Tristeza …
La monotonía en las variadas cosas que hacemos cada día.
Ese sentimiento de vacío en un alma llena de nada.
La falta de estímulos
cuando el camino muestra tantas metas.
El tedio del feliz momento
que se hace eterno.
La penumbra que se esconde en el lugar iluminado.
La ausencia de sonrisas cuando el mundo ríe,
o las lágrimas que brotan sin haber sido llamadas.
Los grises decadentes en medio del color.
Corazones rotos, quizás sin motivo.
Sentimientos heridos que sin doler, duelen.
Tristeza…
Sufrimiento que no oprime, pero nos ahoga.
Barrotes, al fin y al cabo,
que de nuestra mente brotan...
no me gusta leerte así.....
ResponderEliminarte mando un abrazo de 5 minutos..
Angie
Up and down, Angie. A veces arriba, pero otras abajo. Creo que a todo el mundo le pasa, ¿no?
ResponderEliminarUn abrazo de otros 5 minutos, por lo menos.
Sí, eso nos pasa a todos de vez en cuando. Pero de las frases, la que más me impresionó fue la del "tedio del feliz momento que se hace eterno"... Ya hay que estar mal para que un feliz momento se haga tedioso...
ResponderEliminarAbrazos
Quizás, Ligia, lo que ayer fue feliz momento hoy aplasta cual losa sobre los hombros.
ResponderEliminarA veces, como digo, esa vida color de rosa, se torna gris.
Y repito, creo que a todos nos pasa.
Abrazos
Conozco bien esos días.
ResponderEliminarNo hay manera de escapar de ellos.
Ojalá mañana lo veas todo de otra forma.
Besos.
Seguro, Toro.
ResponderEliminarEl lazo no llega a ahogar. Gracias, amigo.
Un abrazo
Montse,
ResponderEliminarque ha pasado? ¿Estas bien? Vine pensando en pasar un rato entretenida y me dejas muy preocupada. Espero que lo que sea pase pronto, aunque la verdad es que la tristeza te imspira. Me encanta lo que has escrito. Un abrazo muy grande
Teresa
No te preocupes, Teresa.
ResponderEliminarPasa a la entrada sobre San Valentín y verás como te ríes. Esto es así. Un día se ríe y otro no tanto. Gracias por estar siempre ahí.
Un abrazo
A veces somos nosotros mismos
ResponderEliminarlos que nos imponemos limitaciones,
entramos en la monotonía.
Debemos vivir en libertad, todo aquello que nos haga felices.
¡Fuera esos barrotes!
Besos.
Cierto, Marisa, tienes toda la razón, y no creo equivocarme si digo que este es el caso.
ResponderEliminarUn abrazo
Instantes, momentos y rachas donde buscas y no encuentras al desaparecido optimismo.
ResponderEliminarEspero sea solo un instante.
Besos.
A veces encerramos nuestra alegria y esperanza, entre barrotes de oro. Es muy bonito tu poema, felicidades.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Montse todo pasa hasta los días grises se llenan de luz cuando un rayito de sol lo ilumina. Besitos
ResponderEliminarMar, desaparecido, no. Creo que sólo está escondido.
ResponderEliminarUn abrazo
Nani, gracias. Sí, puede que los barrotes sean dorados, pero ahogan...
ResponderEliminarUn abrazo
Darilea,
ResponderEliminarPero ¿y sí nosotros mismos buscamos la sombra?
Hola Monste, que bueno leerte. Espero que te acuerdes de mi, ya han pasado unos meses desde que me diste tu tarjeta en uno de tus desayunos londinenses ;-)
ResponderEliminarMe ha gustado mucho leerte y conocerte un poquito mas.
Te mando un abrazo enorme a ti y a tu familia
Guacimara
Lo has expresado muy bien y tienes razón, hay momentos tristes incluso dentro de etapas felices y que pueden ser esos barrotes imaginarios.
ResponderEliminarSólo espero que pase pronto esa sensación y que estés bien :)
Un besito, guapa.
Claro que te recuerdo, Guacimara. Gracias por contactar. Ya había perdido las esperanzas. Me encantaría saber más de tí. ¿Via Facebook, quizás?? POnte en contacto. Tu perfil de blogger está vacío.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Tocaya. Montse, hay días y días, ratos y ratos y momentos y momentos. Me pilló en uno de ellos.
ResponderEliminarUn abrazo
A veces hay días grises que vemos un poquillo en penumbra Montse, pero al final sale el sol siempre. Un beso grande y buen finde.
ResponderEliminarbeautiful blog kisses
ResponderEliminarLa vida tiene estos contrastes... y el corazón (o la razón) siente y saca conclusiones...
ResponderEliminarBesos
Tristeza un sentimiento, que nos ata a donde estamos parados, que nos esconde la brújula que guía y marca el horizonte.
ResponderEliminarBesos!
En los momentos en los que la tristeza nos ahoga, salen de nuestras plumas los mejores versos del alma. Así lo creo. La poesía es liberadora de sentimientos y nos desarma desnudos frente a nuestro público lector. ¡Cuántos poemas por pudor guardo en el cajón de sastre de mis versos y no expongo al mundanal ruido de la red! En fin, que entiendo perfectamente lo que expresas... ¡claro que lo entiendo!...
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte y si quieres ánimos ¡vayan los míos por delante!
Espero a ese sol, Pepe, pero mientras sacaré el paraguas...
ResponderEliminarGracias por estar ahí.
Un abrazo
Creo amigo Impersonem, que el corazón, siente, y la razón es la que da explicaciones. Uno es más de práctica y el otro de teoría.
ResponderEliminarUn abrazo
Forbidden,
ResponderEliminarSi, un sentimiento inevitable y que de algún modo se hace notar. Aprieta fuerte, aunque no llegue a ahogar.
Un abrazo y bienvenid@.
Cómo me entiendes, Laura. Para mí la escritura es una válvula de escape. Parece que al escribir los sentimientos estos se hacen más llevaderos, aunque, como tú dices, siempre guardo algo en algún cajón con llave. Gracias, amiga
ResponderEliminarUn abrazo
Muy melancólico, muy en tu estilo... Simplemente espero que no sea real.
ResponderEliminarUn beso. ;)
Carlos,
ResponderEliminarA ratos. El vacío también ahoga.
Un abrazo