Vagamos por las sendas que nos marca la vida y, nuestro existir es un complejo peregrinar en el que nos cruzamos con otros peregrinos envueltos en las mismas lides, VIVIR.
Encontramos en el camino gente que se une a nosotros durante una parte del trayecto, efímeramente, como si de un simple encuentro se tratara. Otras veces el tramo recorrido en compañía es lo suficientemente largo e intenso, para no olvidar jamás al compañero y, en algunos casos, marchamos juntos ya para siempre…
Recorremos, tantos caminos…
Caminos tortuosos que a veces, nos asustan y empujan a abandonar.
Caminos bellos y fáciles, que nos seducen a seguir más y más allá.
Rectos o sinuosos; anchos o angostos, oscuros, iluminados…
Pero lo que más importa son los caminantes con los que compartimos parte del recorrido y, la huella que dejan en nosotros cuando se van.
Gracias por haberos cruzado en MI CAMINO.
( Imagen tomada por la mañana en la playa de Aguadulce, cuando las máquinas limpiaplayas llevan a cabo su labor de "cardar" la arena )