Durante nuestra estancia en México este verano, estando un día en la playa, el cielo comenzó a oscurecerse de forma alarmante. Daba miedo el amenazante color negro de las nubes que se acercaban por el horizonte.
De repente levanté la mirada del libro que tenía entre manos y vi que mucha gente se agolpaba cámara en mano, dirigiendo la vista hacia una determinada dirección, había algo que yo no podía ver desde mi tumbona y tanto mi marido como yo, nos levantamos a unirnos al grupo. Era un pequeño tornado que parecía caer desde las nubes allá en la distancia. Dudábamos entre salir corriendo o quedarnos a observar tan inusual fenómeno. Al ver la tranquilidad de los lugareños, nos decantamos por la segunda opción. Acertamos.
Fue la primera vez en mi vida que pude contemplar algo así. Se cimbreaba y avanzaba o retrocedía a capricho. Curiosamente por encima de nuestras cabezas seguía luciendo el sol.
Pasado un tiempo los nubarrones se alejaron y el tornado con ellos, no quedando nada más que un bello, pero aterrador recuerdo. Y el cielo seguía azul…
¡Cuántas veces en nuestras vidas se presentan tornados que al fin y al cabo no son nada más que una imagen que desaparecerá por sí misma?
Montse, aquí ni tornados ni ná de ná, más secos que el pellejo de una momia estamos, desde junio sin llover.
ResponderEliminarPero es cierto que en la vida a veces amenazan tormentas que luego se evaporan o pasan de largo.
Un beso,
Hola Montse...jajaja, recuerdo que viví algo muy similar en México, unos estabamos en la playa y de pronto un gran nubarrón amenazaba tormenta tropical...fueron 5 minutos de una intensidad brutal y luego seguimos tomando el Sol tan ricamente...toda una experiencia...desde luego que sí!!!
ResponderEliminarBesos
Cuando el tornado está en la atmósfera desaparece, desaparece siempre.
ResponderEliminarCuando el tornado está en el alma también desaparece si tenemos el valor de soplarle.
Un beso
Tiene que dar algo de miedo presenciar un tornado, por muy pequeño que sea ¿verdad? mira tú tuviste oportunidad de presenciarlo, pero al final, pasan, como los tornados del alma, que también suelen pasar, son estados que nunca permanecen.
ResponderEliminarUn besazo.
Que valor tuvstéis... yo hubiera salido corriendo, pero me hubiera perdido el espectáculo.
ResponderEliminarLo malo es que algunos de esos tornados, nos "arrasan" de qué manera.... Cuando se van, cuesta.. cuesta levantarse..
ResponderEliminarMenudo susto, Montse.. uff..
Muchos besos!!!
Angustiados, desconsolados, el alma navega por agua confusas, turbando la realidad. Son escasas –sublimes de encolerizada belleza- las ocasiones en que el orbe nos zarandea para vivificarnos la apenada ansia -auto-provocada-, mostrándonos como un mero esperpento de nuestra psique. Y el “todo” persiste, imperturbable a nuestra contrariedad insoluble… Esto ha de fortalecernos, pues nada puede ofuscarnos, salvo, sí así lo deseamos…
ResponderEliminarPd: Buenas tardes estimada amiga.
Salu2
Saudades,
ResponderEliminarPues por Almería ni te cuento. Cuando llueve son tres gotas y de barro de todo el polvo acumulado en la atmósfera. Si cuando yo digo que aquí no hay otoño...
Un abrazo
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Jaja, Anakonda,
a mí también me pasó eso, pero estaba yo sola con las cosas, bártulos, toallas, libros y demás de los 5. Imagínate para recogerlo todo y ponerme a cubierto. El librillo de crucigramas del husband se voló y nunca más se supo. Jajaja
Besos
André,
ResponderEliminara veces tiene incluso más fuerza el tornado del alma que el que baila en el aire. Bonito comentario.
Un abrazo
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María,
es magestuoso, y más cuando ves que la gente ni se aleja, ni corre. Eso da tranquilidad. Aunque con esas nubes tan feas, te temes un buen chaparrón.
Un abrazo
yo los he visto chiquitos, como una columna que levanta polvo, tierra y papeles del suelo al cielo.....ojalá vinieran de vez en cuando tornados que se llevaran lo malo hacia el cielo......
ResponderEliminarmuaa....angie
Tracy,
ResponderEliminarestuvimos dudando. ¿Viste las nubes? Pero la verdad es que encima de nosotros brillaba el sol.
Fue un momento especial.
Un abrazo
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Lo curioso, Alma, es que no sientes miedos, sino curiosidad.Te quedas como tonto mirando la pequeña lengua que baila con las nubes y cuando quieres darte cuenta, ha desaparecido y las nubes con ella.
Es bello, aunque sí, asusta.
Un abrazo
Mi estimado Tronken,
ResponderEliminarQué alegre sorpresa.
Aunque tus palabras vengan teñidas de una cierta angustía, es para mí un placer tenerte de nuevo por aquí.
