Sol y MP3

Hoy he tomado el sol por primera vez este verano que no acaba de asentarse del todo por aquí.
Mi silla reclinable, mi Mp3 que milagrosamente, un año más sigue funcionando, pese a ser mi compañero de navegación en la piscina, sobre una inestable colchoneta; mis gafas de sol y, al son de la música...

Igual que el mosquito más tonto de la manada,
Yo sigo tu luz aunque me hiere a morir…
Te sigo como le siguen los puntos finales
A todas las frases suicidas que buscan su fin…
(Deseos de Cosas Imposibles de La Oreja de Van Gogh)

Comienzo a pensar y lo primero que se me viene a la cabeza es que tengo que tomar el sol “poco a poco”, en pequeñas rebanadas, como si de un exquisito trozo de bizcocho se tratara.
La vida tiene placeres y para disfrutar más y mejor de ellos es preferible hacerlo a pellizquitos. Esa sensación de querer más, seguir deseando, es un motor a punto, para el rodaje más duro.
Nos impulsa a seguir deseando, a seguir disfrutando.
Un placer ya no es placer cuando lo que anhelamos lo tenemos al alcance de la mano.

Deja de interesarnos y hasta llegamos a hartamos.

Y mientras...

Escondidos,
Solos tú y yo,
Atrapados sin poder salir,
De tu interior,
De mi interior,
Mientras hacemos el amor…
(Escondidos de Bisbal y Chenoa)

Otro día, os canto y cuento más ;)
jaja