(De nuevo para el concurso de definición de sentimientos. Lo tenía ya escrito de antes, pero ahora sirve para este fin ...)
En ese instante, y aunque las antaño irrompibles cadenas de recelos y remordimientos, inquietudes y desasosiegos, intentaran controlarme, esta vez se habían convertido en mantequilla.
Entre sus brazos me preguntaba el por qué.
Me dejaba y se dejaba… Dos en uno en busca de un principio y sin querer un final.
Un maremoto de emociones y sensaciones no nos permitía pensar…
¿El bien?, ¿El mal?
Esa guerra no era justa; el huracán de los instintos había quedado libre y ahora era tarde para frenar …
¡Tanta PASIÓN!.
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AQUÍ al concurso de Sentimientos
Es precioso Montse, "dos en uno en busca de un principio y sin querer un final"
ResponderEliminarMe has dejado fascinada con esa frase tan maravillosa...
Un abrazo fuerte
MJ
yo pienso que en EL AMOR, sólo hay bie, nunca mal........
ResponderEliminarangie
Gracias MJ, viniendo de ti, con lo profundo de tus poesías es maravilloso oirlo.
ResponderEliminar-------------
angie, por fin sé algo de tí!!,
aunque...
Besos a las dos
esas cadenas irrompibles de antaño que ahora son mantequilla... vaya frase.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho esto Montse.
¡Tanta pasion! Ya lo creo.
Sabes? ojalá que no cese.
UN BESO
Cornelius:En este caso creo que ni la mano, ni la cabeza; el culpable fue el corazón ;)
ResponderEliminarMe encantó cruzarme contigo comentando...
Besos
así es la pasión , libre , impulsiva, arrebatadora, deseada, oculta a veces y otras desenfrenada...
ResponderEliminary en pocas palabras qué bien lo has descrito, sin nombrarla.
un beso
Qué bueno, Montse!!!
ResponderEliminarla pasión es el motor de la vida...y si encima va envuelta en amor, lo es todo.
besitos.
Bienvenida de nuevo Sylvie, se te echaba de menos
ResponderEliminar:)Besos
Montse, Montse, esta entrada suena a pasional, a carne y sudor, a puro instinto animal... Algo alejada del tono generalmente poético del blog...
ResponderEliminarY no es que me parezca mal, todo lo contrario. Demasiado nos empeñamos en ocultar nuestros instintos como para no dejarnos llevar de vez en cuando por ellos. Al fin y al cabo también somos animales, ¿no?.
Jejeje... No se si después de lo dicho me puedo despedir con un beso...