…Y he sentido envidia.
Atardece. Mi mirada en el horizonte. Un mar sereno, azul intenso y profundo, que acaba allá donde comienza el cielo, se extiende ante mis ojos. Unas cuantas nubes sonrojadas por los últimos guiños de ese sol que ya se retira, llaman mi atención. Las nubecillas han dejado un pequeño hueco y un avispado rayo juguetón ha logrado colarse por él, para ir a caer justo sobre un solitario y ya cansado velero que vuelve a puerto. El blanco de la vela parece brillar sobre el mar que comienza a perder su tono. Imagino a los ocupantes de la nave, su sorpresa al recibir la visita de ese rayo tardío, inesperado y que no había sido invitado.
Y he sentido envidia…
Lo siento, no llevaba cámara.
Hola Montse.
ResponderEliminarDesde hace unos meses y debido a circunstancias personales, no dispongo de tiempo para visitaros con la asiduidad de antes, por ello, y dado que fuisteis y seguís siendo mis amigos de la red, este fin de semana –será el de mi cumpleaños– a quien lo desee, quiero entregarle un regalo especial.
Lo he dejado en mi blog. No se trata de un premio y creo que para un buen lector, es algo más… O eso espero y deseo.
Hasta siempre.
Un abrazo.
Hola Montse.
ResponderEliminarBellísima meditación, mientras contemplas el mar.
Recibe un beso desde Valencia, Montserrat LL.
Montse esos momentos de calma, de sosiego a veces no se pueden explicar con palabras, se quedan cortas ante la paz que nos dejan.
ResponderEliminarMe voy con mi nube a vivir lo que has vivido.
Un beso marinero
¡Qué pena! pero y lo bien que lo expresas? Casi que ni te hace falta la cámara. Abrazos
ResponderEliminarHemos coincidido en tema en nuestros blogs. Tengo la suerte como tú de tener el mar al ladito. Qué delicia.
ResponderEliminarNo tenías cámara? Con tus palabras no es necesario !
ResponderEliminarBesos
La invención de la vela triangular permitió avanzar contra el viento. La del motor auxiliar... con o sin viento.
ResponderEliminarJose´, lo he recibido por Email. Muchas gracias, ni que decir tiene que me aprovecharé de tu regalo.
ResponderEliminarUn abrazo, y QUE PASES UN BUEN DÍA.
Gracias Montserrat.
ResponderEliminarSaudades,
A los que vivimos al lado del mar a veces nos faltan palabras para expresar lo que nos regala.
Es tanto el sentimiento que nos provoca...
Un abrazo a los dos
Gracias, Ligia.
ResponderEliminarA veces, como en esta ocasión, se hecha de menos no llevarla para imortalizar el momento.
Un abrazo
..........
Alfonso.
Voy a ver si te localizo. Has desaparecido de mi blogroll ¿?
Un abrazo
Gamyr,
ResponderEliminarMe lees con ojos de amiga, pero una imagen...
No pudo ser.
Abrazos
.......
Bixen,
Era un velero, y te aseguro que no soplaba ni una ligera brisa. Hoy en cambio el mar estaba encrespado y el viento no me permitía ni caminar.
Abrazos
Qué preciosidad, pero no necesitas la cámara, porque con leer lo que has escrito y cerrar luego los ojos es suficiente. Qué preciosidad. Un fuerte abrazo desde el blog de la Tertulia Cofrade Cruz Arbórea.
ResponderEliminarhttp://tertuliacofradecruzarborea.blogspot.com/
La cámara está en tus palabras, Montse, no hace falta.
ResponderEliminarUn beso.
No hace falta cámara, casi puedo sentir el suave movimiento de las olas.
ResponderEliminarPrecioso
Abrazos, Montse
Montse, feliz vuelta al cole. Demasiado tiempo sin dejarm i huella por aquí. Que estés bien.
ResponderEliminarY si ya se ha dicho que no te hacía falta cámara para plasmar la imagen de eso que nos cuentas, yo puedo decírtelo con más fuerza aún: tu descripción es pintura marina. Gracias por hacérmela ver y hacer que yo sepa cómo puede ser un atardecer en el mar.
