Después de una mala caída pasé casi cuatro meses que no se los deseo a nadie...
Hoy aún tengo secuelas.
En cuanto fui capaz descentrarme del dolor, y centrarme en otras cosas, describí por escrito mi extraña experiencia cuando estaba inconsciente...
Mi amigo Carlos hoy me lo recordó, con una experiencia similar y, he decidido compartirlo con vosotros.
¡Dolor!
Ahora voy pero ya no voy. En un momento mi camino ha dejado de serlo…
Di el paso pero se trunco. ¿Que fue lo que paso?
En décimas de segundo todo ha cambiado.
Veo, siento mi pierna deslizarse por el mármol. Noto su frió en mi piel, la otra, por detrás, también pierde el control … ¡Dolor!.
¡Dolor!
¡Dolor desgarrador!
Quiero chillar, pero no puedo.
Intento moverme, asimilar lo qué ha pasado, lo que está pasando pero… ¡Me voy!
Empiezo a alejarme, involuntariamente, despacio, todo desaparece… ¡Me alejo más y más…! Dejo de sentir…y de repente empieza a asomar allá al fondo, una tímida luz.
Ahora estoy volando. Hay sol, flores, árboles,… No hace frió ni calor. Me invaden mil sensaciones agradables. ¡Todo es tan perfecto aquí…!
Cada uno de mis sentidos disfruta el momento.
Gente que va y que viene. Me sonríen. Veo a esos amigos que hace años que no he visto. Algunos ni siquiera sé quienes son, pero hablo con ellos.
Voy con unos y con otros. Paso de familia a amigos, de amigos a familia, del antes al ahora, incluso veo a los que ya no están.
No puedo parar, hay tanto que hacer…
Es tan agradable… Me siento feliz. Totalmente feliz.
Pero…escucho mi nombre. Alguien me esta llamando. Repiten mi nombre una y otra vez.
Dudo.
¿Tengo que acudir a esta llamada?
¿Respondo?
Aquí estoy bien. ¡Soy feliz!
¡No!
¡No quiero irme! Dejadme!. ¡Quiero quedarme!
Oscuridad!
¡Dolor!.
¡Dolor desgarrador!
! Quiero escapar de nuevo!
Se que ya no hay salida, aunque mi mente lo intente, aunque cierre los ojos para no ver lo que hay a mi alrededor…
Es tarde...
Ahora voy pero ya no voy. En un momento mi camino ha dejado de serlo…
Di el paso pero se trunco. ¿Que fue lo que paso?
En décimas de segundo todo ha cambiado.
Veo, siento mi pierna deslizarse por el mármol. Noto su frió en mi piel, la otra, por detrás, también pierde el control … ¡Dolor!.
¡Dolor!
¡Dolor desgarrador!
Quiero chillar, pero no puedo.
Intento moverme, asimilar lo qué ha pasado, lo que está pasando pero… ¡Me voy!
Empiezo a alejarme, involuntariamente, despacio, todo desaparece… ¡Me alejo más y más…! Dejo de sentir…y de repente empieza a asomar allá al fondo, una tímida luz.
Ahora estoy volando. Hay sol, flores, árboles,… No hace frió ni calor. Me invaden mil sensaciones agradables. ¡Todo es tan perfecto aquí…!
Cada uno de mis sentidos disfruta el momento.
Gente que va y que viene. Me sonríen. Veo a esos amigos que hace años que no he visto. Algunos ni siquiera sé quienes son, pero hablo con ellos.
Voy con unos y con otros. Paso de familia a amigos, de amigos a familia, del antes al ahora, incluso veo a los que ya no están.
No puedo parar, hay tanto que hacer…
Es tan agradable… Me siento feliz. Totalmente feliz.
Pero…escucho mi nombre. Alguien me esta llamando. Repiten mi nombre una y otra vez.
Dudo.
¿Tengo que acudir a esta llamada?
¿Respondo?
Aquí estoy bien. ¡Soy feliz!
¡No!
¡No quiero irme! Dejadme!. ¡Quiero quedarme!
Oscuridad!
¡Dolor!.
¡Dolor desgarrador!
! Quiero escapar de nuevo!
Se que ya no hay salida, aunque mi mente lo intente, aunque cierre los ojos para no ver lo que hay a mi alrededor…
Es tarde...
Ya solo queda el dolor.
¡Dolor desgarrador!
- Montse-( Marzo 2oo7)
Me has recordado el pequeño esquince de tobillo que me hice hace cuestión de cuatro veranos o asi.
ResponderEliminarNo quiero acordarme
(¡los dioses nos libren de estas calamidades...!)
:)
BESOS...!
Uff Corne,
ResponderEliminarojalá hubiera sido un esguince, de eso he tenido también y te aseguro que no es lo mismo.
Un abrazo
Montse.
