Contará mucho o poco pero siempre de mi. Mis pensamientos saldrán a la luz en forma de palabras y mi música, las cosas que me gustan...
De mí para vosotros
Me gusta escribir de noche, aunque la luna tiene las manos frías...
La cita no es mía y no la recuerdo exactamente, pero más o menos era así. Es de Alejandro Sanz.
Al margen de vuestras bucólicas y hermosas reflexiones, ¿habéis probado a salir de noche SOLOS al campo?. No me refiero a un parque o al jardín de la urbanización, sino a un bosque, a la montaña, a lugares a varios kilómetros de la civilización... Yo lo he hecho muy a menudo en mi juventud. La alerta provocada por la disminución de nuestro sentido más fiable: la vista, junto con el afinamiento del resto, especialmente el traicionero oído, el miedo real a algún percance o al encuentro con algún animal y el irreal a todo aquello con que poblamos la oscuridad...
Me hace sentir vivo y algún día tengo que escribir sobre ello.
Si, lo he hecho, precisamente en Arenas de San Pedro, y a la luz de la luna a ser posible; arropada por el inconfundible canto de grillos... y, espero ansiosa que describas lo que sentiste, que será seguramente lo mismo que yo sentí... Besos Carlos
yo soy más de amanecer........
ResponderEliminarangie
Nací justo a las 12 de la noche, será por eso que me atrae tanto ese momento...
ResponderEliminarSe de lo que hablas.
ResponderEliminarun lobo aullando
Sé que lo sabes...
ResponderEliminarBesos
Me gusta escribir de noche, aunque la luna tiene las manos frías...
ResponderEliminarLa cita no es mía y no la recuerdo exactamente, pero más o menos era así. Es de Alejandro Sanz.
Al margen de vuestras bucólicas y hermosas reflexiones, ¿habéis probado a salir de noche SOLOS al campo?. No me refiero a un parque o al jardín de la urbanización, sino a un bosque, a la montaña, a lugares a varios kilómetros de la civilización... Yo lo he hecho muy a menudo en mi juventud. La alerta provocada por la disminución de nuestro sentido más fiable: la vista, junto con el afinamiento del resto, especialmente el traicionero oído, el miedo real a algún percance o al encuentro con algún animal y el irreal a todo aquello con que poblamos la oscuridad...
Me hace sentir vivo y algún día tengo que escribir sobre ello.
Besos. ;-)
Si, lo he hecho, precisamente en Arenas de San Pedro, y a la luz de la luna a ser posible; arropada por el inconfundible canto de grillos... y, espero ansiosa que describas lo que sentiste, que será seguramente lo mismo que yo sentí...
ResponderEliminarBesos Carlos