Muchos ya sabéis que soy castellana, de Toledo para más señas.
Hasta hace unos años, mi español era el de Castilla, tomado como ejemplo en cuestión de pronunciación y gramática para muchos estudiosos de la lengua.
Siempre me encantó la lingüística en todas sus manifestaciones, de hecho estudié Filología, aunque inglesa, y para mí, todo lo que es el buen hablar y escribir es un verdadero placer.
Y, entonces aterricé en Andalucía: Granada, Baza y por fin Almería.
A lo largo de los años mi “castellano puro” fue tomando la forma del molde “andaluz”. Pasé de ir apuntando palabras y expresiones “raras” a incluirlas en mi habla de cada día.
Qué lejos quedan aquellas caras raras cuando yo decía “panchitos” (cacahuetes pelados) por “manises” o, “alitas de pollos”, por “alones” , rozando la cursilería.
Y mi extrañeza al pedirle a una amiga que me acompañara a comprar unas “faldillas” (para la mesa camilla) y me acompañara a una boutique de ropa de mujer. Al darnos cuenta de la inconexión lingüística ella me aclarara que aquí las “faldillas” se llaman “enagüillas”. En caso contrario yo la hubiera acompañado a una corsetería.
Y casi olvidado también inevitable sonrojo en el capítulo de la chica que me comentó que tenía 4 “zagales” a lo que yo respondí con un amable:
-¿Tienes ovejas?
Nunca olvidaré su respuesta:
- ¿Ovejas?, ¡Noooo. Hijos, aquí los hijos y las hijas son zagales y zagalas (Para mí toda la vida fueron los chicos que cuidan los rebaños).
O aquel descalabro de mi comentario al decirme otra amiga que iba a hacer un “cardillo” (En mi Toledo natal cogíamos los “cardillos” del monte, y se hacían unos revueltos buenísimos). Envidiosa, pues esta comida me gustaba mucho, le pregunté donde se compraba el “cardo” a lo que extrañada y casi ofendida, me respondió que lo hacía ella misma, ponía agua a hervir, un hueso de gallina y otro de jamón y lo dejaba a fuego lento un par de horas. Y me aclaró por si quedaba alguna duda:
Y sale un “cardo” buenísimo
Y las confusiones entre “bulla”, para mí ruido, algarabía; y para los de aquí “prisas”
Y, tantas y tantas otras cosas tan graciosas como curiosas…
Lo que me hizo darme cuenta de que aunque hablamos la misma lengua pero con distintos lenguajes, con humor… nos entendemos.
Hasta hace unos años, mi español era el de Castilla, tomado como ejemplo en cuestión de pronunciación y gramática para muchos estudiosos de la lengua.
Siempre me encantó la lingüística en todas sus manifestaciones, de hecho estudié Filología, aunque inglesa, y para mí, todo lo que es el buen hablar y escribir es un verdadero placer.
Y, entonces aterricé en Andalucía: Granada, Baza y por fin Almería.
A lo largo de los años mi “castellano puro” fue tomando la forma del molde “andaluz”. Pasé de ir apuntando palabras y expresiones “raras” a incluirlas en mi habla de cada día.
Qué lejos quedan aquellas caras raras cuando yo decía “panchitos” (cacahuetes pelados) por “manises” o, “alitas de pollos”, por “alones” , rozando la cursilería.
Y mi extrañeza al pedirle a una amiga que me acompañara a comprar unas “faldillas” (para la mesa camilla) y me acompañara a una boutique de ropa de mujer. Al darnos cuenta de la inconexión lingüística ella me aclarara que aquí las “faldillas” se llaman “enagüillas”. En caso contrario yo la hubiera acompañado a una corsetería.
Y casi olvidado también inevitable sonrojo en el capítulo de la chica que me comentó que tenía 4 “zagales” a lo que yo respondí con un amable:
-¿Tienes ovejas?
Nunca olvidaré su respuesta:
- ¿Ovejas?, ¡Noooo. Hijos, aquí los hijos y las hijas son zagales y zagalas (Para mí toda la vida fueron los chicos que cuidan los rebaños).
O aquel descalabro de mi comentario al decirme otra amiga que iba a hacer un “cardillo” (En mi Toledo natal cogíamos los “cardillos” del monte, y se hacían unos revueltos buenísimos). Envidiosa, pues esta comida me gustaba mucho, le pregunté donde se compraba el “cardo” a lo que extrañada y casi ofendida, me respondió que lo hacía ella misma, ponía agua a hervir, un hueso de gallina y otro de jamón y lo dejaba a fuego lento un par de horas. Y me aclaró por si quedaba alguna duda:
Y sale un “cardo” buenísimo
Y las confusiones entre “bulla”, para mí ruido, algarabía; y para los de aquí “prisas”
Y, tantas y tantas otras cosas tan graciosas como curiosas…
Lo que me hizo darme cuenta de que aunque hablamos la misma lengua pero con distintos lenguajes, con humor… nos entendemos.
