Estaba el otro día hablando por Messenger con un amigo . Cada 3 minutos me decía:
- Espera, ha entrado alguien.
Comparte alojamiento con más gente, y se nota que su habitación es de lo más atractivo del lugar.
A la tercera “interrupción/visita” le pregunté:
-Pero, ¿tú tienes puerta?
A lo que respondió:
-Sí, pero está siempre abierta.
Guardé su frase en mi corazón e hice una copia de seguridad, que deposité en mi mente.
Me encantan las cosas que me hacen pensar…
Ojalá todos pudiéramos decir lo mismo. Ojalá nuestras puertas estuviera siempre abiertas, y ojalá que quien entrara, fuera siempre bienvenido.
Los años, aparte de arrugas, dan experiencia y, yo que he sido de las de vivir siempre con mi puerta abierta, hoy sigo abriéndole la puerta de mi corazón a mucha gente, pero con la cadena de seguridad puesta.
La vida me ha dado golpes dolorosos, vía gente que se coló dentro de mí “habitación” y al final me hizo daño.
Ahora actúo con pies de plomo, e incluso tomando ciertas precauciones, quitándole la cadena para permitirle entrar sólo al que yo acepto, me siguen golpeando.
Pero no voy a cambiar mis hábitos por eso, me niego a encerrarme, en mí misma o en mi mundo. Usando la balanza de los sentimiento, he podido comprobar, que se gana más “sufriendo” de vez en cuando que “No sufriendo” nunca.
Hoy me sentía reflexiva
- Espera, ha entrado alguien.
Comparte alojamiento con más gente, y se nota que su habitación es de lo más atractivo del lugar.
A la tercera “interrupción/visita” le pregunté:
-Pero, ¿tú tienes puerta?
A lo que respondió:
-Sí, pero está siempre abierta.
Guardé su frase en mi corazón e hice una copia de seguridad, que deposité en mi mente.
Me encantan las cosas que me hacen pensar…
Ojalá todos pudiéramos decir lo mismo. Ojalá nuestras puertas estuviera siempre abiertas, y ojalá que quien entrara, fuera siempre bienvenido.
Los años, aparte de arrugas, dan experiencia y, yo que he sido de las de vivir siempre con mi puerta abierta, hoy sigo abriéndole la puerta de mi corazón a mucha gente, pero con la cadena de seguridad puesta.
La vida me ha dado golpes dolorosos, vía gente que se coló dentro de mí “habitación” y al final me hizo daño.
Ahora actúo con pies de plomo, e incluso tomando ciertas precauciones, quitándole la cadena para permitirle entrar sólo al que yo acepto, me siguen golpeando.
Pero no voy a cambiar mis hábitos por eso, me niego a encerrarme, en mí misma o en mi mundo. Usando la balanza de los sentimiento, he podido comprobar, que se gana más “sufriendo” de vez en cuando que “No sufriendo” nunca.
Hoy me sentía reflexiva
Hola,no te he visitado antes pues no he podido,pero dice el refrán que más vale tarde que nunca, bueno agradecerte por tu visita y decirte que nunca se puede dejar la puerta cerrada,aunque ha uno la vida le de desengaños hay que seguir con la puerta abierta pues solo así se va aprendiendo y así se podrá elegir.Me ha gustado tus post seguiré visitandote pues no me da tiempo de leerlo todos, porque de tiempo estoy muy justita pero intento repartir con todos los que me visitais, te espero en mi blog cuando tu puedas.
ResponderEliminarUn abrazo ( ah! la foto es preciosa aunque sea una puerta vieja pero me gusta).
Las puertas tal vez estén mejor abiertas pero con "cadenita de seguridad".
ResponderEliminarCreo que todos hacemos daño alguna vez, intencionada o no intencionadamente.
La vida te va enseñando. Sí... los años hacen que seamos más cautos y también nos hace valorar lo que quizás antes no habíamos valorado.
