Con algo parecido gané un concurso de cuentos de Navidad cuando estaba en el colegio.
Estos días he vuelto por allí y me vino a la memoria este retacillo de mi infancia...
Y así nos lo contó:
-Alguien se acerca, se escuchan voces ¿Quién puede ser con este frío? Es muy tarde, ya debe haber pasado la medianoche…
Ha entrado en el establo un hombre, tirando de una mula sobre la que viaja una mujer que parece estar enferma.
-¡Uff!, ¡qué guapa es!
Están decidiendo si quedarse aquí a pasar la noche. Por mí no hay problema, pero el buey se podría molestar.
El hombre ayuda a la mujer a descender de la mula y a tumbarse encima de las pajas, parece que ella sufre mucho…
- No sé qué está pasando, no puedo ver bien, pero… ¿Qué es eso? Ahora se oye el llanto de un bebé… ¡Ha nacido un niño entre las pajas! Ella lo mira y le sonríe y los dos se abrazan, lo arropan con una vieja manta y lo tienden en el pesebre lleno de pajas en donde come el “Gordo”, como le dice mi amo al buey. Por cierto, a mí me llama “Chica”, soy una cabrita blanca muy pequeña, pero claro, al lado del “Gordo”, cualquiera es pequeño…
-Voy a tomar entre mis dientes el tazón del amo y se lo acercaré, por si quieren un poco de mi leche. Seré pequeña, pero mi leche es estupenda, o al menos eso dicen los pastores…
El hombre me sonríe, me acaricia, me ordeña con ternura , y le tiende a su mujer el tazón con la leche tibia diciendo: - mira María lo que nos ha regalado esta cabrita tan linda…
Pronto ella cae rendida por el sueño al lado del bebé, que también duerme y José, que es como le llamó María, se acurruca a su lado y descansa también… y lo más curioso, el “Gordo”, lejos de ofenderse por esta intromisión, y por haber sido privado de su pesebre, se acurruca entre ellos para darles calor; "Parda" la mula que también vive en el establo, hace lo mismo pero al otro lado… ¡Hace tanto frío!
De repente más voces se dejan oír; ahora escucho cantos de alegría, algo así como que ha nacido el Salvador, el Redentor… No sé qué pasa esta noche, pero me lo estoy pasando muy, muy bien…
Pronto aparece un grupo de pastores. Traen regalos para el niño, al que llaman Jesús, y para sus padres: mantas, miel, frutas, y leche
-Pero qué tontería, estando yo aquí la leche no le faltará al bebé…
Se arrodillan ante él, lo cogen, lo besan… y entre toda esta algarabía, de repente, llega la luz del día… ¿Qué? Todos se asustan, parece que no es el día, sino una estrella, "la más brillante que nunca se vio en el cielo", -dicen los pastores, y se acerca tanto, que parece que va a caer encima de nosotros…
Alguien más se aproxima, son tres hombres montados sobre camellos; sus ropas brillan tanto como la estrella, parecen muy ricos, seguro que son muy importantes, quizás reyes…
Descienden de sus monturas ayudados por sus sirvientes y se arrodillan ante el niño. Esto es increíble, ¿Quién será este niño que hasta los reyes lo adoran? Le dejan también regalos, pero no sé lo que contienen esas cajas que brillan tanto a la luz de las hogueras y que suavemente depositan a su lado…
Poco a poco la gente se va marchando, y llega el silencio; la estrella se aleja y vuelve la oscuridad… Me estoy quedando dormida; ha sido una noche tan intensa…
Por la mañana, al despertar, el pesebre está vacío, no hay nadie en el establo, sólo el “Gordo” que aún duerme. ¿Habrá sido todo un sueño? Al volverme para mirar alrededor en busca de alguno de los supuestos visitantes de la pasada noche, algo se desliza desde mi lomo… es la vieja manta con que arroparon al niño, seguro que antes de marcharse me la echaron por encima para que me diera calor…
¿Quién sería esta buena gente?
