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Ha llegado el verano aquí en Aguadulce, la playa se llena de gente ávida de sol y agua de mar... y, mi “hombre de las palomas”, que vivía en un chiringuito de la playa , me preocupa…
Hago indagaciones y bajo a la playa a intentar recopilar información para escribir este post.
Lo he visto en su sitio ayudando a descargar mercancías, y colocando sillas y mesas…
El “hombre de las palomas”, sigue en su puesto.
Hoy sé que le pagan en el chiringuito por vigilar por las noches. Recibe comida y un sitio seguro en donde dormir… y, quizás algún que otro Euro.
He visto sus escasas pertenencias amontonadas en la playa durante el día, y lo he observado, tumbado en la arena esperando pacientemente que llegue la noche para volver a su “hogar” en el chiringuito.
Hoy sé que es un hombre afable, pero no tiene la higiene que debiera, y aunque su sonrisa acompaña sus pasos, la gente lo rehúye escapando de su “olor”…
He vuelto a ver a las palomas comiendo los trozos de pan que él les sirve cada día, por lo que ellas vuelven cada mañana al lugar donde encuentran una sonrisa y alimento gratuito…
desde luego hay escenas que dan paz
ResponderEliminarAy Montse, qué lindo recuento. Con tantas charlas me había olvidado de preguntarte si habías vuelto a verlo. Al menos, ya sabes que algo de sustento logra y que en las noches está cobijado. Me gusta pensar que es feliz así, escuchando el mar por las noches y sintiéndose libre como sus palomas.
ResponderEliminarMe encantó tener noticias, y sé que ahora estás más tranquila.
Las imágenes son muy buenas, tienen “calor y sentimiento”.
Un beso
Un gusto leerte, y la narración que nos entregas esta llena de intriga que nos invita a seguir leyendo. es maravilloso.
ResponderEliminarsaludos fraternos con mucho cariño,
un abrazo
besos
Hola, Montse , muy tierna la historia que nos cuentas.
ResponderEliminarGracias por compartirla
Un rampybeso
Recuerdo tu post sobre el.......que extraño y misterioso personaje.
ResponderEliminarUn abrazo
Amor y libertad,
ResponderEliminarla historia en sí, da paz...
Un abrazo
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Adolfo,
Viene de antaño, de este invierno, cuando paseando al lado del mar, me topé por primera vez con este intrigante personaje...
No quise perder su rastro
abrazos
Rampy,
ResponderEliminarEs tierna si´, y más cuando se trata de algo real, continuación de aquella primera vez...
Un besote
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Tony,
Desde entonces le sigo la pista, no quería perderlo...
¿Puedes creer que lo localicé de nuevo por el vuelo de las palomas alrededor del chiringuito?
Desde el paseo, cuando duerme no es fácil de ver, y los chiringuitos son todos iguales...
Un abrazo
Vivian,
ResponderEliminarSabes como soy, y algo que me llegó tan dentro es dificil de borrar...
Desde entonces lo he observado, sé de cosas que me cuenta la gente que lo ve a diario, y más que nada, me quedo tranquila.
Pero...
¿Hasta cuando durará en la playa, un montón de basuras, y bolsas de supermercado no creo que lo permitan por mucho tiempo, y más ahora en verano que la gente está todo el día en las playas...
Espero que encuentre otro sitio para estos dos meses, más cómodo y al abrigo del tremendo calor...
Un besote
Lindas fotos...me ha dado gana de darme un paseo por la playa...
ResponderEliminarFeliz domingo y un abrazo...!
Hola Montse.
ResponderEliminarRecuerdo tu post de hace tiempo, en donde nos hablabas del hombre de las palomas.
Me laegra que le hayas encontrado. ¿Sabes? Pienso que es mucho más feliz que muchos ejecutivos que se tienen que afanar en mantener su estatus buscando una compensación a toda esa lucha, que a menudo, no lleva a ninguna parte.
Gracias por foto y escrito.
