Por fin regresé.
Gracias a todos los que pese a mi ausencia habéis pasado por aquí a interesaros por mí. La verdad es que el verano ha sido largo (suele pasar que lo que no te gusta se hace eterno, y lo que disfrutas parece acabar siempre demasiado pronto) y he tenido tiempo de pensar y sobre todo de aprender:
He aprendido que por mucho decir ¡Qué calor!, la temperatura
no baja; y que por mucho que repitas que el verano no te gusta, el otoño no
llega…
He aprendido a distinguir lo que es “disfrutar” de la
compañía y lo que es “sufrir” una compañía…
He aprendido a llorar sin lágrimas, y a sentir la soledad
del que no vive solo…
He aprendido a hablar con el silencio y a escuchar en
silencio mis propios diálogos…
He aprendido a soñar sabiendo que un sueño casi siempre
desaparece al despertar…
En fin, que el verano por fin va desapareciendo y eso...
¡ME ENCANTA!
¡ME ENCANTA!
