Retazo de Caribe 2

Después del uno viene el dos, y continúo donde lo dejé, aunque si alguien comienza a leer ahora, le recomiendo pasarse antes por la entrada anterior Caribe 1.


La primera noche pasó “demasiado rápido” al menos para mí, que siguiendo mi horario Español, en dos horas me desperté para, a dura penas, dormirme otra vez ...hasta que un ruido “anormal”, como de fuertes lluvias nos despertó de improvisto.
Aquí llueve así, torrencialmente durante 5 o 10 minutos, guerra de titanes entre negros nubarrones y el sol, y siempre vence este último, media hora después su fuerza hace que no quede atisbo del intento de refrescar de las pobres nubes…

Estos episodios se han repetido varias veces, con lo que al final nos hemos acostumbrado a su ritmo.

Pero la luz del día nos trajo otra sorpresa, mi hija mayor y yo habíamos sido cruelmente acribilladas a mordiscos por los hasta entonces mosquitos fantasmas, que a partir de entonces dejaron de ser tan fantasmas y, empezaron a hacerse visibles en número escalofriante.
Esa mañana maté 9, y les hice esta foto como prueba, pero mis habilidades iban en aumento día a día, y al final de las vacaciones llegue a tener unos 30 crímenes sobre mi ya inexistente conciencia.

Estos pequeños episodios fortuitos hacen que encuentres explicación a ciertas cosas que de otra manera parecen “raras”, como la existencia de un paraguas inmenso (tipo golf), dentro de los armarios; o una “loción anti mosquitos” entre los detallitos del baño, o la ya comentada falta de luz en los restaurantes…

El resto de los días transcurrió entre un poco de lo mismo, playas caribeñas y piscinas de ensueño, comer, sestear, beber cocteles de todo tipo … y si quedaba algún rato libre, era obligatorio dedicarlo a matar mosquitos.

Hasta aquí os dejo la Ironía, la sonrisa fácil que tanto me gusta, pero hubo más…
Prometo algo serio, que os haga pensar como me lo hizo a mí, que no TODO es color de rosa.
Besos