Besos de luz.
Da igual.
ResponderEliminarLo has retratado muy bien con palabras.
Besos.
Pepe, no te creas, no todo el mundo es capaz de imaginar. Para eso hay que tener gran dosis de sentimientos.
ResponderEliminarMuchas gracias.
Abrazso
Gracias, María,
ResponderEliminarGracias, Alborada.
Si sois capaces de imaginarlo, es que sensibilidad no os falta.
Un abrazo a las dos.
Alberto, qué lujo tenerte por aquí de nuevo. Siempre que sé de tí, estás "dándole a la patilla", como se dice por aquí. ¿Frenaste ya tu actividad?
ResponderEliminarSeguro que para tí es fácil imaginar lo que comparto. Tú tienes todos los deberes hechos hace ya tiempo.
Un abrazo
Gracias Toro.
ResponderEliminarA falta de pan...
Jaja!!
Besos
Afortunada tú que puedes seguir disfrutando de su compañía, con nubes o sin ellas, y mejor sin veraneantes que interrumpen la serenidad del mar.
ResponderEliminarSaludos
Pilar, tú disfrutas de cosas que aquí no tenemos. Y sobre todo, estoy de acuerdo en lo que dices de los veraneantes. Con ellos se acaba el encanto de la tranquilidad.
ResponderEliminarAbrazos
Con qué ojos sabes mirar tu tierra, Montse...
ResponderEliminarY expresarlo :)
Juanra, hay imágenes que por sí solas "hablan". Esta era una de ellas. Mis palabras no le hacen justicia, te lo aseguro.
ResponderEliminarUn abrazo
Siempre el horizonte en el mar me inquieta, me pone eufórico hasta luego llegar a la aflicción, siempre queriendo saber si detrás de ese horizonte hay una vida que me anime más que esta, pregunta de poeta que aun no ha nacido a las letras, va un cordial saludo en la distancia, Rodisi
ResponderEliminarA todos los que la sensibilidad toca, el mar nos habla...
ResponderEliminarPor supuesto que tiene que haber vida más allá de esta vida.
Un abrazo,amigo
Buenisimo
ResponderEliminarPero podes usar tu teléfono eso es lo genial de los smart phones hoy
mil besos
Mucha, tampoco lo llevaba. Se me olvidó en casa, cosa que ya no volverá a ocurrir.
ResponderEliminarUn besote.
Por aquí el otoño
ResponderEliminarentró con lluvia
y ráfagas de viento
y en el mar suben altas
las crestas de las olas.
Que sea feliz tu vuelta al cole.
Un beso
Conseguiste hacer una buena fotografía con tus versos.
ResponderEliminarColor y definición del sentimiento provocado por el atardecer.
Un abrazo
Precioso comentario, Marisa. Por aquí el otoño juega a hacerse el remolón.
ResponderEliminarCon la vuelta al cole estamos, jeje.
Un abrazo
Gracias, Mercedes.
ResponderEliminarSi de verdad te gustó,a tí que eres la reina de la poesía, es que he conseguido expresar mis sentimientos...
Un abrazo
Que suerte teneis los que podéis disfrutar de esos espectáculos en vivo. Al menos yo lo imaginé guiada por tus palabras. Me encantó.
ResponderEliminarBesos
Teresa
Lo reconozco, Teresa,
ResponderEliminarLa orilla del mar nos regala imágenes de ensueño, pero sobre todo cuando el bullicio dela gente ha desaparecido.
Si algún día vienes por Almería, me encantará dar un paseo al lado del mar contigo.
Besos
Y qué bien nos hace ese rayito de sol que se nos cuela furtivamente :)
ResponderEliminarabrazos y buena semana
... cuando todo alrededor comenzaba a oscurecer, te faltó añadir.
ResponderEliminarUn abrazo y buena semana a tí también.
Pero ya lo añadiste tu jajajajaja
ResponderEliminarbeso
INCORREGIBLE, Mariluz, soy incorregible. Me encanta ponerle las guindas a los pasteles.
ResponderEliminar;)
Besos de nuevo