Sediento y hambriento, exhausto de buscar la salida que me alejara de aquel desierto baldío, que me estaba matando poco a poco y, en el que no aguantaría mucho más tiempo, mis ojos distinguieron un cambio de color en la lejanía, me pareció ver algo verde…
Paso a paso, siempre trémulos a causa del cansancio y mi falta de fuerzas, me fui acercando.
Si, era un Oasis. Un punto fértil y alegre dentro de la más absoluta aridez.
-“Ya queda menos”, decía para mí. – “Estás salvado. Comerás, beberás y descansarás a la sombra de las verdes palmeras, y volverás a estar fuerte, a ser fuerte, a ser tú”…
A la par de mis propias palabras de aliento, el Oasis iba desapareciendo.
No quería admitirlo, mis ojos se abrían y cerraban una y otra vez en busca de la imagen dulce y esperanzadora que visualizaran momentos antes, segundos antes…
Era un espejismo, sólo eso; uno de tantos engaños de la vida, de la gente, de uno mismo…
Era un espejismo, sólo eso; uno de tantos engaños de la vida, de la gente, de uno mismo…
Hoy alguien más me comentó:
-¡Ese Oasis no existe!,
-¡Es sólo un espejismo!
Y quizás un día haya un tercero que se dé cuenta, y después un cuarto, y un quinto…
La vida es bella, aún con sus espejismos, y estos siempre fueron bellos mientras duraron...
Lo siento Carlos, te hará pensar y sé que no te gusta.
ResponderEliminarUn beso y perdona,jeje
Ya estaba yo maldiciendo antes de darle al botón de comentarios...
ResponderEliminarYo es que no soy de muchos espejismos. No suelo ser crédulo, influenciable ni subjetivo, o al menos eso me gusta pensar de mí mismo. ¿Ilusiones?, sí, todas las que hagan falta. ¿Sueños?, por supuesto, pero siempre teniendo claro que son eso: ilusiones y sueños, y por tanto hermosos pero, (generalmente), inaprensibles e inalcanzables.
Besos. ;-)
PD. Aunque si tu CREES que ese oasis existe o que ese sueño puede hacerse realidad, persíguelo con todas tus fuerzas. Son esas cosas las que dan sentido a nuestra vida.
Carlos, existió y, fue bello mientras duró...
ResponderEliminarTú y yo hemos hablado varias veces de este tema y, no te digo más ;)...
Un beso
Cuando D. Quijote por fin comprendió que los molinos eran molinos, los rebaños rebaños, y que el yelmo de mambrino solo era una bacia de barbero; cuando contempló la realidad le entró tal depresión que se murió.
ResponderEliminarLa eterna polemica: perseguir sueños o ilusiones que te hacen sentir vivo; o aceptar la realidad (y morir asi, un poquito solo, al reino de la ilusion).
Tercera via: luchar por aquello en lo que uno cree.
Bonito post.
Un beso.
y... ¿qué sintió D. Quijote al descubrir a la verdadera Dulcinea?o, que su fiel amigo/escudero Sancho tampoco era lo que parecía?
ResponderEliminarDifícil respuesta.
Repito, fue bello mientras duró.
Gracias Cornelius,
Besos
me desbordáis... que profundo. Pero bueno yo si creo en casi todo. Sobre todo en que la vida es bella...
ResponderEliminarbesos
lander, aun sin oasis, totalmente de acuerdo: la vida es bella!
ResponderEliminarHola como andas? paso por tu blog, esta muy bueno pasate por el mio así te agrego en mis blogs amigos un abrazo
ResponderEliminarhttp://fueradecontrol666.blogspot.com/
encantada y bienvenido
ResponderEliminarBesos
Los espejismos, sueños, quimeras, utopías, siempre inalcanzables porque dejarían de serlo; pero es bonito soñar, tener ilusiones que son como el mecanismo que nos pone en marcha para ir en pos de lo que sea...Dependiendo de la persona, puede ser una tragedia o simplemente corroborar que era una sueño.
ResponderEliminarSaludos
Me quedo con el corroborar que se trataba de un suño, y los sueños...
ResponderEliminarsueños son!
un beso
Te importa que te agregue?
Detrás de un desierto siempre hay un oasís. Los sueños a veces son la antesala de la felicidad y muchos de nosotros gracias a ellos vamos caminando por esta vida.
ResponderEliminarUn abrazo
MJ
Los oasis existen mientras existan los sueños.
ResponderEliminarUn beso.
M José: bienvenida!, y si me permites puntualizar...
ResponderEliminarDentro de un desierto SIEMPRE habrá un oasis ;)
María: Siempre existirán!
Besos a las dos
Sí, llevas razón, dentro del desierto Siempre habrá un oasis. Pero aún hay que seguir, después, cruzando el desierto.
ResponderEliminarPrefiero pensar que detrás de un desierto está mi oasis....
Bueno, son fomas diferentes de describir un estado emocional...
Gracias por tu visita, me ha gustado mucho verte allí y espero que no sea la última.
Yo te enlazo a mis blogs amigos, quiero que tu estés también en esa comunidad a la que visito y quiero.
Un abrazo
MJ
Maía José, ya te agregué yo también. Por supuesto no será la última!
ResponderEliminarBesos
Embriagas...Un saludo!
ResponderEliminarSólo pienso en voz alta.
ResponderEliminar;)
saludos