sentido estricto del significado de marioneta. Todos nos levantamos a veces por algo que escuchamos, sentimos, una luz, etc... ..
ResponderEliminarY en lo de marioneta, ya nos gustaría no serlo, desgraciadamente, algo somos.
y tú qué dices de mi árbol encantado ..
. . . . se quedó supendido preguntando.
un abrazo, amiga/o
Muy bonita reflexiòn Montserrat!.En lo personal tengo algunos años de ser un arlequin, y con el debido respeto a las diferentes creencias o no, Quiero estar siempre en las manos de Dios, su palabra y todo aquello que conlleve amor,paz y libertad, "recibimos su amor y mas de lo que excede a todo conocimiento" (palabra de vida) los medios: Hermanos,familia,amigos,lecturas y todo aquello que lleve su sello, son señales ante las que estoy siempre muy atento, y otras que no veo, pero el nos mueve de alguna forma cuando le amamos!
ResponderEliminarAsì continùo siendo un arlequin muy encantado de la vida!
/Cariños,Abrazo!!
Es decir lo intento...
ResponderEliminarBueno.....no es exactamente tan así....no siempre uno se deja llevar....la vida y la marea de circunstancias que nos rodean son los que nos llevan a veces sin más remedio.....ojala se pudiese de vez en cuando parar el mundo y bajarse....o bajar a alqunos....
ResponderEliminarangie
Marcelo, pero todos, nadie se salva. Siempre que sea una mano amiga la que mueve los hilos... A dejarse llevar.
ResponderEliminarUn abrazo
---------
Francisco,
mientras te sientas bien así, la cosa funciona. Eres afortunado por haber encontrado tanto equilibrio.
Disfrútalo!
Un saludo
Angie,
ResponderEliminarte entiendo amiga. En la vida no hay instrucciones, y tenemos que vivirla así como nos va llegando.
¿no?
Besos
A mí tampoco me gustan los arlequines. Yo me siento como una marioneta al borde del abismo. No sé quién maneja los hilos, pero no me gusta como lo hace. Yo es que eso de sentirme marioneta no me gusta. Aunque no sea totalmente, un poco de control sobre mi vida sí que me gustaría tener. Y atravieso unos momentos en que no lo tengo. Buen relato para reflexionar.
ResponderEliminarEspero amiga, que pase pronto ese mal momento en el que te sientes manejada y recobres el control de tus propias riendas.
ResponderEliminarSuerte!
Un abrazo
No puedo presentarme cual títere.
ResponderEliminarYa conoces mi carácter y entresijos.
Pero es tan solo un deseo.
Ya sabes que existo como humano(ens) social.
Pues cierto es mi manejo y el manejo que me imprimen.
Ya estas al tanto. T.J. wt Tronken
Un saludo de buenas tarde querida amiga.
Uyys, a mí los arlequines son como los payasos, que no me hacen tilín!!
ResponderEliminarUn besote Montse
Tronken,
ResponderEliminarsomos humanos y como tales hay conductas de las que no nos libramos.
Nuestro consuelo: que la mano que nos mueve lo haga para ayudarnos.
Un abrazo, amigo
-------------
Shedir, pues ten cuidado no se lo transmitas a Victor. A mí me encantan.
Un abrazo
Me siento muchas veces marioneta, en un mundo que es teatro.
ResponderEliminarUn beso.
Y lo peor María es que poco podemos hacer por cambiarlo...
ResponderEliminarUn abrazo