Atrás quedan dolores físicos y sufrimiento moral; noches de terror, lágrimas, impotencia y sobre todo desgana ante la vida.
Cuando le hablaron del centro no lo dudó. Una experiencia piloto que le aislaría del mundo por un tiempo. Pero ¿qué tenía ella que perder? Iba a olvidar golpes e insultos, y por muy mal que le fuera, nunca sería lo mismo. La última paliza fue la gota que colmó el vaso. Dolorida por fuera, pero incluso más aun por dentro se dirigió a la asistente que le propuso el ingreso en la residencia. – Cambiarán tu aspecto, aprenderás un oficio y conocerás a muchas mujeres en tu misma situación.- Fueron sus palabras.
Hoy ya ha pasado un año. Ella es una mujer nueva, renovada por dentro y por fuera.
Hoy no sabe como agradecerle a aquel lugar todo lo que ha supuesto para su vida.
Hoy llega el momento de decirle adiós a la Residencia Santa Marta, o mejor dicho, a “La Isla de las Mujeres”, como se conoce el lugar entre ellas.
"Naufragas en la vida, pero aprendes a vivir de nuevo…"
Esta noche te cuento.
Tema obligado, "La Isla de las Mujeres" en máximo de 200 palabras.
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