ResponderEliminarHe tenido experiencias similares.Es maravilloso vivirlas y triste el regreso al Planeta oscuro.
Mira... mi amiga Geli, un día antes de fallecer (estaba enferma), me dijo:
"Esta noche visité un lugar con mucha Luz, todo era felicidad, y allí me llamaban por mi nombre. A unos les conocía y a otros no".
Y ¿sabes lo mejor?me dijo:
"Puedo viajar sin billete. Me esplazo sin alas y sin nada más que mi pensamiento...".
Es nuestra hermosa Realidad.
Besos, con dulce de esperanza.
Que gusto leerte.. los recuerdos de momentos similares me vinieron al leerte..
ResponderEliminarUn beso querida amiga siempre con mucho cariño respeto y admiración..
Un abrazo
Saludos fraternos...
Buff. Montse!! lo tuviste que pasar fatal...
ResponderEliminarBueno.. ya pasó, aunque entiendo que aún lo recuerdes...
Un besote!
¿Llegaste a desmayarte de dolor?, caramba..., sí tuvo que ser intenso Montse. Te he leído que no fuiste al médico. Mal hecho: esa flebitis podría haber derivado en algo muy serio, que no vuelva a ocurrir...
ResponderEliminarEl dolor más intenso que yo he sentido fue durante una competición de kárate, el Villa de Madrid, hace..., bufff..., muchos años. Un par de días antes, en un entrenamiento, me rompí la muñeca, y aún así salí a competir, evidentemente con resultados desastrosos, pues al primer golpe caí redondo al suelo, sin respiración, con la sensación de una descarga eléctrica que me recorría el brazo hasta el hombro y lo dejaba sin fuerzas. Más que luz, yo vi estrellas, miles de ellas...
Un beso. ;-)
PD. Te he dejado una disculpa en mi blog. Creo que no te gustó mi respuesta a tu comentario. Siento haber sido tan torpe.
Celia,
ResponderEliminares curioso, tu amiga lo describía de la misma forma que yo lo sentí.
Es algo maravilloso, pero a la vez extraño.
¿Dónde estará ese lugar?
El alma a veces vuela más allá del cuerpo, mucho, mucho más allá...
Un abrazo y gracias por compartir
Adolfo,
ResponderEliminargracias por compartir tus minutos conmigo.
Un gusto tenerte por aquí.
Abrazos
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Alma,
Sí, lo pasé regular, conducía con un cojín debajo, la pierna se me hinchó al doble de lo normal, era un dolor tan intenso que lo tengo grabado muy, muy dentro...
Pero sí, ya pasó.
Besos
Tremendoo...!!!
ResponderEliminarYo se que es cruzar esa línea... con un niño en el vientre que le urgía salir y ningun médco dispuesto a escuchrme... cuando me desmayé saltaron las alarmas, su corazoncito no latía y yo me desangraba... pero entoces... volvimos y nací el mismo día que él...después e haber quedado muerto.
Parece irreal...ojalá lo fera, porque jamás se olvidará nada de aquello...
Hoy es un campeón, como bien lo demostró al nacer.
Saludos, siempre esencia.
Carlos,
ResponderEliminarHe tenido tres hijos, y sin epidural, y el dolor del parto no tiene comparación con aquello.
Pero lo más curioso fue la experiencia extrasensorial, ¿Viaje astral? ¿El más allá?
No sé, pero fue algo tan, tan extraño...
Y de lo te tu blog, jaja, te iba a seguir el juego y decirte que después me desmayé, pero pensé que nos lo tacharían de contenido inapropiado ;)
NO ME MOLESTA EN ABSOLUTO.
Besos
Esencia,
ResponderEliminarEsa línea, esté en donde esté, deja marca, huella, recuerdos...
Es un estado tan placentero dentro del más duro dolor que cuesta volver a cruzarla.
Uff, veo que hay más gente que me entiende.
Me alegro de que tu campeón hoy esté contigo.
Un besote a los dos
No quiero ni decirlo, pero a día de hoy no me he roto nada...Y espero que así siga...
ResponderEliminarUN besazo preciosa.
Ana,
ResponderEliminarPues ¡suerte! y sigue entera.
;)
Besos
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Antonio,
Gracias por tus siempre amables palabras.
Un saludo
Qué amiga ¡no me digas que volviste del más allá! hmmm? porque eso parece tu entrada de hoy, felizmente ya todo pasó y estas con nosotros tus amigos de hoy. Un besote. Me imagino que eso te cambió la vida ¿no?
ResponderEliminarEl año pasado estuve 7 meses de rehabilitación y me vi obligada abandonar mi trabajo, pasé noches enteras sin dormir aguantando un dolor insoportable, pero según dicen dios aprieta pero no ahoga, a pesar de haberme quedado secuelas hoy, ya puedo dormir a pierna suelta y el dolor ha cesado.
