Tras años de trabajo, sudores, atisbos de alegrías que tornaron en desidia y desilusión, Alexander, una vez más, siente ese nerviosismo interno, ese cosquilleo que inunda su estómago, al aproximarse a la última capa.
Llevan ahora meses quitando arenas y caolines, sirviendose de pequeñas y delicadas herramientas. Aquí no se puede utilizar nada grande, a mayor tamaño, mayor imprecisión, y cada centímetro de este lugar puede guardar un tesoro.
Llevan ahora meses quitando arenas y caolines, sirviendose de pequeñas y delicadas herramientas. Aquí no se puede utilizar nada grande, a mayor tamaño, mayor imprecisión, y cada centímetro de este lugar puede guardar un tesoro.
Y los recuerdos vuelven a su mente…
Fue por su culpa, sólo y exclusivamente por su culpa, la avaricia lo cegó, no supo valorar lo que tenía entre sus manos y lo arrojó lejos de sí, cambiándolo por algo sin valor, un nuevo comienzo…
Nunca podrá decir que fue engañado, se engañó él mismo, quedándose sin aquello que ya nunca podría tener, el todo que un día era suyo, ahora ya no existe para él...
Hoy de nuevo ha llegado a un punto en que quizás la historia se repita.
No será igual, pero al menos será y tendrá una nueva ocasión para plasmar en su vida lo que le enseñó el pasado, y eso es lo importante.
El tiempo y más dosis de paciente trabajo y sudor, dirán si mereció la pena.
Siempre hay una segunda oportunidad, y el error cometido en la primera le enseñó a luchar por encontrarla y, asirse a ella con fuerza, e intentar salir victorioso esta vez…
Han llegado al espeso muro que les separa de su descubrimiento, casi se podría decir que a golpe de cincel y cepillo van descubriendo los macizos bloques que forman la pared, sellada tanto tiempo atrás…
De nuevo la duda, el sudor vuelve a mojar su frente, empapa su cuerpo, pero esta vez no debido al calor o a la crudeza del trabajo, sino a su contienda interna, lucha que tendrá que afrontar él solo, tanto para triunfar, como para caer derrotado; es su guerra… y eso pesa en su mente.
Dos vías se abren ante él:
Seguir horadando la pared con delicadeza, días, semanas, o incluso meses, armándose de paciencia pero sabiendo que al final llegará al otro lado…
O, tomar herramientas pesadas e intentar derribar el muro en menos tiempo, pero con el peligro de dañar lo que se encuentra al otro lado…
Hay una tercera posibilidad, a la que su mente hoy se cierra, pero que aún golpea la puerta por si acaso: volver a hacer lo que ya hizo antaño, ser cobarde y cambiar este momento tan dífícil en el que ahora se encuentra, por otro.
Dejar atrás todo lo que tiene en sus manos, para comenzar de nuevo…
Lo más fácil...
Y ahora dejo a Alexander con sus dudas…
Es algo que él solito tendrá que decidir...
...En las relaciones humanas, a veces no valoramos lo que tenemos, y preferimos un nuevo comienzo, por no luchar ... Entonces amistades importantes se pierden, dejándonos vacíos… Para recuperarlas y desbloquear el camino, traspasar esa pared que nos cierra el paso, necesitamos mucho tiempo y tanto tacto…
Pero a veces, derribar el muro, es sólo cuestión de un abrazo...
Que sensatez, cuanta razón tienes.....cuantos muros se pueden deribar con amor.
ResponderEliminarun abrazo
Muchas veces, por no dar el paso, producimos el efecto bola de nieve, y los problemas se agrandan, nos apartamos de quien nos quiere, dejamos que el silencio genere incomprensión… Y el muro podría caer con un pequeño detalle de cariño. ¡Ojalá sepamos derribar todos los muros que nos rodean!
ResponderEliminar¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿???????????????
ResponderEliminarPero el muro vuelve a levantarse
y el material es más duro aún en muchos casos................
El abrazo.
No es la única cuestión.
Lo es la palabra.
.. y a veces Montse ese muro no hay quien lo derribe. También depende de lo que hay detrás de él.
ResponderEliminarUn beso.
Si tomamos conciencia de que las separaciones y los muros, lo que hacen es alejarnos a nosotros mismos, actuaremos de otra forma.
ResponderEliminarEs uy ermoso poder admirar todo el valle sin cortapisas, sin muros ... sin obstáculos. Lucharemos por eso.
Un abrazo
Tony,
ResponderEliminarcreo que todos...
Abrazos
-----------
Eligelavida,
Y a veces amiga, ni siquiera hacemos nada... ahí está la tercera opción, la más sencilla, pasar página.
Un abrazo
MBI,
ResponderEliminarEntonces volvemos a las dudas. Como dice Alma en su comentario todo depende de lo que haya al otro lado...
Kisses
............
Alma,
Es cierta tu primera afirmación.
A la segunda yo añadiría...
Depende del valor que YO LE DÉ a lo que haya al otro lado.
Besos
Celia,
ResponderEliminarPero si existen...
habrá que buscar la forma de salvarlos.
besos
Si, pero también puede ocurrir que lo que hay al otro lado, no quiera ser descubierto ¿no crees?
