Snowball Effect

Hay en inglés un símil que siempre me ha llamado la atención. Es el denominado “Snowball effect”.
Hoy salió a colación hablando con un amigo, y se me ocurrió compartir esta pequeña reflexión con vosotros.

Os pido que cerréis los ojos por unos momentos y os situéis mentalmente en un paisaje de montaña. Hay nieve por todos lados, altas cumbres y empinadas laderas os rodean…
Desde una de las cimas, una mano lanza una piedra, quizás con alguna intención o, quizás, por el simple hecho de lanzarla y ver lo que sucede.
La piedra desnuda comienza a rodar ladera abajo. En su camino la nieve que va encontrando a su paso se adhiere a su superficie lentamente, pero sin pausa…
Ahora ya no es un simple pedrusco lo que desciende por la montaña, es toda una bola de nieve que se va haciendo más y más grande, y a la par, más y más difícil de detener.
Durante un tiempo, quizás segundos, minutos o puede que incluso horas, esta escena continúa…
¿Cómo se puede actuar ante una situación así?
Sólo hay dos opciones:
Frenar el avance de la bola, lanzándose sin miedo a detenerla, antes de que sea demasiado grande y parándola para que se disuelva como lo que es, nieve… o, dejarla seguir su camino y ver cuando ella, por sí misma, para después de haber arrasado lo que encuentre a su paso…
Este amigo se tiró en plancha, y paró la bola que se deshizo como lo que era, nieve.
Para mí también era esta la mejor opción.