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miércoles, 30 de abril de 2008

Mariquitas








¿Cómo contaros…?


Hemos tenido una lluvia muy especial en Aguadulce. ¡Mariquitas!


Ayer había montones, por las plantas, por el suelo, en los árboles, volando...


Era increíble como uno de mis “animalejos” favoritos, y tan difícil de ver hoy en día, se presentaba ante mis ojos en tan gran número.


Hoy bajé un rato a la playa y terminado ya el ritual de crema y tumbona, me disponía a conectarme a mi MP3, cuando mi vista se fijó en que la ardiente arena estaba plagada de mariquitas muertas… la imagen no era agradable, pero tenía color… y, de repente, entre tanto color rojo inmóvil, un punto que se movía llamó mi atención.

Una mariquita superviviente quería elevar el vuelo para huir del ardiente suelo, desplegaba a duras penas sus negras alas e intentaba dar pasitos, pero los granos de arena le hacían resbalar una y otra vez por las diminutas (a mis ojos) o inmensas (seguramente a los de ella) dunas de la arena de la playa.

La tomé en mis manos y después de un rato observando sus inútiles esfuerzos para plegar y desplegar sus alas, la solté cariñosamente sobre mi vestido…

-Al menos ahí no se quemará y podrá seguir intentando levantar el vuelo.


En ese mismo instante noté un suave cosquilleo en mi pierna. ¿Cuál no sería mi sorpresa al descubrir otra mariquita, recorriendo con alegría mi aún no muy caliente piel?

Misma jugada de nuevo y una vez más mi vestido se convirtió en su tabla de salvación… me olvidé de ellas por un rato, escuché música, pensé en todo y en nada en concreto, como suelo hacer mirando al mar y… llegó la hora de volver a casa. Sacudí mi vestido recordando sus invitadas, pero no había ni rastro de ellas.


Habrán logrado escapar, pensé convencida, y vistiéndome emprendí mi camino hacia casa.
Cuando mi marido llegó a comer me comentó divertido: -¡¡Qué curioso!! , Había dos mariquitas en el baño, las he puesto en la ventana y han volado…




No sé qué deciros…



Demasiada casualidad para no ser verdad…






4 comentarios:

  1. OOOOHHHHH!!!!

    DE PQUEÑITA YO LAS CUIDABAAAAA!!!! QUE BONITAS QUE SON!!


    ZARPO HACIA ROQUETAS EN UNA HORA Y MEDIA...ALLÁ EL ESPÍRITU CORDOBÉS!

    ¿SERÁ VERDAD QUE SE TE VA A PEGAR MI ACENTO?


    MUXOS BESOOOOSS!!

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  2. Eso de cuidar bixos no me es del todo desconocido... Yo también las cuidaba un rato, y luego las dejaba volar...
    Nos vemos.
    Besos

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  3. Bonita anécdota Montse. De niño a mí me gustaba dejarlas correr por mis dedos. Como siempre buscan ir hacia arriba tenías que estar con la manos arriba y abajo. Ganaba el primero que las hacía pasar desde el meñique al pulgar.

    Un beso. ;-)

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  4. Hoy ya no están... pero prometo que si "llueve" otra vez en forma de mariquitas lo intentaré.

    No sabía que siempre van hacia arriba, pero ahora que lo dices...Son optimistas!!!

    Un besote

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