ResponderEliminar:-) Un besito
El Drac,
ResponderEliminarLa vida no cambió más que lo que cambia convivir con el dolor por una temporada, y de lo de mi vuelta del más allá, no sé si podría llamarlo así, o simplemente una visita a una dimensión distinta...
Un abrazo
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Darilea,
Me alegro de tu recuperación.
Como tú bien dices, Dios aprieta, pero nuestro caso no ahogó.
Un abrazo
anda anda que yo llevo unos días... de los cuarenta para arriba no te mojes la barriga :(
ResponderEliminarMi experiencia con el dolor, ese que es de verdad, fue de quedar anclado a madre tierra, de enterarme de todo, de darme de todo, hasta: “Ya no puedo ponerle nada más, esta al máximo, puedo reventar su corazón, tiene que pasarlo, sea fuerte”, ó mientras transitaba por el hospital, una compañera de Mj me decía: “He tenido 5 hijos y 2 cólicos al riñón, prefiero dar a luz”, esto último son ánimos, claro, que, aun no se explican, como pude dar una vuelta completa en boxes a la cama, si esta está pegada contra la pared y en ningún caso la pise o salte o pase por debajo… yo, querida amiga, sentía dolor y flipaba, como para acordarme. (Marzo-2000)
ResponderEliminarImpresionante testimonio, texto desgarrador e impactante. El dolor abruma, bloquea la mente, impide soñar. Pero tú, con este mensaje, demuestras de lo que es capaz el ser humano para sobreponserse al trallazo del dolor. Consigues sacar, del fondo de tí, las fuerzas que te permiten volar, sentirte libre, disfrutar con el viento, clamar por tu libertad.... Impresionante. Un fuerte abrazo
ResponderEliminarrlfox,
ResponderEliminarTan inexplicable como mi vuelo por ese paraíso, cuando realmente estaba tirada en la cama.
¿Qué más nos quedará por descubrir?
Un abrazo
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Fernando,
Es una experiencia única. Lo tenía todo tan claro que parecía real, y en serio y preocupada te digo que me costó volver al "mundo del dolor".
Explicación... Ninguna, salvo la de haber traspasado la barrera de la realidad.
Gracias por tu comentario.
Un abrazo
Alfonso, jaja
ResponderEliminarTú ni caso.
Mójatela, pero sin sobresaltos.
;)
Un abrazo
Pues como bien dices, no me gustaría tener que pasar jamás por esa experiencia pese a que los momentos de onírica inconsciencia fueran tan agradables (esto es muy común en los relatos que he leído al respecto)
ResponderEliminarUn texto impactante que me ha acercado a la dureza de lo que debe ser sentir un dolor tan intenso.
Un abrazo y que se borre hasta la más leve secuela.
JUANRA,
ResponderEliminar¡Cuanto tiempo!
Me alegro de tu vuelta.
Sí, ese estado de inconsciencia o consciencia engañosa, es una experiencia única. Lo malo es volver a la realidad del dolor.
Pero a Dios gracias aunque quedó alguna secuela, ya pasó.
Un abrazo
Me recordaste una
ResponderEliminarexperiencia parecida,
has sabido poner muy
bien en palabras
ese dolor padecido.
Besos
Tan poco y tan mucho como el traspasar la barrera de la realidad...
ResponderEliminarUn beso Montse!!!
María Laura
José Ignacio,
ResponderEliminarO personas a las que no podía abandonar...
Quizás.
Un abrazo
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Marísa,
¿Tú también?
Uff, aunque no te lo creas, consuela.
Un abrazo
María Laura,
ResponderEliminarCierto amiga, la traspasé inconsciente, pero conscientemente...
Un abrazo
Te firmo con retraso, pero lo leí y no tuve tiempo para comentar :S
ResponderEliminar¡¿Qué te pasó?!
Lo importante es que ahora estés bien, y es otra experiencia que recordar...
Un besazo
Cris,
ResponderEliminarUna pierna se fue completamente alante y otra completamente atrás...
Algo en medio se rompió y no recuerdo más.
No sé como pude llegar a la cama :(
Fue horroroso.
Besos
´José Ignacio,
ResponderEliminarSEguro, amigo, yo también lo creo...
Un abrazo
Entre teclas negro cordobán, me deje sin contestarte un: “vivir más y poderlo contar”
ResponderEliminarSalu2
Mis teclas también son negras...
ResponderEliminarUn abrazo
yo prefiero no contarte nada porque me pondria a pensar y caería enfermo.
ResponderEliminarPero si es verdad que cuando la vida te da limones es mejor hacer limonadas. Asi que ánimo y e intenta olvidarte de ese mal trago que lo único que podría traerte son malos recuerdos. Un beso.
Miguel Angel,
ResponderEliminarPues no te creas, ese estado de incosciencia consciente, lo recuerdo con una sensación agridulce bastante difícil de describir...
Gracias por tu visita
Un abrazo