No sabía qué era lo que le pasaba, pero aquel no parecía ser su mundo.
El mero hecho de “estar allí” era duro para ella. Veía como cada noche brillaban sus compañeras las demás estrellas en lo alto del cielo. Eran felices, saltaba a la vista. ¿Y ella? Tan infeliz, tan incómoda, tan fuera de lugar, apagada y sola…
Decidió pedirle ayuda al Señor de la creación y una mañana se levantó muy temprano y arrastrándose como buenamente pudo se dirigió al lugar del encuentro.
Al llegar expuso sus quejas, sus dudas, su situación… Y Dios, con infinita paciencia, escuchaba interrumpiendo de vez en cuando para hacerle algunas preguntas.
Cuando por fin la charla llegó a un punto sin retorno, El Señor, sacando una larga lista de la nada comenzó a buscar en ella a la triste estrella.
-¡No me lo puedo creer!, exclamó. ¡Esto fue un error! Eres una estrella de mar, y allá, en lo más profundo del océano, es donde deberías estar.
¡Qué cosas pasan!
ResponderEliminarAmelche,
ResponderEliminarjaja, un error imperdonable.
;)
Besos
Por supuesto, las estrellas al pasear por el mar se encuentran tan felices, que cuando llega la noche y la luna ilumina el cielo, se confunden y vuelan nadando hasta arriba, aunque no tengan colores, ya se encargará Dios de regalarselos.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte amiga y gracias por tus comentarios en mi blog.
Gracias Rosario por tus bonitas palabras y tu cariñoso comentario.
ResponderEliminarYa pasé por tu rincón.
Un abrazo
Algunos , "algunas veces equivocan su vocación "
ResponderEliminartambién lucen las estrellas en el mar.
Precioso tu `post.
Un beso
Cada uno debe estar en su lugar.
ResponderEliminarMuy bonito tu microrrelato Montse.
Un beso.
Y quien no se ha sentido a veces fuera de lugar?
ResponderEliminarPrecioso Monte, como siempre!!
Un besote
¡Eso por protestar!
ResponderEliminarAl que copió la lista deberían mandarle escribir 1000 veces 'no confundir a las estrellas'...
ResponderEliminarprecioso y tierno relato, Montse :)
un abrazo
Que no se queje tanto, que las estrellas del cielo se convertiran en supernovas o agujeros negros, y a ella en el océano, se le podrá cortar un cachito y así crecerá en otro sitio para siempre ¡Nunca se está contento con lo que se tiene! XD
ResponderEliminar¡Que bueno y simbólico es este relato!
ResponderEliminarSi es que cada uno tiene que encontrar su lugar en el mundo.
Un beso
Mercedes
andré,
ResponderEliminarestoy de acuerdo sobre todo en que también lucen las estrellas en el mar pero... sólo en noches de calma.
Gracias por pasarte.
Un abrazo
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María,
a veces nos sentimos fuera de lugar y es que realmente lo estamos...
Un abrazo
Latris,
ResponderEliminarcomo le dije a María, estoy de acuerdo.
gracias por tus bonitas palabras.
Un abrazo
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Trazy,
Y si no se sentía bien allí, ¿Qué iba a hacer? Hizo bien.
Un abrazo
Mariluz
ResponderEliminarNoooo, la lista estaba bien, la culpa la tuvo quien la colocó en otro lugar que no era para nada el suyo...
jaja
Un besote
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Alfonso
¿Mandeeeee?
Eso ya es para nota.
Con lo sencillo que es mi cuento...
Jajaja
;)
Saludos
Mercedes,
ResponderEliminares simbólico de veras. Y salió sin pensar en su simbolismo. Es curioso como vemos lo que queremmos ver ¿Verdad?
Gracias por tus palabras
Un abrazo
Pobre! No me extraña que se encontrara “rara”.... ¿quién no se ha sentido alguna vez desubicado, ¿¿verdad???
ResponderEliminarTenía ganas de venir por aquí.. Estoy muy liada y ¡¡qué año!!!! Si pudiera firmaba para que terminara ya.. Qué mal!.
Un beso fuertote!!!
Qué pasada de vacaciones!!!
Alma,
ResponderEliminarPaciencia, amiga, en cuanto acabe el verano, está a un paso Navidad y con ella se acaba el año.
¿Estás bien?
Ya sabes como encontrarme. Si quieres escríbeme.
Un abrazo y todo mi ánimo.
Bien venida y bien regresada...!
ResponderEliminarBesos.
Cornelivs,
ResponderEliminargracias amigo.
Un abrazo
Montseeee
ResponderEliminar¿Pero has vuelto?
Y yo sin enterarme.
Es un microrrelato con mucha miga.
Me gusta.
