Siempre me impresionó esta poesía. Solía cantarla de niña y adolescente, acompañada de la guitarra, en algunos actos religiosos con el coro del colegio, pero ¿Por qué no admitirlo? También la canté alguna vez sola y para mí. Me toca muy profundamente, y me llega muy dentro… Es un retazo más de mi vida que hoy comparto con vosotros. Espero que os guste.
En cada rincón de Córdoba se mezcla el fervor de los habitantes con el olor a azahar de los naranjos florecientes...
ResponderEliminarUna gozada el olor a incienso salpicado de Córdoba florecida.
Besos!!!
tan igual a mi.......
ResponderEliminarangie
PRECIOSOS TUS DOS ÚLTIMAS ENTRADAS.CREO QUE TIENEN MUCHO QUE VER LA UNA CON LA OTRA. NO CONOCIA NINGUNA DE LAS DOS. GRACIAS POR COMPARTIRLAS CON NOSOTROS. HOY NO HAY BESOS...PERO SI UN FUERTE ABRAZO.
ResponderEliminarP:)
Miry, no me pongas los dientes largos, que ya me has convencido, VAMOS A IR A TU CORDOBA!!! Guarda un poco de azahar y el incienso y las imágenes de Semana Santa nos las imaginamos, que pa eso valemos las dos.
ResponderEliminarAngie... pero lo dudabas? Tenemos mucho en comun desde siempre.
ResponderEliminarBesos