Un abrazo
Gracias Ana, eres bienvenida siempre que puedas. Y a mí también me encanta la puerta, he pensado en pintarla ;)
ResponderEliminarun beso
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Celia,
Fue sólo una reflexión de las mías, pero veo que estamos de acuerdo.
Un besote
Y duele. ¿Verdad Montse que duele que abras tu corazón a alguien y que éste lo estruje?.
ResponderEliminarYa te he escrito varias veces que algo que admiro de tí es esa capacidad de mostrarte tal cual eres, de enseñar tus sentimientos y tu verdadera forma de ser, dando por el camino a quien te conoce un poder enorme sobre tí que mal usado podría, (y seguro que así ha sido a veces), hacerte sufrir.
Algunos decidimos hace tiempo cerrar completamente la puerta. Si acaso miramos por la mirilla.
Un abrazo, largo y cálido. Reconfortante. ;-)
PD. Sí, ya se lo que piensas: con la puerta cerrada tampoco dejas entrar a quien lo merece. Cierto Montse, cierto.
Carlos,
ResponderEliminarPues he aquí, una vez más, mi punto de vista. DUELE, por supuesto, pero como digo prefiero sufrir a inventarme un yo con el que no estaría feliz. Quizás algún día te de la razón...
besos
Quizás algún día te de la razón...
ResponderEliminarTe tengo demasiado cariño como para esperar que eso llegue a ser cierto algún día Montse.
Ojala sigas siendo así siempre. Por tí, porque eso significará que has acertado con quien has dejado entrar en tu corazón, y por nosotros, por los que venimos a tu rincón en busca de ese pedacito de sensibilidad que siempre nos regalas. Así de alguna manera seremos partícipes de tu felicidad.
Por muchos palos que te pueda dar la gente a la que has dejado la puerta abierta, piensa que también hay gente que entra y que no te los da. Tal vez teniéndola cerrada habrías sufrido más... quién sabe!
ResponderEliminarUn besazo!!
Yo de verdad estoy por cerrarla y dejar que sólo se queden los que están dentro...porque vamos...
ResponderEliminarAunque, me conoces, y sabes que ni de eso soy capaz.
AINS!!!!!! La suerte de hoy es que he compartido con el anticristo unas horas que me hacen pensar que me quiere y todo.
Un besazo!!!
Wenas! perdona que no te haya comentado antes, pero entre la conexión y los trabajos.....
ResponderEliminarLo malo de tener la puerta siempre abierta es que la gente entra cuando no estás y se come tus galletas.
Un beso!!
De todas formas la respuesta de tu amigo de messenger me pareció de lo más bonito para estos tiempos que corren en que todo son muros, cámaras de seguridad y mutua desconfianza. Recuerdo que la base de la vida,es decir los poblados antiguos donde vivía el ser humano, no existían las puertas, ni ñas vallas, ni los muros, ni la desconfianza. ¿Qué día apreció la traición? Ese día la humanidad dio un paso de gigante hacia atrás... Un abrazo!
ResponderEliminarQue bueno guardaras en tu mente la frase de tu amigo y compartieras esta reflexión. Al cabo de los años todos aprendemos a poner nuestra cadenita...a veces se nos olvida o, simplemente, preferimos ignorar algo que nos alerta, con el consiguiente palo...
ResponderEliminarA veces la cuota de sufrimiento es tan grande que quizás se gane más no sufriendo:)...cada cual sacará sus conclusiones.
UN beso grande preciosa
Te ha quedado muy bonito el blog navideño :)
bonito el blog navideño....bonita la foto de la puerta, en sepia tiene que estar bonita....
ResponderEliminarMontsita, ni tu ni yo seremos capaces de cerrar puertas....yo creo que es siempre mejor tenerla abierta....el problema ademas de cerrarla es que se pueden quedar sentimientos malos dentro.... es siempre mejor aunque duela mantenerla a media abrir para que salgan las cosas malas y entren otras buenas......cerrar puertas es dejar un poquito de estar vivo....
angie
Prefiero la puerta cerrada,tal como está hoy en día.Saludos cordiales.
