martes, 15 de enero de 2008
El Árbol que quiso ser Ángel
Cada día llegaba este instante.
Sentía cómo sus ramas comenzaban a balancearse al son del aire de la tarde. Era éste su momento favorito. Lo esperaba con tanta impaciencia… Cada día a esa misma hora, una brisa repentina y zalamera, retozona y caprichosa, se enredaba entre sus ramas y recorría con suaves cosquillas sus hojas, que se retorcían de gusto, al recibir el roce del viento.
No era la primera vez que pensaba (no sé si sabéis que hay árboles que piensan), en su libertad.
Este suave baile le hacía sentirse libre, desenganchado de esa tierra que tan fuertemente lo sujetaba, le daba unas imaginarias alas… y ¡él quería volar!.
Fue entonces cuando concibió su idea: Quería ser ángel.
Trato una y otra vez de extender sus inexistentes alas para poder así elevarse, zafarse del suelo que lo aprisionaba, y volar… cada día a la misma hora su yo de árbol se transformaba un poco más en algo distinto.
Hoy es así:
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como te mando una canción.........Fábula de Eros Ramazzotti.....
ResponderEliminarSi dejas volar - al igual que este árbol- la imaginación, pueden vérsele unos brazos que se extienden hacia el cielo, como si pidiesen con fuerza el deseo de que alguien los convirtiese en los de un ángel. ¿Quién no ha querido volar nunca?
ResponderEliminarMuy bonito este post.
Un beso
Y muy bonito tu comentario.
ResponderEliminarGracias
Otro beso
Hola, tienes razón esa canción es muy bonita, sabes yo la escuché tb en la voz de Carole King, en definitiva la letra dice mucho.
ResponderEliminarSaludos ;-)
A mí me gustó!!!! :) Mira mi último: http://sebasdelosrios.blogspot.com/2012/07/amor-eterno.html
ResponderEliminarUn abrazo!
Gracias Sebas, un saludo.
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