Llega mi amo, no encuentra su tazón… está de mal humor, refunfuña…
Dice que esta noche ha nacido el Mesías y él no se enteró.
…
- No sé qué está pasando, no puedo ver bien, pero… ¿Qué es eso? Ahora se oye el llanto de un bebé… ¡Ha nacido un niño entre las pajas! Ella lo mira y le sonríe y los dos se abrazan, lo arropan con una vieja manta y lo tienden en el pesebre lleno de pajas en donde come el “Gordo”, como le dice mi amo al buey. Por cierto, a mí me llama “Chica”, soy una cabrita blanca muy pequeña, pero claro, al lado del “Gordo”, cualquiera es pequeño…
-Voy a tomar entre mis dientes el tazón del amo y se lo acercaré, por si quieren un poco de mi leche. Seré pequeña, pero mi leche es estupenda, o al menos eso dicen los pastores…
El hombre me sonríe, me acaricia, me ordeña con ternura , y le tiende a su mujer el tazón con la leche tibia diciendo: - mira María lo que nos ha regalado esta cabrita tan linda…
Pronto ella cae rendida por el sueño al lado del bebé, que también duerme y José, que es como le llamó María, se acurruca a su lado y descansa también… y lo más curioso, el “Gordo”, lejos de ofenderse por esta intromisión, y por haber sido privado de su pesebre, se acurruca entre ellos para darles calor; "Parda" la mula que también vive en el establo, hace lo mismo pero al otro lado… ¡Hace tanto frío!
De repente más voces se dejan oír; ahora escucho cantos de alegría, algo así como que ha nacido el Salvador, el Redentor… No sé qué pasa esta noche, pero me lo estoy pasando muy, muy bien…
Pronto aparece un grupo de pastores. Traen regalos para el niño, al que llaman Jesús, y para sus padres: mantas, miel, frutas, y leche
-Pero qué tontería, estando yo aquí la leche no le faltará al bebé…
Se arrodillan ante él, lo cogen, lo besan… y entre toda esta algarabía, de repente, llega la luz del día… ¿Qué? Todos se asustan, parece que no es el día, sino una estrella, "la más brillante que nunca se vio en el cielo", -dicen los pastores, y se acerca tanto, que parece que va a caer encima de nosotros…
Alguien más se aproxima, son tres hombres montados sobre camellos; sus ropas brillan tanto como la estrella, parecen muy ricos, seguro que son muy importantes, quizás reyes…
Descienden de sus monturas ayudados por sus sirvientes y se arrodillan ante el niño. Esto es increíble, ¿Quién será este niño que hasta los reyes lo adoran? Le dejan también regalos, pero no sé lo que contienen esas cajas que brillan tanto a la luz de las hogueras y que suavemente depositan a su lado…
Poco a poco la gente se va marchando, y llega el silencio; la estrella se aleja y vuelve la oscuridad… Me estoy quedando dormida; ha sido una noche tan intensa…
Por la mañana, al despertar, el pesebre está vacío, no hay nadie en el establo, sólo el “Gordo” que aún duerme. ¿Habrá sido todo un sueño? Al volverme para mirar alrededor en busca de alguno de los supuestos visitantes de la pasada noche, algo se desliza desde mi lomo… es la vieja manta con que arroparon al niño, seguro que antes de marcharse me la echaron por encima para que me diera calor…
¿Quién sería esta buena gente?
Llega mi amo, no encuentra su tazón… está de mal humor, refunfuña…
Dice que esta noche ha nacido el Mesías y él no se enteró.
…
Hola Montse, qué tal la Navidad?
ResponderEliminarPrecioso este cuento, muy bonito de verdad.
Te dejo un abrazo y Feliz 2009
bessos
mj
Muy bonito tu cuento lo voy a imprimir
ResponderEliminarque arte tiene mi niña
un beso
M. José,
ResponderEliminarEstuve en Talavera de la Reina,de donde soy, con la familia, pero en el fondo deseando volver a mi hogar.