Un beso
No son sólo fotos lindas. Son también fotos de sensibilidad y generosidad. El paisaje y el motivo no se circunscriben a un ambiente placentero y agradable como siempre es el de la playa pacífica, sino al papel que dentro de ese escenario representa un pobre hombre, que pasa desapercido, cuyo mundo de relación se limita a las palomas sin saber que alguien le observa y se interesa por él y por su suerte. Has sabido transcender a un ambiente que invita a la autocomplacencia para sentir que es mucho más que eso. Un abrazo, Montse
ResponderEliminarCorne, jaja
ResponderEliminarPues aquí está... pilla a tu Linda y ven a darte un baño...
besos
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Celia,
ResponderEliminarFernando,
Es especial... No habrá muchos casos ya no digo iguales, sino parecidos...
He visto a este hombre leyendo el periódico, sentado en la arena... no sé si el del día o alguno del mes.
lo he visto acarreando cajas de bebidas desde un camión hasta el chiringuito, y como habla con los que le redean... ´
Lo he visto al amanecer( sú amanecer) a las 10 de la mañana, levantandose, y mirando al mar, como asegurandose de que sigue en su puesto...
Bueno, que es algo que me atrae inevitablemente, como el imán al hierro...
Un abrazo y gracias por vuestras palabras ;)
Hola, Montse:
ResponderEliminarMe gustan mucho las imágenes, sobre todo, porque estan cerca del mar, quién pudiera estar ahí, y observar el mar, asi como a sus gentes, quedarse quietas, navegando por nuestros ojos...
Un beso.
Tu vagabundio romántico reaparece con el verano en ciernes.
ResponderEliminarEn Mazarrón había un pescador jubilado, enjuto de carnes, casi consumido, que alimentaba a los patos que nadaban el el puerto, junto a las rocas del espigón. Cuando el hombre murió, el Ayuntamiento reconoció su figura de San Francisco de Asís marinero y le erigió un pequeño monolito "A Juan Coy, por su amor a los animales" rezaban los azulejos amarillos y azul marino, como el sol y el mar Mediterráneo.
Poco tiempo después, se construyó un inmenso puerto deportivo, lujoso y sin patos. El monolito desapareció. Yo lo sentí mucho.
María, a los ojos de este hombre, me pregunto como será el mar. Lo verá como tú y yo, o por el contrario tendrá otra forma de sentirlo...
ResponderEliminarMe encantaría saberlo...
un beso
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Celia,
Qué historia tan bonita, ideal para un post, y si encontraras alguna foto del monumento...
Es simplemente una idea , jaja
Besos
mmmm... me quede con ganas de seguir leyendo
ResponderEliminarpreciosas fotos
saluditos semi congelados desde
valparaiso!
¡¡Con las ganas que tengo yo de playa!!!!
ResponderEliminarMe ha encantado tu entrada. Desprende mucha ternura.
Un beso.
Me gustaría conocer su historia, quizá ´sea un hombre interesante, o un hombre con alguna deficiencia y sin una familia que le apoye.
ResponderEliminar¿Dónde vivirá en invierno?.
En casa enseguida le imaginaríamos una historia.
Besos
Qué buen post Montse, me encanta esta historia que has seguido con tanto cariño (seguro que lo hay)
ResponderEliminarLas fotos son buenas....eh??
Estoy bien, gracias, sólo pasando algún momento difícil.
Un beso
mj
Lili,
ResponderEliminar¿Seguiste el enlace del principio?
La historia empezó en invierno,
Un abrazo
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Alma,
Gracias, hay ternura, tiene una sonrisa tan limpia, aunque él esté "no muy limpio"...
En fin...
Besos
María Jesús,
ResponderEliminar?Por qué te crees que le sigo los pasos?
A mí también me gustaría saberla, y no sólo en vuestra familia, también yo, "imagino"...
Has leído "El loco de las muñecas"?
Te gustará
Besos
MJ,
ResponderEliminarMe alegro de que esté bien, aunque siento que pases un momento dificil, si en algo puedo ayudar... Cuenta conmigo!
Y la historia... ya me conoces, no podía dejarla a medias. Entonces la titulé "una historia sin final", hoy la titularía "todavía hay más"
Besos
Resulta que también eres literata, qué maravilla.
