Anécdotas de San Valentín

Nunca celebré esta fecha, ni compré un regalo de San Valentín, ni lo haré y, nunca tuve una cena romántica justo esa noche, ni pienso hacerlo, pero eso no quita para que tenga algunas anécdotas, vinculadas a este día, y que quiero compartir con todos vosotros...

La tarta

Nuestro día fijo de salida en la semana, es el viernes por la noche. Somos un grupo de 6 parejas con lo que las reservas se hacen la mayoría de las veces para 12 comensales. Aquel año dio la casualidad de que San Valentín cayó en viernes, por lo que el tema de la reserva estuvo problemático. Por fin encontramos un restaurante en el que nos acogieron, eso sí, rodeados de parejas de lo más románticas, con velitas encendidas, mirándose a los ojos y prodigándose toda clase de carantoñas…
Al llegar los postres nos ofrecieron una “riquísima” tarta de San Valentín, a lo que accedimos por el modo en que nos la habían “vendido”: “ una preciosa tarta de fresas con nata, que está deliciosa”
La tarta era una horterada de corazón rosa chicle (las fresas), con puntillas blancas (la nata) y coronada por Cupido, vestido con una indumentaria más bien “porno”( sólo llevaba un escueto taparrabos) , y cuya punta de flecha, era más porno todavía.
Las risas os las podéis imaginar. Y el sabor de la tarta… también.

Aquí teneís a Cupido con todo detalle, es el mismo pero con los ojos vendados-------------------------------->>

La carta

Había convencido a un amigo que escribe muy bien para que se presentara a un concurso de cartas de amor.
Era el último día en que podía entregar su texto, y por ahorrar tiempo, cogí mi coche y lo acerqué al punto de entrega.
Cuando llegamos nos dijeron que la carta había que presentarla en CD, aparte de la copia impresa.
Raudos nos acercamos a mi casa (estaba más cerca) y la grabamos…
Vuelta a recorrer el mismo camino por segunda vez, y… cuando nos bajamos del coche, la versión en papel había desaparecido de su bolsillo…
La habíamos perdido.
Imaginaos la cara que pondría “el” o “la” que encontrara dentro de aquel sobre de estraza marrón; una verdadera carta de amor en medio de la calle…
Algo así como encontrar la botella con el mensaje de amor en medio del mar…
Aunque llevaba todos sus datos completos NUNCA la recuperó…

El regalo

Durante las prácticas del CAP, estuve en un instituto, en el que acercándose la fecha de San Valentín, un puesto formado por dos pupitres, y siempre dos alumnos de guardia apuntando algo durante los recreos, llamaron mi atención.

Imaginaos mi cara cuando leí , en un cartel que habían colgado estratégicamente, lo que allí se vendía…

“El que quiera que se apunte.
Para el día de San Valentín:
Una rosa roja- 1 €
Una rosa roja + tarjeta dedicada- 2 €
Apúntate y deja tu nombre y el de tu enamorad@ y nosotros nos encargamos del resto
Recogida el día 14 a partir de las 9 de la mañana…”
Le pregunté a mi tutor sobre el tema y me comentó que la dedicatoria era a elegir entre tres o cuatro, y la tarjeta era la misma para todos y, que la sacaban por impresora para la ocasión…

Un regalo totalmente “ personalizado”…