Me encanta que estés de vuelta.
Teresa
HOLA
ResponderEliminarSí Teresa, he vuelto, lo echaba de menos, bueno, os echaba de menos.
ResponderEliminarUn abrazo.
.........
Julián,
Hola!
Bueno, más vale tarde que nunca.
ResponderEliminarTodo el mundo puede equivocarse.
Saludos.
¡Qué comprensivo eres, Torito!
ResponderEliminarUn abrazo
Hola y buenas noches
ResponderEliminarPreciosa y tierna historia amiga...
Tomé la estrella de la noche fría
y suavemente
la eché sobre las aguas.
Y no me sorprendió
que se alejara
como un pez insoluble
moviendo
en la noche del río
su cuerpo de diamante.
Muchos besitos y lindos sueños
Lo que da de si una simple estrella, ...la que ha liado ella solita. Besos
ResponderEliminarEsa sensación de no estar en el lugar adecuado... Pues espero que no se den cuenta si debo estar debajo del mar, porque me dan miedo los peces, jaja.
ResponderEliminarMe alegro de volver a leerte, y de que la estrellita encontrara otro sitio donde vivir :)
Pensé al principio qur tu estrella debería encontrarse con mi luna Doti, pero luego ya he visto que tenía otro destino.
ResponderEliminarME encantó el final, precioso...
Besotes
Balovega,
ResponderEliminares preciosoooo, ¿Es tuyo?
Me encantó. Mil gracias.
Un besote
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Momentos,
Ya ves, con un poco de imaginación...
jaja
Besos
C.O.
ResponderEliminarjaja, no me pega que te den miedo los peces. A tí se te echará de menos en cualquier sitio.
Gracias
Un abrazo
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Shedir,
¿Con Doti??
Nooo, fue una confusión de destinos.
jaja
Un besote
Que sencillez al contarlo... y que profudidad tiene...
ResponderEliminarMuy bonito! Besos!
Pues sí que estamos bien si hasta se equivoca el creador!!!...
ResponderEliminarAsí nos va...jajajaj...
Un abrazo enorme, guapa.
Besitos.
Gracias Conchi, salió así, jaja. Todos debemos pararnos un poquillo a pensar.
ResponderEliminarUn abrazo
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Sylvie,
Todo el mundo tiene derecho a equivocarse, ¿no? Incluido El.
jaja
Un abrazo
parece algo muy común también en el género humano...algun@s tendríamos que pedir cita a Dios...para saber donde está el fallo...jejeje!!!
ResponderEliminarMuy bonito Montse!!!!
Besos
Hola amig@mi@,
ResponderEliminarVengo del blogger de Santiago Liberal y como vi tu comentario me decidí conocer tu morada. Y menuda casa!!! uno puede degustar de una buena taza de café mientras lee tu prosa, versos o relatos. Me quedo por acá con tu permiso.
Un abrazo.
De nuevo estoy de vuelta
ResponderEliminarDespués de larga ausencia
Igual que la calandria
Que azota el vendaval
Y traigo mil canciones
Como leñita seca
Recuerdo de fogones
Que invitan a matear…
Así dice una canción folclórica de estos lados apreciada amiga. Un gusto tenerte de nuevo, va un cordial saludo, Rodisi
Lo has escrito con tanta ternura
ResponderEliminarque dan ganas de darle luz
a esa estrella de mar
y elevarla desde su océano
hasta el cielo.
Un gran abrazo Montse
Anakonda, jaja te imaginas?? ¿Crees que nos recibiría? Cuando me sienta fuera de lugar, lo intento ;)
ResponderEliminarjeje
Besos
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Quino,
sobre todo bienvenido a mi humilde rincón. Conozco ( de esta forma tan peculiar a través de la pantalla) a Santiago desde el principio de mi andadura por aquí.
Me siento feliz de tenerte entre mis nuevos amigos.
Un abrazo
Rodisi,
ResponderEliminarPreciosas palabras me dedicas. Es un gusto tenderte la mano a través de esta pantallita que nos une.
Un abrazo
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Marisa,
Ojalá pudieramos ubicarla en su lugar, amiga. Seguro que lo haríamos.
Gracias
Un abrazo
Tanto que veneramos a las estrellas, y sólo nos sabemos el nombre de dos: el Sol y la Polar (ni te acordabas). La segunda muy pocos la sitúan; los mismos que no diferencian una estrella, galaxia, nebulosa o planeta en el oscuro firmamento.
ResponderEliminarDime un/a niño/a que no se quede fascinado/a al ver una estrella de mar cada entre tanto!
Bixen,
ResponderEliminarQué razón llevas amigo. Pero ¿No será que una estrella de mar la podemos tocar, y en cambio las estrellas del cielo no???
Un abrazo