Mañana más…
Amig@mi@ ha sido un post muy didáctico el tuyo. yo he estado ppor esas tierras de Almería, pero no me dio tiempo a quedarme o fijarme en detalles tan regionales. Un placer tu post, Saludos!
ResponderEliminarJaja,
ResponderEliminarYo es que no lo puedo evitar. Anoche mismo cenando en un restaurante empecé a oir silbidos , al preguntar que era eso, el camarero dijo, es mi móvil cuando tengo un mensaje "chifla".
Aquí un silbido es un "chiflido".
Y cada día descubro alguna nueva...
Un beso
Jajajaj, la verdad es que algunas expresiones de esta nuestra querida tierra andaluza son muy pintorescas...!
ResponderEliminarUn beso.
Y como digo amigo Cornelivs, yo ya las he asimilado casi todas... son muchos años yapor aquí. ;)
ResponderEliminarBesos
Qué divertidas son las diferencias en las mismas palabras!!!...me encantan esas cosas, son super curiosas.
ResponderEliminarbesitos guapa.
las distintas expresiones para un mismo significado no es sólo a nivel andaluz, sucede a nivel de cada una de las zonas en donde se habla el castellano....y los más significativos son los sudamericanos, los argentinos, los canarios si vamos a eso, una cosa es no pronunciar la s o decir r en vez de l y otra distinta es los nombres que se le dan a las cosas según el sitio o la zona y no olvidemos que aquí en andalucía muchas denominaciones vienen del árabe y son boitas y enriquecedoras....yo viví en Burgos hace ya años y me acuerdo lo que me llamaba la atención que allí (cuna del castellano ....) decían estar de pies a hacer pié en una piscina.....
ResponderEliminaren verdad el castellano es así de diverso, rico y variado no como los anglosajones que tienen una palabra para decir mil cosas...........
bss
Syl,
ResponderEliminarya he dicho que yo al principio apuntaba, puesto que me pareciá tan curioso como parapensar en un futuro trabajo sobre un tema que me encanta.
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Anónimo,
lo sé, yo también he vivido en más de un sitio ( muchos más de uno ) y en cada lugar pasa lo mismo, ahora mi hija me trae "palabras" de Murcia, sin ir más lejso... Y un apunto: Hacer pie en una piscina, no es estar de pie, sino que el agua no te cubre. ;)
Besos
en Burgos preguntaban estas de pies?, preguntando si hacías pié, es decir si te podías poner de pié y el agua no te cubría.......
ResponderEliminarAhora me has recordado... para mi las "ahogaillas" de aquí han sido siempre "aguadillas", y ahora eso me suena hasta cursi. jeje
ResponderEliminarBesos
y que hermosa es nuestr lenguaje, da igual de la parte de donde vengas o vallas. En cada sitio sus expresiones son singulares y ricas...
ResponderEliminarUn buen post
Abrazos
mj
dos no se entienden, si uno se tapa los oidos. jajajaja. En fin, que esto de comunicarse es algo genial, aunque sea por señas, la cosa es entenderse "siquilla"
ResponderEliminarUn lobo con un "badí"
M José,
ResponderEliminarEstoy completamente de acuerdo.
Un besazo
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Lycans,
Y lo divertido de los malentendidos?
A mí me esncnatannnnnn
De veras
Hoy me acordé un montón de tí.
besos
Oye, que aquí también decimos panchitos y no somos de Toledo. :-) Y lo de los zagales, aquí no, pero si bajas un poco más al sur, en Orihuela mis alumnos lo decían.
ResponderEliminarJajaja, Amelche, el habla de levante sólo la he estudiado observando a mis amigos de Elche,y estos casi que no hablan, cantan...
ResponderEliminarjeje, y... ¿ qué me dices de vuestros "caliches"?
A ver si alguien que no sea de por allí sabe lo que son.
Besos
Jajajajaja... Todavía me estoy riendo con lo del cardillo... ¡Qué bueno!
ResponderEliminarBesos, zagala. ;-)
Lo que yo me habré reido ... besos Carlos y Buenas Noches
ResponderEliminar¡Muy bueno! De cardo a cardillo... en fin si yo te digo paabritas asturianas que dan lugar a confusión, es para escribir un libro.
ResponderEliminarUn abrazo
jaja, Celia , pues animaté y escribelo, seguro que lo bordas ( y yo quiero una copia firmada ;)). Un abrazo
ResponderEliminarMe ha encantado lo que dices.
ResponderEliminar¿sabes que tenemos muchas cosas en común tú y yo?
Soy Licenciada en Filología Románica, profesora, tengo tres hijos, un marido y algunos buenos amigos.
También yo compruebo diferencias de uso en las hlas regionales, es curisísimo. Claro que a mí el andaluz me resulta mucho más conocido que a tí, pero como he residido en varios lugares de España, me sorprendió más el manchego, y el valenciano...