Romanza de María

Esta imagen me la prestó alguien a quien conocí por el blog, Juan Quesada, un gran tipo y gran profesional de la fotografía.
Por desgracia cerró su blog y perdí su rastro.
Esta romanza lleva durmiendo en mis carpetas más de dos años…

Juan Quesada o John Pavek, como solía firmar, gracias.

Romanza de María

Tejer y tejer.
Esa era su vida.
En el quicio de la puerta
O al calor del hogar.
En invierno y en verano.
Cada mañana, y cada tarde,
Cada hueco del día.
Feliz, canturreando,
Sin moverse de su silla,
María, tejía y tejía.

Y sus únicos amigos,
Los hilos, las agujas y
La alegría que le ponía.
Le decían las vecinas:
¿No vas a parar, María?
Y ella sin mirarlas
Muy contenta respondía:
Algún día.
Cuando llegue un hombre guapo,
Que me pida compañía…

Y paró una mañana
En la que la lluvia caía.
Y un “amor” entre comillas,
La apartó de su vida.
Dicen los vecinos
Que partió sin decir nada,
Dejó hilo, agujas y,
Con ellos su alegría,
Pues su verdadero amor,
Lo tenía mientras tejía.

¿Cuántas veces nos apartamos de “lo bueno” por lo que pensamos va a ser “mejor” y nos equivocamos?