ResponderEliminarClaro que sí, razones has tenido para quedarte tranquila, al ver que unos seres, aunque pobres, pueden alimentar a otros más pobres que ellos.
Un abrazo.
Pues no sé si intriga pero si produce emoción y disfrute saber que el hombre de las palomas vive mejor en verano. A propósito, deberíais recordarle que se duche o que se bañe en el mar jajaja. Un abrazo!
ResponderEliminarYuria,
ResponderEliminar¿Literata?
Esto es real, lo clasifiqué de relato porque no sabía que etiqueta darle, pero no es un cuento, es una realidad. Ese hombre vive a así como describo, y hoy me alegro de saber que sigue ahí, pues su futuro al abrir los chiringuitos era incierto.
Besos
Josef,
ResponderEliminartú si relatarías sus viviencias de lujo.
Bueno, lujo poco. NO creo que dormir en invierno en la orilla del mar, y pasar los días de verano tumbado en la playa como ves en la foto, sean lujos, pero al menos come y tiene un sitio en donde estar.
Lo de lavarse... No sé, creo que el agua y él no se llevan bien. En la playa hay duchas que funcionan en invierno y en verano...
Un abrazo
Me acuerdo cuando lo vimos jejejeje...
ResponderEliminarPaz, paz, paz,playa, playa,playa, café, café, café...eso es lo que quiero yo ahora y necesito jajaja.
Un besazo!! Por fin he podido sacar tiempo!
¿Y no se baña nunca en la playa?
ResponderEliminarCuanto me alegra haber venido y haber sabido un poquito más de tu hombre de las palomas...y sobre todo, ver que seguía bien...
ResponderEliminarbesitos, Montse.
Amig@, me has llamado Celia en tu respuesta, precioso nombre, pero no es el mío..."No tengo foto del monumento, y mira tú que lo siento". pareado, pareado/ sin pensarlo lo he creado.
ResponderEliminarMiriam,
ResponderEliminarsí, luego he seguido bajando y observandolo y bueno, lo importante es que no tiene nada, pero no le falta nada...
Besos
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amelche,
nunca lo vi ni lavarse en las duchas..., pero puede que lo haga.
Besos
Rosa,
ResponderEliminarPerdónnnnn!!!!!!
más de una vez os confundo a Celia y a tí, tengo que investigar en mi mente el porqué...
Intentaremos encontrar alguna foto ;)
Besos
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Syl, pues sí,has llegado en un momento "curioso", pues ni es triste ni alegre... Simplemente me tranquiliza el saber que sigue bien y acompañado de sus palomas..
Besos
Como siempre, sabes encontrar las palabras exactas a cualquier escena cotidiana. Eso es poesía.
ResponderEliminarHoy Pedro mis palabras no son poesía, sino realidad, la realidad de este hombre que vive desde hace meses, en un chiringuito de la en compañía de unas palomas a las que hace danzar...
ResponderEliminarUn abrazo
Jejeje... No has parado hasta conocer su historia...
ResponderEliminarBesos. ;-)
Carlos,
ResponderEliminarDemasiado "atrayente" para cesar en mi "misión"
Besos
Bueno, veo que has hecho tu pequeño trabajo de investigación, Montse.
ResponderEliminarProbablemente ese hombre esté falto de muchas cosas, pero si le sueles ver con una sonrisa debe ser porque será feliz con lo poco que le regalala vida. Que le dure su "trabajo"...
(He visto ese video de la niña en la ONU. Más tirones de oreja como aquel hacen falta. Los grandes dirigentes no debería perder jamás la visión de lo prioritario y fundamental en el mundo)
Yo pienso, Juanra, que con lo poco que tiene es feliz por ahora. Espero que le dure, imagina un personaje así en un chiringuito en época de verano...
ResponderEliminar:(
Un abrazo
una tranquila opción de vida, no como otras...
ResponderEliminarMuakis
Encarna
Encarna,
ResponderEliminarY aveces envidiable, pero sólo a veces...
Besos