Bello comentario
;)
Gracias
Angie,
ResponderEliminarLa verdad es que a veces no estaría del todo mal. ¿Se lo proponemos al Jefe???
¿Cómo sigues?
Un besote
Joa me ha comentado que se espera algún tornado por la costa aunque creo que es en la zona del Pacífico. Espero que se quede quietecito por ahí, o al menos, que si viene, sea tan tranquilo como el que tu pasastes, aunque viendo las fotos impresiona.
ResponderEliminarTe contaré a la vuelta!!
Besos
Espero que no, Shedir, y como tú dices, si viene que sea tranquilo como el nuestro. Tengo una amiga a la que le pilló uno en el caribe y la verdad lo pasaron fatal, pero ese fue de los gordos.
ResponderEliminarOyeee!!
Felicidades por mañana.
Un besote
Es muy cierto.
ResponderEliminarMuchas veces nos preocupamos por cosas que jamás ocurrirán.
Besos.
Toro,
ResponderEliminarla verdad es que fue muy bonito y después me dejó un puntillo para la reflexión.
Un abrazo
Lo mejor es el recuerdo que te deja y aprovechar para ver algo que por aquí no se da mucho. Lo malo es que ésto fue una experiencia pero para otros es una catástrofe.... es la fuerza de la naturaleza.
ResponderEliminarSalu2
Buenas noches amiga...
ResponderEliminarLa verdad que nunca he visto ninguno pero tiene que ser tremendo ver un tornado tan cerquita..
Miles de besotes de buen día de la Hispanidad y lindos sueños
Impresionante imagen! Yo moriría del susto, jaja. Besitos.
ResponderEliminar¡Que hermosa analogía has hecho!
ResponderEliminarUn abrazo
Mercedes.
PD- La foto está muy bien.
Pardi,
ResponderEliminaraquel no fue catástrofe, era demasiado pequeño. La verdad es que me quedo con la palabra experiencia. Es algo que nunca habíamos visto.
un abrazo
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balovega,
era muy pequeño, pero se cimbreaba de una forma sobrecogedora. Era algo así como dejar una manguera abierta y soltarla. Y el color de las nubes lo puedes apreciar en la imagen. Gracias a Dios no fue nada más que una imagen y un sustillo, porque en el fondo asusta.
Un abrazo
Steki,
ResponderEliminarmirarías, seguro como hicimos todos. Era algo tan inusual...
Un abrazo
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Mercedes,
Gracias, amiga. Tú siempre tan amable, jaja. La imagen no hace justicia al color del cielo y a la visión del tornado. En vivo fue algo alucinante.
Un abrazo
Montse, yo creo que con ese cielo, yo hubiera salido corriendo de allí.
ResponderEliminarSoy una caguica.
jaja
Un abrazo
Teresa
Teresa,
ResponderEliminarjaja, pero como verás la gente seguía tan normal.
Es increíble, pero nadie se fue.
Locos, todos locos.
jaja
un abrazo
Una vez vimos un tornado por aquí, daba miedo, pero ni mucho menos era como el que tú muestras.
ResponderEliminarEsas cosas parecen de película...¡qué miedo!
Un besico
Pues Rosa, ni llovió ni sopló viento. Imagino que se desvaneció, o algo así. Fue extrañísimo.
ResponderEliminarUn abrazo
Bonita vivencia! Y mejor reflexión!
ResponderEliminarJeje, te escribo entre tornado y tornado!
Un besote
Yo hubiese necesitado varias páginas para describir esta filosofía de los "americanos"; tan diferente a la nuestra y a otras lindes ultramarinas.
ResponderEliminarPues ya ves Latris, al final a veces los tornados pasan dejando solamente un recuerdo...
ResponderEliminarUn abrazo
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Bixen,
pues anímate. Siempre echo de menos un pequeño rincón TUYO, para poder visitarte como haces tú con los demás.
Me darías una alegría.
Hola Montse!, vaya susto, yo la verdad no sé que hubiera hecho en tu lugar, también dependería de con quien estuviese en ese momento.
ResponderEliminarMuy buena la imágen, estupendo recuerdo.
Saludos.
Imagino Bego que hubieras hecho lo que yo, quedarte como una boba mirando. Si los demás estaban tan tranquilos, no era cuestión de salir corriendo, jaja. Fue impresionante.
ResponderEliminarUn abrazo
Más vale que sean así, que se queden en nada.
ResponderEliminarGuau, yo creo que habría salido corriendo! jaja
ResponderEliminarHe conocido a un mejicano aquí y me ha hablado de su país y demás. Me acordé de tí :)
Un beso
Amelche,
ResponderEliminarmás vale. Pero aún así, impresiona.
Un abrazo
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Cristina,
Seguro que no. En estos casos puede más la curiosidad.
Un besote y que te vaya muy bien por Granada.
Vente a Cádiz, y cuando veas como yo he visto entrar un tornado, ya verás como no te quedas quieta .. jj
ResponderEliminarMe lo creo Alfonso, hay tornados y tornados ...
ResponderEliminarUn abrazo