ResponderEliminarCarlos,
ResponderEliminarUff, que bonito! y más porque sé que lo dices de corazón.
Hoy un beso muy especial.
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Cristina,
Esto es cuestión de elegir uno mismo, y de sacar conclusiones de experiencias pasadas.
Un beso amiga
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Miry,
No vales, ni tú ni yo valemos.
Tendríamos que nacer de nuevo, la prueba: tu reunión con el "anticristo".
Besos
Puntoeógeno,
ResponderEliminarTu eres otro de los que no vale para cerrar la puera ni siquiera para proteger "sus galletas".
Y ¿quién mejor que tú para hablar en este post?
Un beso doble
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Moderato,
El es una persona tan bonita que actúa y dice lo que piensa, y raramente piensa en negativo.
La situación que describes yo la he vivido (en casa de mi abuela nunca se cerraba la puerta), no es tan antigua, ( o es que yo soy muy antigua??)y es cierto, qué alegría poder vivir sin miedos ni cadenas.
Pero en fin, nos tocó vivir de otro modo y es lo que hay.
Un abrazo
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Oteaba,
jaja, lo del blog navideño fue un dicho y hecho, jeje
y la reflexión... sigo diciendo que la prefiero entreabierta, con el riesgo que conlleva.
Un besote grande
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Angie,
La foto a mí me encantó. Intentaré ponerla en Sepia y te la mando.
Y de lo otro...
Nos entendemos y listo.
La tuya y la mía siempre al menos entreabierta ;)
Un besazo
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Alter Ego,
Es cuestión personl.
Cada cual elige.
Un abrazo.
Montse eres estupenda, creativa y como buena constructora de tu vida cada cosa te la aplicas de una forma inteligente y sacas jugo de todo, ójala se me contagie un poquito de ti, pelirroja,
ResponderEliminarbesos y grais por tus palabras(bonita decoración navideña)
Me alegraría tanto contagiarte...
ResponderEliminarEspero que mañána me digas que salió el sol.;)
Besos
toc, toc.. se puede?. Prometo ser cordial y no llevarme nada de lo que no es mío...
ResponderEliminarme gustan las puertas de par en par, esas casas de pueblo entrando y saliendo gente, esas casas del sur..
¡¡ abramos las puertas, que al final no conocemos ni al vecino ¡¡
Un beso grande, desde la puerta.
Lander,
ResponderEliminarPero si tú ya estás dentro.
Un besazo, amigo.
He visto el video,¿por que no lo pones en tu blog?
ResponderEliminarAsí quien entra lo puede ver.Saludos.
En mi casa es bienvenido,pero hay que ir con mucho ojo.
Hay una puerta que siempre debería estar abierta. Es una puerta con una llave especial que siempre está disponible, pero al mismo tiempo sabe cuidarse de ser violentada y asaltada por la fuerza. Es la puerta de la actitud dispuesta al dialógo sincero, abierto y comprensivo.
ResponderEliminarLa otra, la de la materialidad es más vulnerable por los agentes externos y debemos tener un poco de más cuidado.
Un abrazo.
Alter Ego,
ResponderEliminarEstá en proyecto, pero un poco más adelante, cuando la navidad esté realmente aquí, ya te dije que el de este año lo puse en el puente.
Antes de irme con la familia a Toledo, quedará a vuestra disposición...
He estado aguardando todo un año para poderlo colgar "en fechas", es una entrada super esperada para mí...
Un abrazo y gracias por tus palabras
Salvador,
ResponderEliminarMi corazón está abierto, y sin llave, soy fanática del dicho popular : "Cuando una puerta se cierra, pronto otra se abre, y si a cambio de mi hospitalidad, recibo una puerta cerrada, otra se abrirá.
Un saludo
Si te fijas, Montse, en esta vida siempre andamos cargados de llaves: para abrir/cerrar casas, candados, coches, motos, trasteros, cajas fuertes, corazones coraza...
ResponderEliminarEs verdad, y ... ¡cómo pesan!si sólo pudiesemos prescindir de alguna...
ResponderEliminarUn abrazo