lunes, 13 de octubre de 2008
Axel
Allá en el firmamento, donde reinan el sol y la luna; donde de día todo es azul, y de noche todo son estrellas, vivía Axel.
Mientras todas sus compañeras, las demás estrellas, eran vistosas y brillantes, ella sólo dejaba escapar algún que otro tímido destello de luz de vez en cuando…
Las demás la querían y sabían que sufría, pero no encontraban el modo de ayudarla, de animarla a representar plenamente el papel que le había correspondido en esta obra del teatro universal, una estrella.
De día su problema era menor, puesto que las estrellas duermen y no se dejan ver, pero de noche… ella se escondía en el silencio y penumbra de un pequeño rincón y esperaba que la oscuridad de la noche pasara cuanto antes.
Un día acertó a pasar por allí Estela, una estrella fugaz muy, muy vieja que, paró a descansar precisamente en la parcela de cielo en donde vivía nuestra amiga.
Mientras contaba historias sobre los lugares que había visitado en sus andaduras por el firmamento, una tímida Axel se acercó discretamente al grupo intentando pasar desapercibida. Pero Estela tenía muchos años, y con sólo un vistazo se percató del problema (para ella esta actitud por parte de una estrella, no era desconocida, había encontrado tantos casos similares en su larga vida de estrella fugaz…).
Sin apenas girarse le dio la bienvenida y le preguntó su nombre.
Cuando ella respondió con un tímido “Axel”, Estela se volvió y exclamó: “¡Qué nombre tan bonito!”
Entonces, como por arte de magia comenzó a brillar, al verlo las demás estrellas quedaron asombradas, mientras seguían en silencio la actuación de la veterana.
Estela tomó la palabra otra vez y, volviéndose de nuevo le dijo: “¡Pero qué luz tan bella desprendes!, con este brillo deberías estar en un lugar más visible para que los humanos que miran al cielo en busca nuestra puedan verte en todo tu esplendor…”.
Axel brillaba más y más; y, ni ella ni el resto podían entenderlo…
Ni que decir tiene que desde aquel día , en que aprendió a ser ella, abandonó para siempre su rincón y se unía a cuantas constelaciones fuese invitada , con esa seguridad de que su luz era tan bella como la del resto de las estrellas del cielo.
Con sólo dos frases acertadas, y un alma generosa, esta vez en forma de estrella, Estela, había logrado un triunfo en lo que todos los intentos anteriores habían fracasado.
¿Cuántas veces encontramos en nuestro periplo diario gente que sólo necesita dos frases para afianzar su confianza en sí misma, o superar el miedo al rechazo?
¿Cuántas veces actuamos con un alma realmente generosa y dejamos que estas frases fluyan de nuestra boca hacía su corazón?
Etiquetas:
Pensamientos,
Psicología,
Reflexión,
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Perdonad si hoy he escrito un poco más de la cuenta, sé que lo bueno si breve... preo no supe hacerlo más corto.
ResponderEliminar:D
Está en su punto, Montse. Precioso cuento y gran moraleja. Estos posts alecciondores siempre me gustan muchisimo, y no solo por la dulzura con la que lo has escrito, sino por la enseñanza que puede obtener quien lo leyere con atención.
ResponderEliminarUN ABRAZO.
Jejeje... Bellísima Axel, seguro. A poco que se parezca a su madre seguro que será la estrella Alfa de cualquier constelación.
ResponderEliminarDos besos, uno para tí y otro para Axel. ;-)
CARLOSSS!!!
ResponderEliminarSe me ha saltado una lágrima con tu comentario( bueno, admito que dos), ERA UN SECRETO!!!
¿CÓMO EN LA DISTANCIA PUEDES CONOCERME TAN BIEN?
ES INCREIBLE.
Te tengo que querer por fuerza
Besos a puñaos
Es cierto Montse, cuántas veces en la vida necesitamos de esas palabras de confianza???....muchas...
ResponderEliminarEs precioso lo que has escrito
Un gran beso de tu amiga que te quiere
MJ
Que razón tiene Estela, que sabia,con solo dos frases...
ResponderEliminarY es cierto, decirlas y que te las digan es necesario para vivir el dia a dia,llenar de ilusion y que te reconozcan tendria que ser obligatorio, saludos
una mirada, una carita, un rostro cabizbajo, un niño sólo en el patio, un hombre comiendo solo en el restaurante, una mujer que camina sin mirar a la cara...
ResponderEliminarseguridad, autoestima, autoconcepto, olvidamos lo afectivo, lo importante, la base y nos centramos en otros aspectos sin profundizar, sin pensar.Cuánto nos haces reflexionar! y qué bien lo haces!,gracias
Esa baja autoestima de algunas personas creyendo que los demás están por encima de ellas. Estela actuó con la sapiencia de los inteligentes y la sapiencia de los grandes de corazón...que poco cuesta tener una palabra amable ocn el prójimo...y algunos aunque no digan nada lo está esperando a gritos...
ResponderEliminarPrecioso cuento metafórico.
Por cierto, me parece genial que cada cuál escriba corto o largo...nadie está obligado a leer lo que no le apetece.
Me gustó muchísmo esta entrada
besos preciosa
Belíssimo, a alma é nossa vida.
ResponderEliminarJocavi,Ronini, Oteaba... os contesté ayer pero no sé donde puse el comentario. Me alegro de que esteis de acuerdo, yo tengo tan cerca un cas de autoestima por los suelos... es dificil acertar para elevarla .
ResponderEliminarBesos a las tres
Rui Caetano, lastima que no hablemos el mismo idioma, pero los corazones se entienden.
ResponderEliminarBienvenid@
Bess
Creo que conozco a esa estrella, aunque no sé como deshinibirla...
ResponderEliminarPrecisamente tú ya lo hiciste una vez... Se tu mismo de nuevo y lo conseguirás ;)Besos
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