ResponderEliminarAlma,
ResponderEliminarOk, también puede ser..., tienes razón.;)
Besos
¡Ay, ay, ay...!
ResponderEliminarPero a veces, derribar el muro, es sólo cuestión de un abrazo...
Y a veces resulta tan duro dar ese abrazo... A veces son tan altos y espesos los muros que lo impiden.
¿Y qué opción es la mejor?, ¿cómo sabes si la verdad que se esconde detrás del muro va a seguir ahí si escojes el camino lento y seguro?.
A veces hay que arriesgar en la vida, o perderemos nuestra oportunidad. Y elegir el camino no es fácil... Rendirse, nunca. Ceder, a veces. Paciencia, casi siempre. Impetuosidad, cuando sea necesaria...
Aquí. Para lo que sea.
Dos besos. Uno para tí y otro para Alexander
Carlos,
ResponderEliminarTe tengo que querer por fuerza...
Besos a tí.
Los tuyos ya nos los repartimos, aunque yo me quedo con más...
jaja
wao no leerte en tanto tiempo (por motivos que se sabe) y ahora vengo a visitar tu blog y me encuentro con eso..que bonito ¿lo has escrito tu? registralo hazme caso algun dia lo publicaras a lo grande
ResponderEliminarme emocione tanto
gracias por regalrnos parte y eso es solo una parte de tu talento
Raquel,
ResponderEliminarSí, hacía tanto que no pasabas por aquí... Te eché de menos al principio, pero luego comprendí que somos aves libres de volar a donde queramos...
Gracias por tus palabras, ya sabes que mis escritos siempre llevan trasfondo...
Un beso y me alegro de que volvieras de nuevo.
Pobre personaje, en menudo dilema lo metes… Yo creo que el muro, además de tiempo, necesita constancia, pues este tipo de muros tienen la curiosa facultad de regenerar y soldar las grietas que con ahínco y cautela se intentan, para no dañar lo que pueda cercar. No sé si este personaje es así, pero yo actuaría con artillería pesada, aunque, eso sí, tanteando bien cada recoveco. Otra opción, y esta más desafortunada para él, es que ese muro haya permanecido tanto tiempo escoltando al tesoro que contiene, que este haya terminado fundiéndose con el muro y ahora ambos sean parte de un mismo ser, espero que no…
ResponderEliminarDe todas formas, apoyaré a este personaje en todo lo que pueda. Espero que sepa trabajar con atención. Besos!
yo creo que los muros están más dentro de cada uno de nosotros que al otro lado..........
ResponderEliminarangie
¡¡¡¡¡Alaaa el atraso que tengo en tu blog!!!!!!!
ResponderEliminarEsos muros que, a veces, nos impiden seguir caminando, y que se nos ponen delante y no podemos derribarlos, nos coartan la libertad para seguir y actuar.
Un besazo.
PD.- Voy a ojear los anteriores.
A.M,
ResponderEliminarCreo que el personaje es lo sufientemente inteligente como para haber aprendido la lección, no tomará la vía tres, y las otras las estudiará minuciosamente antes de dar un paso en falso.Pero, sí, lo tiene difícil. Aunque siempre se dijo que las cosas más difíciles de obtener son las las más preciadas...
Besos
Besos
Angie,
ResponderEliminarel muro está fuera, es real y tangible,y el tesoro yace al otro lado, te lo aseguro, pero la fuerza para derribarlo está dentro del personaje... ¿¿Saldrá??
besos
--------
María,
No te preocupes, no tengo internet, estoy con el movil, imagina...
Por eso hay que intentar traspasarlo de cualquier manera, llegar al otro lado para bien o para mal...
¡nunca rendición!
Besos
Montse, una reflexión maravillosa. Derribar un muro, sólo es cuestión de un abrazo. Lo he vivido y sé que es así. Gracias por recordarme cosas que no hay que olvidar jamás.
ResponderEliminarUn beso muy fuerte,
si es de quien creo que es.....ya te entiendo.....
ResponderEliminarMándale un abrazo......fuerte.....
angie
Gracias a tí Marga,
ResponderEliminarson cosas que salen un día y si pillas a mano un algo para escribir...
Un besazo
--------
Sí, Angie, su nombre empieza por "C" Y no te doy más pistas...
jaja
besos
Es una lucha frecuente entre la estela de costumbre que nuestros actos dejan en el comportamiento y la tendencia a obrar en el mismo sentido y el conocer la verdad de esos actos. Si es consciente de que su actuar de antaño fue equivocado podrá cambiar porque conoce la verdad. Un empujoncito no le vendría mal porque nos debemos a nuestro pasado y tendemos a repetirlo.
ResponderEliminarUn beso
María Jesús
M Jesús,
ResponderEliminarsi algo tiene de bueno, el habernos equivocado en el pasado es la enseñanza que esa equivocación nos deja para el futuro...
¡Esperemos!
Un besazo
cuántos muros caerían desde luego si nos abrazáramos más. ahí va mi abrazo...
ResponderEliminarAlfonso,
ResponderEliminarlo acepto y me lo guardo a buen recaudo.
Otro para tí.