Un besazo y Feliz Año
Raquel,
Jaja, no es para tanto, la verdadera artista es la "chica"...
Besos y Feliz Año.
Excelente, engancha desde la primera frase. Un ejemplo de la inspiración que provoca la Navidad. Enhorabuena. Un abrazo
ResponderEliminarPrecioso Montse.
ResponderEliminarYo tambien lo he imprimido
UN BESO...!
Fernando, Cornelivs,
ResponderEliminarGracias a los dos, es curioso como al cabo de los años ha vuelto a mi memoria esta historia de mi infancia... y con ella traei tantos recuerdos... En cuanto mi conexión me permita navegar y no naufragar ( estoy todo el rato por las profundidades) os contaré algo más de estos días que estuve lejos...
UN BESAZO Y FELIZ AÑO NUEVO POR SI NO ME ARREGLAN ESTO MAÑANA.
Hola Amiga@. Ayer estuve leyendo tu cuento, pero no pude hacerte el comentario. ¡Estoy con mi casa llena!. Tengo poco tiempo para mis cosas.
ResponderEliminarMe ha parecido un cuento precioso. Y seguro que para ti, leno de recuerdos agradables.
Un abrazo
Precioso cuento.
ResponderEliminarQue disfrutes de estas fiestas.
Un abrazo
tenía ganas de volver a leerte!!
ResponderEliminarbonito como tu.
Angie
Celia,
ResponderEliminaryo también la tendré llena a partir de hoy, pero tengo que sacar un ratillo para mis cosas como sea ;)
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Tony,
Felicidades a tí también y que el Año que ya llega sea sólo el principio de una vida mejor para todos...
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Angie,
Yo también estaba deseando regresar.
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Besos a los tres
Montse preciosa, que cuento tan bonito. Espero que tu PC se haya recuperado y todo siga a pedir de boca.
ResponderEliminarUn beso y feliz entrada de año :-)
Oteaba,
ResponderEliminarEstoy escribiendo ahora mismo con él, poco a poco...
Feliz Año para tí también ;)
Besos
También yo tengo unos problemillas de lentitud. Al parecer hay virus o algo parecido. Un amigo me ha dado un remedio que todavía no he constatado, pero parece que va mejor. Por si te puede ayudar es este: http://www.pandasecurity.com/activescan
ResponderEliminarEstupenda narración y mejor el contenido. Deberíamos profundizar más en el acontecimiento del nacimiento. Hay muchas actitudes y lecciones de amor generoso y entregado que nos alumbran el camino.
Bienvenida y un deseo de paz y amor.
Salvador,
ResponderEliminarLo mio no es lentitud, es incapacidad, el router está muyyyy enfermo y hay que cambiarlo, con decirte que hoy no puedo ni entrar en mi blog... menos mal que ahora me ha dado un respiro.
Hay blogs en los que imposible entrar, y menos aún comentar, depende, según me ha dicho el técnico de la carga que tengan.
Yo para lo que tu me comentas utilizo el EWIDO ONLINE. Es gratuito y compatible con los antivirus convencionales
Besos
Yo también me lo llevo con tu permiso, espero que no se moleste el buey. Jejee ! Es precioso el cuento y muy original, me ha encantado.
ResponderEliminarUn beso y feliz año
Me ha encantado,el nacimiento de jesús, narrado por una cabritilla....
ResponderEliminarPrecioso!
Un besazo.
Lys, Rosa,
ResponderEliminarGracias y Feliz Alo Nuevo.
Besoss
Hola, Montse, gracias por aceptar ese abrazo que nos tendrá más cerca si cabe.
ResponderEliminarHe leído este cuento y, ¡vaya! me transportas a la inocencia de cuando era niño y de los concursos literarios en clase.
Quiero aprovechar, ahora que hemos empezado a conocernos, con esa ilusión de la amistad recién forjada, para desearte a ti y a los tuyos una extraordinaria llegada del año 2009 y que sea un año esplendoroso y bello.
Besos.