Frunció el ceño, pero ni una palabra de reproche salió de su boca.
Aquello dolía, pero no quería que nadie lo notara…
Se guardó su rabia para sí misma.
Escondió sus sentimientos en el rincón más profundo de su corazón.
Guardó sus lágrimas para cuando nadie la vieran llorar.
Le dolía hasta el alma, pero sonreía intentando esconder su dolor.
Sacando fuerza de flaqueza ignoró su pena…
Aunque parezca de piedra, es de carne y hueso.